TWELVE

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Las cosas en Arendelle marchaban bien, con el nuevo reinado de Alexis, la tasa de criminalidad había bajado casi un 90 por ciento y el pueblo parecía satisfecho con los resultados. 

Alexis por otro lado, no dejaba de tener pesadillas sobre como asesino a los jóvenes del Clan Nite y una parte de ella sentía como cada vez su lado malo le iba ganando al bueno. Aun que se estuviera muriendo de miedo, ella trataba de ocultarlo, pero en las noches ocultar su miedo le era imposible, ya que se despertaba a mitad de la madrugada gritando.

La única persona que le hacia compañía en las noches era Audrey, ya que es la única persona en quien puede confiar plenamente. Audrey con el paso de los días se daba cuenta como es que la personalidad de Alexis cambiaba por una personalidad mas fría, se daba cuenta como es que la oscuridad consumía a su mejor amiga poco a poco.

Cuando ya era mas evidente que a Alexis la consumía la oscuridad, no dudo en hablar con la familia de Alexis, estos le dijeron que se fuera tranquila a Auradon, que cuando Alexis volviera seria la misma Alexis que ella conoció. 

Para remediar la oscuridad de Alexis, tuvieron que hablar con Bella, Bestia y el Hada Madrina. Esto para que dejaran salir a un villano de la Isla, ya que era el único que podía ayudar a la rubia.

Narra Alexis 

Hace dos días Audrey se fue a Auradon, hoy llegaría alguien al palacio, no sabia quien era ya que no me quisieron decir.

Les contaré como he estado desde lo que paso en la coronación.

Tengo pesadillas cada noche sobre eso, siento como cada vez me consume la oscuridad, tengo mucho miedo ya que he estado luchando contra eso toda mi vida y realmente ahora que esta ganando la oscuridad no se como detenerla. 

Me encontraba viéndome en el espejo de mi baño, cuando siento que abren la puerta de mi habitación.

- ¿Quien esta ahí?- pregunte y nadie respondió a lo que salí del baño y vi a un hombre de cabello azul viendo mis fotos.- ¿No se supone que tienes que estar en la Isla?

- Yo también te extrañe Alexis.- dijo sarcástico  lo que respondí poniendo los ojos en blanco.

- Ya, en serio ¿qué haces aquí?- pregunté cruzándome de brazos.

- ¿No puedo venir a ver a mi hija?- preguntó dolido.

- Ja, si claro, Hades tiene sentimientos.- dije.

- Bueno, bueno, me contaron que no la estas pasando bien.- dijo tomándome por los hombros.- Y vine a ayudarte con ese asunto.

- Okay, ¿como piensas ayudarme?- dije.

- Aqui no, te llevaré al Inframundo.- dijo como si nada.

- Pero...

- Pero nada, señorita, empaca lo necesario.- dijo y salió de la habitación dejándome con la palabra en la boca.

Empaque ropa, maquillaje, zapatos y le dije a alguien del personal que la bajara.

Media hora mas tarde...

- Ya sabes cual es tu habitación, Pena y Pánico llevaran tus cosas.- dijo con monotonía.

- Nos vemos.- dije y me fui a mi habitación.

Llegue a mi habitación y lo primero que vi fue a Pena y Pánico acomodar mis cosas en su lugar,  me recosté en la cama y pensé en todo lo que ha sucedido en estas ultimas semanas.

- ¿En que piensas?- preguntó Hades entrando a mi habitación.

- En todo.- dije suspirando.

Se sentó en la orilla de la cama y yo me levante para sentarme a su lado.

- ¿Y qué es todo?

- En que llevo semanas sin descansar bien por que tengo la misma pesadilla todas las malditas noches.- confesé.

- Cuéntame, ¿qué fue lo que paso?- preguntó.

- El día de mi coronación, aparecieron unos chicos con los que me juntaba y se llevaron una corona falsa.- dije y el asintió dándome a entender que siguiera contándole.- Entonces, me coronaron una vez que ellos se fueron y después los perseguí por días. Cuando los encontré, en un ataque de ira.- al recordarlo mis ojos se llenaron de lagrimas.- asesiné al líder y a su hermana.- cuando confesé lo que había hecho me rompí en llanto y mi padre me abrazo consolándome. 

Estuvimos cerca de 10 minutos así, hasta que pare de llorar.

- ¿Quien sabe de esto, flamita?

- Nadie, solamente tu, me daba miedo confesar lo que había hecho.- le dije.

- Bueno, entonces ya se como comenzaremos. Primero que nada, debes entender que ellos tuvieron su merecido y que no te tienes que sentir culpable de nada.- me calmó.- Segundo, es obvio que las almas de esos imbéciles están aquí en el inframundo.

- ¿Como lo sabes?

- Nadie lastima a mi nena y sale ileso.- me dijo pellizcando mi mejilla.

- Mal también es tu nena.- le recordé.

- La diferencia aquí, es que Maléfica jamas me dejo convivir con Mal, tu madre si me deja convivir contigo incluso confió en mi para ayudarte.- confesó.

- Bien, como empezaremos.- dije un poco mas animada.

- Ya veras.- dijo el sonriendo y debo admitir que me dio un poco de miedo.

Días después...

En estos días que han pasado, han sido de puro entrenamiento para poder controlar mi lado "malo" por así decirlo, me enseñó a luchar contra los sentimientos de culpa y también me puso a decirles a las almas del clan Nite que ellos se lo merecían. 

- Gracias por ayudarme, papá.- le dije mientras cenábamos.

- Owww, me dijiste papá.- dijo y reí.- Creo que voy a llorar.

- Ay, cállate.- reí aun mas.

- De nada, hija. Haría lo que fuera por ustedes.- dijo tomando mi mano.

Cenamos en tranquilidad ya que esta seria nuestra ultima cena juntos dentro de un buen tiempo.



Ya se que tenia mucho sin actualizar, una disculpa de antemano jaja. Estuve ocupadisima con la escuela y de tanto inventarle a las tareas, me quede sin ideas.

Gracias por leer y por votar.

COLD HEART | DESCENDANTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora