Past Life

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"Estoy tratando de ser honesto con mi felicidad
No se porque soy tan malo en esto."









¿Mami? ¿Mamá, dónde estás?—preguntaba una pequeña niña mirando a todos lados de la habitación.—¿Papi?

Mackenzie seguía con la mirada a su hermana menor, quien se había despertado por tercera vez en la noche.

Los grandes y negros ojos de la castaña se posaron en la mayor.

—Hermana ¿dónde están papi y mami?—preguntaba a punto de llorar mientras se acercaba para acurrucarse entre los brazos de su hermana.

La pelinegra volvía a sentir ese nudo en su garganta que la había estado siguiendo todo el día. No dijo nada y entre un fuerte suspiro se abrazo a su hermana esperando que pudiera volver a conciliar el sueño.

Los ojos negros de Mackenzie se abrieron de golpe, estos se encontraban rojos y llenos de lágrimas las cuales amenazaban con salir a flote. Puso su mano sobre su frente que estaba algo llena de sudor. Miró a su lado y pudo percatarse de la ausencia de Jack a su lado.

Se levantó con cuidado y caminó lentamente hasta el baño. Hizo sus necesidades y cuando terminó se dirigió al lavabo para laver sus manos y refrescarse un poco el rostro con agua. Cogió una pequeña toalla y limpió su cara, al terminar se quedó observando su reflejo frente al espejo por algunos minutos, los cuales fueron interrumpidos por unos leves golpes en la puerta.

—Voy.—dejó la toalla colgada y salió del baño.

Conway al verla sonrió y abrió sus brazos invitándole un abrazo, el cual ella no pudo rechazar, incluso casi llora cuando él la rodeo por los hombros.

—¿Qué pasa, muñeca, te levantaste hormonal el día de hoy?—preguntó él con tono de burla.

—Que no, coño.—lo empujó con suavidad y caminó hacía su cama para tirarse en ella entre quejidos.

—¿Aún estás mal?—se acercó a su novia la cual le asintió.—Tenemos que ir al médico entonces, te dije que si no te recuperabas iríamos así que anda, levanta el culo, super nena.—tomó los brazos de la chica y la jaló contra su cuerpo.

La debilidad de ella era tan grande que no puso resistencia alguna y para Conway fue como si hubiera cogido una almohada. Estaba seguro de que le costaba moverse así que decidió llevarla en brazos.





~HORAS DESPUÉS~





Ambos se encontraban sentados en el sillón del salón viendo la televisión, al menos Conway la veía, Mackenzie estaba inmensa en sus pensamientos y ni siquiera prestaba atención a la película que ella misma había elegido.

Al llegar a casa había ido directamente a tomar un baño en lo que Jack preparó algo para el almuerzo. Habían comido y después decidieron ver algo en la tele.

La pobre chica estaba de bajón, solo quería dormir, o morirse, lo que sucediera primero. Se encogió sobre el cuerpo de Conway y escondió su cabeza bajo uno de sus brazos. El hombre volteó a verla y la abrazó.

—Tengo miedo a que desaparezcas en cualquier momento.—susurró ella contra el pecho de Conway, quien acariciaba con suavidad su espalda.

—Eso no va a suceder, muñeca.—dejó un beso en la cabeza de la fémina.—Vas a tener que aguantarme por mucho tiempo aún.

—Joder...—murmuró la pelinegra entre suaves risas.—Es que me gusta mucho que digas eso.

—Se que si.—sonrió él con su mandíbula apoyada en la cabeza de Mackenzie.—Y sólo estoy diciendo la verdad.






sun is shining; jack conwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora