Historias Cruzadas | CTH & LRH ©

11. "C & S"

Al llegar a casa me sentía perdida, me la pasé pensando todo el día y aún así no podía decidir que hacer o que sentir, mis sentimientos eran una locura en ese momento.

Al voltearme en la cama pude observar una foto enmarcada que se encontraba sobre la mesa de luz, era mi madre, eramos mi madre yo, en ese instante sentí una rotunda tristeza, ¿que haría ella? Pense internamente.

De pronto comencé a escuchar una melodía muy particular

*I remember the freckles on your back, and the way that I used to make you laugh 'Cause you know every morning I wake up
Yeah I still reach for you*

Era el tono de mi celular, alguien estaba llamándome, al alzarlo pude percatarme de quien me estaba llamando, era Luke, en verdad no quería hablar con nadie en ese momento, así que corte la llamada y bloquee el teléfono, unos minutos más tarde me llegó un mensaje era de Luke:

Lukey:
"¿Estas bien?"

Estaba dudando si contestar o no y finalmente decidí ignorarlo, pero antes de deslizar mi dedo por la pantalla para borrar el mensaje pude ver la fecha, era diecisiete, mañana se cumplirían dos años desde que mamá se fue, ya habían pasado casi dos años sin que ella estuviera a mi lado.

Estaba tan preocupada con mis estúpidos problemas amorosos que ya lo había olvidado.

En un segundo todo se oscureció, ya dos años, no podía creerlo, el tiempo se esfumó tan rápido, no podía creer que haya pasado tanto tiempo desde que ella se fue, realmente sentía que sólo habían pasado unos meses, el tiempo pasaba muy rápido, y más con Luke a mi lado, el siempre fue de apoyo desde que mamá se fue.

En ese aspecto Luke siempre estuvo para mi, el es el chico perfecto.

No lograba entender porque me seguía enojada por cosas que Calum hacía, se supone que estoy con Luke y que no debería sentirme así ¿no?

Estaba tan perdida en mis sentimientos que ni me había dado cuenta de que me había quedado dormida hasta que el molesto sonido de la alarma logró despertarme.

Al levantarme y tomar el teléfono pude ver que tenía varios mensajes de Luke preguntándome si estaba bien, realmente parecía que se había preocupado por mi así que decidí ir a su casa, no quería que se preocupara más de lo que ya lo había hecho. Me vestí y salí de ahí lo más rápido posible.

Me encontraba paraliza frente a la puerta de Luke, no sabía si tendría el valor para hacerlo, pero finalmente toque el timbre. La puerta comenzó a abrirse lentamente y quien se encontraba detrás de ella era Luke quien al verme se acercó a mí para levantarme por unos segundos del suelo entre sus brazos con un cálido abrazo.

—Estaba preocupado por ti

—Sí lo se, lo siento —dije apenada encogiendo los hombros.

—Ayer te fuiste y no supe nada más —dijo haciendo una seña como invitándome a pasar.

—Se que nos ibamoa a ir juntos, pero algo surgió —mentí.

—Y... ¿Ahora estas bien?.

—Sí, lo estoy, no te preocupes solo me sentí un poco mareada y Mike me acompañó a casa—mentí nuevamente.

—No sabía que tu y Michael eran amigos —  pronunció tomando su mochila para que saliéramos de la casa.

—Ni yo —dije saliendo de la casa delante de él.

Sí, mentí, sí lo hice, no sabría como decirle lo que había sucedido, francamente ni yo sabía lo que había pasado exactamente.

Fuimos al colegio juntos como solíamos hacerlo a diario.

Entrando al salón de química los volví a ver, ahí estaban Calum y Sierra besándose, sentí una presión en el pecho, pero continúe caminando hasta llegar a una mesa. Continuaron así hasta que llegó el profesor.

No se despegaban un segundo, era como si estuvieran unidos o algo parecido.

Se mantuvieron así durante un mes, unos muy largos treinta días. Durante ese mes intentaba estar lo más alejandos de ellos.

Ya era una costumbre el hablar con Mike todos los días, ocasionalmente nos íbamos a casa juntos, se había convertido en un gran apoyo para mi, el era con el único que hablaba de esto, no se lo había contado a nadie, ni siquiera a Ashton, el había ido a visitar a su abuela y volvía mañana no quería causarle problemas.

Para mi sorpresa luego de verlos un mes juntos ya no me dolía tanto como antes, Sierra rara vez me escribía pero yo nunca respondía, no sé en el fondo me seguía doliendo lo que hizo.