2• "El guardarropas de Emma"

300 27 34
                                    

Robbie: Déjame pensar... ¡Wow, ese traje se ve genial!

Dijo mientras señalaba un traje negro y rojo.

Emma: ¡Ah, ese es de Aesop! ¡Es su traje de exorcista!

♧♧♧◇♧♧♧

Hace mucho tiempo, existían un sinfín de criaturas mágicas ¡Más mágicas que la mansión incluso!

Aesop residía en una pequeña cabaña dentro del espeso bosque, en una noche, escuchó unos gritos proviniendo de este.

Tracy: ¡Ayuda, ayuda!

Aesop salió a observar de quién se trataba, topandose con Tracy.

Aesop: Red Riding Hood ¿Qué haces aquí?

Tracy: Iba a entregarle unas piezas al señor Confined Dean ¡Pero los vampiros llegaron y se robaron todo! ¡Esas piezas son vitales para la reconstrucción de la aldea!

Aesop: ¿Por qué los vampiros querrían esas piezas?

Tracy: ¡No tengo idea, debe ser obra de Bloody Sword!

Aesop: Ugh, ese bastardo...

Tracy: Se que no soy de hacerte peticiones, ¡Pero realmente necesito esas piezas! ¡Por favor, Exorcist, te lo ruego!

Después de pensarlo un momento, accedió y se adentró a lo más profundo del bosque.

No estaba tan seguro de a donde ir, pero se encontraba determinado a darle una paliza a Joseph.

Caminando un rato, el exorcista observó una silueta a lo lejos, pensó en pedir direcciones, así que se acercó.

Eli: La noche es hermosa hoy ¿No lo crees?

Aesop: ¿Quién eres?

Eli: Soy Night Owl, guardián del bosque.

Aesop: Nunca escuché de ti.

Eli: Es porque todos le temen a este lugar, ahora, Exorcist ¿Qué te trae por aquí?

Aesop se sintió extrañado de que este sujeto supiera su nombre, pero aún así no perdió tiempo y le explicó la situación.

Eli: Entiendo, quieres llegar a la guarida del vampiro, lamento decir que no conozco su ubicación exacta, pero Brooke Rose puede guiarte hacia un local que podría ayudarte.

Aesop: ¿De verdad? Eso me resultaría útil.

Entonces, la lechuza salió volando hacia una dirección, Eli le dijo a Aesop que siguiera al ave, y llegaría a su destino.

...

Mientras el exorcista continuaba con su viaje, escuchó como a lo lejos una voz femenina pedía ayuda, seguido de los gruñidos de un lobo.

Aesop no quería perder tiempo, pero al final decidió acercarse a la fuente de la voz con la lechuza ahora en su hombro.

Emma: ¡Auxilio, auxilio! ¡Que alguien me ayude!

Era nada más y nada menos que yo.

Guau.

Estaba siendo presidida por una especie de hombre lobo en medio del cementerio, me encontraba muy aterrada hasta que Aesop llegó.

Aesop: ¡Oye tu, déjala en paz!

Naib: ¿¡Quién eres!? ¡Largo de aqu-!

Naib se detuvo de repente al ver a la lechuza en el hombro del exorcista, para soltar un chillido e intentar ocultarse detrás de una lápida.

Cuentos (Identity V)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora