Preludio.

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El ambiente fresco de la mañana dejó fríos sus hombros expuestos, su cuerpo desnudo que descansaba en la extensa cama, se sentó despacio y permaneció un par de minutos en la misma posición con la mirada perdida. Su piel se erizó y un gesto de disgusto se dibujó en su rostro; odiaba el frío. Era un día nuevo y la rutina seguía igual, el sentimiento de soledad permanecía intacto desde temprano.

La persona a su lado se movió un poco y se cubrió con la manta hasta la cabeza, destacaban un poco sus largos cabellos negros, pero tras un suspiro, quedó nuevamente inmóvil.

-Bi'an -Joseph puso su mano sobre el cuerpo a su lado y dio una leve palmada, pero su voz baja no pudo hacer que aquella persona despertara-. Es tarde, debes levantarte

No esperó respuesta y se levantó para colocarse la bata que descansaba en el sillón aterciopelado junto a la cama. Caminó al clóset, tomó algo de ropa y se dirigió al baño para asearse y comenzar ese nuevo día. Tenía cosas que hacer y nada de entusiasmo, cada día parecía igual y le sofocaba la idea de permanecer así durante más y más tiempo. Ni siquiera pensaba en sí mismo como alguien privilegiado, los lujos en su vida y su trabajo estable, no sabían a nada. No tenía algo que compensara el abrumador sentimiento de asfixia que le rodeaba diariamente, y cada pensamiento suyo terminaba en un abismo; se sentía incompleto.

Le tomó un buen rato salir de la tina y vestirse para comenzar su día, Bi'an estaba fuera de la cama para entonces, y supuso que, como en sus ocasionales visitas, se encontraría haciendo un desayuno ligero para ambos.

Joseph no tenía empleados viviendo en la mansión, cada persona a su servicio debía cumplir con un horario específico que no interfiriera en sus actividades, dejándole el espacio suficiente para no sentirse agobiado durante el día. No quería lidiar con otros más de lo necesario, y por ello, cada persona que trabajaba para él cumplía con su trabajo e inmediatamente partía de aquella gran casa. Las mañanas eran silenciosas y sombrías, ocasionalmente contaba con algún empleado para preparar el desayuno, pero por la repentina visita de Bi'an, decidió cambiar el itinerario.

-El desayuno está casi listo -la voz suave de Bi'an parecía más tranquila que el día anterior, el olor dulce inundaba la cocina.

-De acuerdo, gracias

Los dos permanecieron en silencio mientras tomaban el desayuno, Bi'an tenía la costumbre de poner música para amenizar el ambiente frío de la mansión, y aunque Joseph no autorizaba directamente, tenían una dinámica agradable y era condescendiente con algunas de sus acciones.

Los dos tenían edades próximas, se conocieron gracias a que asistieron juntos a la universidad y se rodeaban del mismo grupo de amigos. Debido a la frecuencia con que se veían en aquella época, fue sencillo para ambos complementarse inmediatamente, eran de carácter tranquilo y solían compartir ideologías y pensamientos. Las pláticas entre ellos eran a veces sencillas, muchas veces complejas, fluyendo tan naturalmente, que eventualmente la relación pasó a otro punto. Pero pese a la compatibilidad de sus personalidades y sus cuerpos, ambos tenían su mente y corazón en otra parte. Joseph no tenía espacio para sentimientos románticos, estaba tan atado al pasado, que simplemente experimentaba sensaciones por impulsos.

-Wujiu vendrá más tarde a recogerme -el joven más alto soltó un largo suspiro, su semblante, aunque con una sonrisa, no parecía feliz.

-Entiendo

Ambos permanecieron en silencio, era la manera en que Joseph solía tener sus comidas, y su amigo y a veces amante, comprendía eso y no intentaba sobrepasar los límites. La relación de ambos funcionaba gracias a la mutua comprensión, y era probablemente porque ninguno tenía un interés genuino por el otro; no existía un sentimiento de posesión o miedo, simplemente eran dos personas solitarias consolando sus corazones ocasionalmente.

Us [Joseph x Victor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora