Silhouette [2] ➳ Fred Weasley

iii. xi

❝I'm so damn in love.❞

Los siguientes días fueron relativamente silenciosos para Nina, las voces se habían callado y las pesadillas ya no la atormentaban, lo que sin duda se volvió algo inusual pero relajante al mismo tiempo, la preocupación que sentía se evaporó dejándola con un estado de ánimo mucho mejor, logrando que volviera la Nina que se atrevía a correr por los pasillos junto a sus amigos luego de hacer alguna travesura.

Nina extrañaba el sentimiento de huir junto a ellos aun cuando estos se tenían que separar en algún momento de la persecución; Lee y Fred optaron por usar otro camino y desaparecer entre la masa de estudiantes, mientras que George y ella se escabulleron entre los corredores hasta llegar hacia uno de los jardines del colegio, ambos tenían las respiraciones agitadas, pero aun así no evitó que rompieran en risas.

— Ya no me siento en edad para hacer esto. —exclamó Nina mientras se apoyaba en el pelirrojo para tomar aire.

— Anciana debemos movernos. —molestó George al dejar de sentir el peso de su amiga.

— ¿Anciana? ¿Quieres que te recuerde quién tuvo canas?

— ¿Cómo te atreves? —exclamó con una de sus manos en su pecho intentando parecer indignado, cosa que definitivamente no funcionó pues a los segundos comenzaron a reír— Extrañaba esto.

— Yo también, volvemos a ser los dos.

— Que Fred no lo escuche. —advirtió antes de comenzar a caminar— No, no mejor que lo escuche, quiero que sepa que soy tu favorito.

— George, todos saben que mi favorito es Ron, incluso él lo sabe.

— La traición, tantos años juntos para ser desplazado por mí hermano menor.

— Esperas ser mi favorito luego de haber pintado mi cabello a rosado, no una, sino dos veces.

— Te recuerdo que Fred también estuvo implicado.

— Y por eso Ron es mi Weasley favorito. —exclamó con una sonrisa burlona en su rostro, George rodó los ojos sin borrar la sonrisa de su rostro, el brazo de él se posó sobre los hombros de ella y así caminaron por los pasillos, hablando de cualquier cosa que se le vinieran a la cabeza, era algo que aquel par tenía en común, las charlas podían llegar a ser interminables.

Sin embargo, esta vez sí llegaron a terminarse abruptamente al ver a la multitud frente a ellos, ambos amigos caminaron hacia uno de los espacios solo para ver como Dolores Umbridge estaba echando a Sybill Trelawney, Nina frunció el ceño y se separó de George solo para acercarse más y observar mejor la escena, si bien a ella nunca le agradó la profesora de adivinación eso no quería decir que le gustaría que se fuera.