❝I will not let them win.❞
El sonido de gritos en la parte de abajo despertaron a Nina de su pacífico sueño, sus ojos tardaron en acostumbrarse a la luz que entraba por uno de los espacios de la cortina que impactaba directo en su rostro, sus brazos se alzaron para estirarse y quitar el poco sueño que quedaba en su cuerpo antes de levantarse y salir de las cálidas sabanas.
Fuera de la habitación los gritos eran mucho más notorios, lo que la llevó a fruncir el ceño al escuchar la voz de su madre y luego la de la señora Weasley intentando calmar la pelea. Sus pies tocaban con cuidado el piso de las escaleras no quería alertar a nadie, pero al llegar casi al final un escalón sonó alertando a las personas en la otra habitación, la figura de Molly Weasley apareció con su sonrisa encantadora que siempre le brindaba.
— Nina, querida, ven prepare el desayuno.
— ¿Mamá? —llamó ignorando a la mujer de cabellos rojos, la figura de Ella Barker apareció segundos después.
— Sabía que habían llegado bien. —dijo la mujer con una sonrisa en su rostro abriendo los brazos para recibir a la menor, quien gustosa se acercó.
— ¿Qué ocurrió? Necesito que me lo digas, no quiero mentiras. —espetó, el silencio se formó entre ambas y solo el ruido que hizo Sirius Black al entrar al lugar lo rompió.
— ¿También se lo vas a ocultar? —musitó el recién llegado.
— Cierra la boca, Sirius. —espetó con su mirada puesta en él, Molly tomó de la mano a Nina y se la llevó casi a rastras a la cocina, desde donde se volvía a escuchar la pelea entre ambos, aunque gracias a un hechizo de Molly esta era incomprensible.
— Debo ignorar todo esto, ¿cierto?
— Solo hasta que esos dos se calmen. —dijo con una sonrisa a la vez que un plato se servía en la pequeña mesa que decoraba el lugar.
— ¿Siempre han sido así? —preguntó con curiosidad.
— Eran peores. —respondió una tercera voz, Nina sonrió al ver a Remus Lupin soltar una pequeña risa ante algún recuerdo— Alguien siempre tenía que interceder antes que se saliera de control y terminaran ahorcándose el uno al otro.
— ¿Vas a interceder? —cuestionó Nina.
— Solo un poco más. —dijo con una sonrisa, en el fondo extrañaba escuchar a Sirius Black y Ella Barker gritarse el uno al otro.
— ¡Remus! —regañó la mujer de cabellos rojos.
— Está bien, iré a ver a ese par antes de que se maten.
Las dos mujeres asintieron con su cabeza y vieron al hombre lobo atravesar la puerta, segundos después la voz de Remus resonó por sobre la de ambos provocando que se callaran y solo se escuchara el regaño que Lupin les daba. Nina no pudo evitar soltar una pequeña risita.
— No creí que iba a funcionar.
— Lleva tiempo conociéndolos sabe qué hacer.
— ¿Por qué tu madre está amenazando a Sirius Black con su varita? —dijo una tercera voz apareciendo en el lugar.
— ¡Ezra! —exclamó la fémina antes de levantarse y abrazar al chico— ¿Qué haces aquí?
— Mi padre me envió para informar algo, está siendo vigilado y no pudo venir.
— ¿Cómo es que no hiciste algún escandalo con...? —Nina rodó los ojos y bufó— ¿Por qué siento que mi hermano y yo somos los únicos que no saben lo que está pasando?
— ¡Le voy a decir lo necesario así que cierra la boca, sarnoso! —gritó su madre entrando a la habitación atrayendo la mirada de todos en el lugar— ¿Puedes venir Nina?
La mencionada frunció el ceño y caminó hacia su madre, las dos mujeres salieron de aquel lugar para dirigirse hacia una de las habitaciones contiguas. Un estudio lleno de libros y un cuadro donde salían los que supuso eran los patriarcas de la familia Black.
— ¿Y bien?
— Tu hermano y tú van a quedarse aquí, es más seguro para ambos, pero sobre todo para ti, con el regreso de quién tú sabes las personas como tú no están seguras en ningún lugar y necesito protegerte.
— Papá está con ellos, ¿cierto? —la mujer asintió— No puedes quedarte ahí, no es seguro.
— No voy a quedarme ahí, necesito hacer otra cosa para mantenerlos a ustedes seguros. —mencionó— Este lugar pasó a ser parte de la orden, estarás segura mientras estés aquí.
— Puedo defenderme sola.
— Sé que puedes hacerlo, eres una bruja con gran potencial, pero esto va más allá de lo que pensamos. —susurró— Cariño, sé que no he sido la mejor madre, te he dejado de lado gran parte de tu vida, lo siento tanto, pero necesitaba...
— Lo sé, no te culpo. —interrumpió— ¿Vas a estar bien?
— Solo será un tiempo, Remus y el estúpido sarnoso van a cuidarlos. —dijo mientras acomodaba el cabello de Nina detrás de su oreja y abrazarla como si todo fuera a terminar en un par de horas.
— Estás ocultándome más cosas.
— Es mejor así, ya habrá tiempo para decirte todo, pero ahora debo irme.
— Adiós mamá. —susurró luego de que ella desapareciera frente a sus ojos.
─ ✦ ─
— Entonces mamá y Sirius fueron... ¿amigos? —dijo confundido Tyler— No parecían muy amigos en la mañana, quiero decir mamá tenía su varita apuntándole al rostro.
— ¿Acaso todos vieron ese incidente? —preguntó abriendo sus ojos para observar al menor.
— Iba bajando las escaleras cuando lo vi.
— Yo solo escuché los gritos lejanos, Molly no quería que supiera de que hablaban. —murmuró volviendo a cerrar los ojos mientras escuchaba a su hermano hacer un ruido de aprobación con su boca.
— ¿Qué se supone que haces?
— Escucho a las voces. —contestó— O lo intento tu voz no me deja concentrar.
— Lo siento. —susurró, pero eso no lo detuvo— ¿Por qué lo haces?
— Cuando... Al morir Cedric vi lo que pasaba, estuve por varios meses viéndolo, pero tenía miedo de escuchar completamente por no saber lo que podía hacer mientras estoy ahí.
— Hablas de que tu magia se descontrole, ¿verdad? —ella asintió.
— Tengo que enfrentarme a las voces si quiero evitar que otras personas mueran o estar preparada al menos.
— ¿Qué harás cuando la visión sea en tiempo real? —cuestionó pues había escuchado a su hermana quejarse de que esas visiones eran las peores, ella se encogió de hombros.
— Nada, Joshepine tiene razón al decir que no siempre vamos a poder salvar a todos, pero si puedes salvar a dos personas entonces estás haciendo algo bien. —explicó— Sé que pude haber salvado a Cedric, evitar que entrara al laberinto o advertirle a Dumbledore, pero las cosas no se dieron así, voy a practicar, no dejaré que ellas ganen.
— Toda una Gryffindor. —molestó Tyler sonriendo, Nina le dio un leve empujón que terminó siendo una pelea a gran escala en la que la risa de ambos se escuchó en toda la casa.
Por fin después de tanto tiempo se sentían libres.
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Silhouette [2] ➳ Fred Weasley
Fanfic❝La muerte no te deja decir adiós.❞ Fred Weasley Fanfic El prisionero de Azkaban - Las reliquias de la muerte Todos los derechos reservados © 2020