11. Con una sonrisa

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Los rayos de madrugada se colaron entre las cortinas blancas de la habitación, haciendo que Kara recobrara poco a poco la conciencia. Entre abrió los ojos sintiendo como su pupila se adaptaba al exceso de luz y se arrebujó entre las sábanas todavía sintiendo las extremidades pesadas. No fue hasta pasados unos segundos que se percató de donde se encontraba y del peso de otra persona al lado contrario del colchón, fue entonces cuando los recuerdos del día anterior volvieron a su mente y un escalofrío le recorrió la espalda. Sangre esparcida por el suelo, en su pelo, en las sábanas, encharcando los bajos del vestido. Alex cosiendo la herida, Drefan llorando desconsolado, Olsen sin levantar la mirada del suelo, ella abrazada a Lena... una ligera presión en su mano la sacó del bucle de pensamiento.

Dirigió la mirada a la fuente del contacto encontrando la pálida mano de Lena entrelazándose con la suya.

-Buenos días, alteza.

Kara abrió los ojos de par en par. Se incorporó sobre los brazos observando la figura a su lado, sin poder contener una amplia sonrisa.

-¡Estás bien, es-estás despierta!- Kara se acercó a ella y sostuvo su rostro entre ambas manos apartando con delicadeza un par de mechones del oscuros cabello de Lena tras la oreja.

-¿Cómo te encuentras?- dijo poniéndola una mano en la frente tomándole la temperatura- No tienes fiebre ¿necesitas algo? Habría que revisar la herida- la rubia hablaba más para si misma que para la ojiverde que la miraba divertida.

-Kara...

-Alex debería hacerte otro chequeo para asegurarse de que todo está bien, y hay que traerte algo de beber y co-...

-Kara - dijo con más firmeza lo que hizo que se detuviera en su soliloquio.

Puso sus manos sobre las de la rubia retirándolas de su rostro pero sin soltarlas y asegurándose de mirarla a los ojos para intentar tranquilizarla. Se incorporó por completo y con cuidado retiró parte de la venda que le cubría la parte inferior del torso, dejando al descubierto una extensa área de piel ennegrecida con un prominente surco plateado en donde antes se encontraba la herida.

-Lo ves, no tienes de qué preocuparte.

Kara se detuvo a observar la zona y tuvo que contenerse para no pasar los dedos por la superficie que Lena había dejado al descubierto. Volvió a mirarla incrédula alternando la mirada entre ella y herida.

-¿Cómo?... ¿Te duele?

-Nada que no pueda soportar- dijo a la vez que se colocaba de nuevo la venda.

Volvió a hacerse el silencio en la habitación, Kara observaba a Lena terminar de cubrir la piel negruzca y plateada "Qué demonios era eso" había pensado internamente al verlo, hubiera preferido pensar que la noche anterior había sido un mal sueño, algún tipo de alucinación producto de aquella cosa que ingirió unas noches atrás, quería pensar que Lena estaba perfectamente y volverían a su rutina de caminar por los jardines de palacio mientras divagaban sobre los temas más variopintos. Quería pensar que Lena era exactamente quien había dicho ser, y que no la había estado mintiendo durante todo ese tiempo... pero toda ilusa esperanza se habían hecho pedazos en el momento en que Lena se había quitado la venda, jamás había visto un hematoma así y mucho menos una cicatriz con la apariencia de la plata líquida.

-Así que es verdad...- susurró Kara para sí con expresión afligida a la vez que se separaba un poco de la ojiverde. Ésta última le dirigió una mirada de soslayo, antes de sentarse al borde de la cama dándole la espalda y agachando levemente la cabeza.

-Tienes derecho a estar enfadada... pero tienes que creer que no te mentí por motivos egoístas.

-Esa no es más que una forma de decir que no te arrepientes.- dijo sin disimular la molestia en su voz.

Ella quien ha de reinar (Supercorp AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora