No fue coincidencia

I

Su cadera chocaba contra el cuerpo de la de mayor tamaño y su cola se enredaba con fuerza en la pierna, era más evidente que disfrutaba como la alfa le embestia con fuerza.

Ahogaba los gemidos entre el cuello ajeno, abrazando la cadera de su amante con las piernas, abrió sus ojos encontrándose con los de color azul de su mirada, y esta le dio una suave sonrisa, la contraria enseguida desvío la mirada, la rubia suspiro, no se dio por vencido, y cortando aún más la distancia entre sus caras se dispuso a unir sus bocas con algo de salvajismo, era más que evidente lo bien que sus cuerpos se entendían, era como si estuvieran hechas una para la otra, aquello que ambas tenían era perfecto.

Sus cuerpos se complacían uno con el otro, perdidas en sus instintos y deseos, la rubia comenzó a crear un camino de húmedos besos por la caliente y suave piel de la menor, mordiendo desde su cuello, hasta el pecho donde observó los duros pezones de la omega, mordió su labio y enseguida comenzó a devorar uno de ellos.

Como respuesta la felina alzó la voz, probablemente si alguien estuviera cerca les escucharía pero, para su suerte no era así. Se hallaban totalmente solas en medio del bosque, sus dientes comenzaron a presionar suavemente sobre aquel pezón, mientras su mano se encargaba de masajearlo y pellizcando su piel.

Adora se acomodo nuevamente, pasó sus manos por debajo de las piernas de la contraria, mientras se movía con más fuerza, sus cuerpos estaban llenos de sudor, y los muslos de la morena se marcaban por la fuerza ejercida en su agarre.

Sus gruñidos demostraban la excitación por la manera en que era "bien recibida" por la menor, mantenía su mirada en su rostro disfrutaba aquella mirada tan nueva, se hallaba con las pupilas dilatadas, las reacciones de la omega también le hacían disfrutar y la manera en que su cola estaba erizada, los gemidos y jadeos, incluso como respiraba era algo que le hacía perder su control, pero no podía no iba a arriesgarse a crear un accidente de el cual la omega se arrepintiera.

Demasiado tarde.

Estaban demasiado metidas en cosas que nunca debieron siquiera imaginar, ambas ahora estaban uniéndose de una manera tan rara.

-Estoy por terminar -susurro cerca de su pecho, mientras Catra rodeaba su cuello

-Hazlo, quiero que lo hagas dentro -suplico, ambas se miraron y Adora suspiro-

-No, sabes los riesgos de esto -No era consiente de lo que decía, parecía otra Catra, pues demostraba que sólo estaba envuelta en el placer y quería estar con ella de una manera muy cercana.

-..... ..... ..... ....... -aquellas palabras eran irreconocilbles para la alfa-

Las palabras borraron su confianza y por un momento lo dudo, dudo si debía realmente hacerlo, pero también estaba consciente de las responsabilidades de sus actos, aunque quizá era tarde para arrepentirse.

Se hallaban en la cima del clímax, comenzó a sentir como sus paredes comenzaban a apretarse por un momento quiso marcar el cuello de la omega y solo puso su mano, mordió con fuerza la misma intentando engañarse, la contraria gimió en alto Adora salió de golpe en ella terminando sobre su abdomen, observando con atención la manera en que los espasmos se apoderaban de la menor, quien se veía exhausta.

Volteo su mirada hacia la ventana de aquella vieja cabaña, donde un rayo de la luna iluminaba la noche, miró una vez más a Catra quien le tomó por el cuello y la beso.

Correspondió acostandose junto a ella, mientras rodeaba su cadera, y la acercaba a ella, la menor se metió entre su cuello y se acomodo para dormir.

Por otro lado, la rubia se quedó pensando en lo sucedido sólo le cubrió con la cobija, abrazándola como antes lo hubiera hecho, en un corto lapso de tiempo quedó en brazos del morfeo, sin soltarse la una a la otra.

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La mañana trayendo consigo algunos sonidos de aves, y de pequeños insectos, todo se veía con tranquilidad en aquel lugar.

Y no sería menos en una pequeña cabaña, donde una omega de cabello corto dormía entre los brazos de la rubia, quien la abrazaba teniendola aún entre su cuello.

El sonido de un ave revoloteando causó que Catra se despertará mirando aquel lugar se sentó en la cama sin estar consiente de lo que pasaba exactamente. Miró a su costado y enseguida noto a la rubia.

Totalmente anonadada se erizo, y se levantó, notando la de desnudes en su cuerpo, tomó cualquier cosa para cubrirse pero tiro algunos objetos cercanos .

Adora dio un leve salto ante aquel ruido producido por su torpeza y abrió sus ojos algo adormilada, arqueo una ceja y se sentó en la cama.

-¿Qué mierda hiciste?

-Pues....

Bien empecemos la historia a partir del siguiente capitulo iniciaré Catra y Adora ya son pareja, parte después de la temporada 5 así que disfruten