sɪᴄᴋ ʟᴏᴠᴇ •ᴛɪᴄᴄɪᴍᴀsᴋ. ✔

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Silencio.

Era todo lo que había en la sala.

Natalie parecía que iba a arrancar el reloj en su ojo...

Emily no mostraba ni la más mínima mueca de tristeza, pero tampoco de alegría. Jack, se encontraba con ella...

Brian se movía de un lado a otro, al parecer su encuentro con los policías...

Le habían dejado más herido, de lo que Slenderman había pensado.

Oh. Al menos, eso fue lo que Brian explicó...

La puerta del cuarto de Toby se abrió.

Dejando ver al ser más alto de aquel lugar.

— Hice lo que pude.... Lo siento, Toby lamentablemente no volverá... — "Hablo" al segundo de terminar de decir esto, desapareció.

El tiempo pareció detenerse.

Natalie no espero ni un poco más, de manera desmesurada, entro llorando al cuarto de su... ¿Amado?

Los demás hicieron lo mismo.

Menos, Brian, Emily y.... Yo.

Supongo que estábamos consternados.

Sorprendidos.

Decaídos.

Emily se veía muy tensa.

— ¿Y ahora qué? — Preguntó de la nada, Brian.

— ¡Que buena pregunta, Tontian! ¿¡Crees qué yo sabré una mierda!? ¡Conviví muy poco con el señor Rogers! — Y Emily, había explotado.

Luego comenzó a reír.

— Lo siento~ volviendo a lo otro ¡No es mi maldita culpa! Slenderman lo dijo, hizo lo que pudo. Lo menos que se puede hacer ahora, es rezar por qué se vaya por buen camino — Cambia muy rápido de emoción.

— ¡Claro, Claro! No sé ni por qué, te pregunté... Estúpida niña con trastorno bipolar — Genial. Ahora él estaba gritando.

— ¿Acabas de llamarme, "estúpida"? — Dijo con un tono diferente de voz.

— ¿Y que si lo hice, puberta? — Oh no, esto va por mal camino...

—... Bien, que así sea — Susurró antes de sacar un montón de agujas, comenzó a lanzarlas hacía Brian...

Este mismo se cubrió.

Mi cuerpo reaccionó por si solo, Emily puso una mirada de molestia.

— ¿quieres tú también acompañar a Brian, Tim? — Sin duda, ambos estaban fuera de sí.

— ¡Paren el escándalo, estúpidos de mierda! — Resonó una tercera voz.

Fuimos separados.

[•••]

Ahora estábamos dándole, un entierro decente a Tobías.

Era lo menos que podíamos hacer.

La mayoría ya se estaba retirando.

Sólo quedaban los proxies.

Suspiré.

— No quise aceptarlo, lo negué demasiadas veces... Miraba hacia el pecado y el castigo que me darías si te lo decía, te insultaba por que no podía mirarte a los ojos y decir.... Te amo, Erin....

Sentí una palmada en mi espalda.

— Hiciste bien, en decirlo... — Dijo la única chica del lugar.

Nuestro amigo, nos miraba de forma extraña, luego sonrió.

Y los tres nos retiramos de ese lugar, tomados de la mano.

Adiós Erin, espero reencontrarte en otra vida.

Te amo...