"ERES MI MAYOR CONSUELO''-[Luan x Luna]

X- De mal en peor

-carajo, carajo, carajo, carajo!!!-
Lynn jr. no podía parar de gritar mientras corría desesperada por toda la casa, sus pasos sonando fuertemente mientras daba la impresión de que dejaría un hoyo el en suelo. Estaba claramente nerviosa y asustada, pero lo único que dejaba ver en el exterior era rabia y enojo, algo característico de ella.
Las demás hermanas cerca intentaron ignorarla pero no podían ocultar el hecho de que también estaban aterradas.
Lola y Lana se estaban abrazando en el sofá tratando de calmar y relajar el miedo que la noticia de hacía un rato había provocado: Rita llamó de un momento para otro, pero contraria a la buena noticia de que Luan por fin llegaría a casa, el aviso de que Lincoln había sido gravemente herido fue la verdadera sorpresa, provocando un miedo repentino en el resto de la familia Loud.

Las cosas se habían ido al demonio de un momento para otro, en cuestión de segundos incluso, algo que ya parecía característicos por aquellos días con la familia Loud.

-no puedo creerlo, cuando todo parecía estar mejorando...¿Tenía que ocurrir esto?- Lucy murmuró desde su posición en el sofá. Con un tono miserable, de alguna forma su voz melancólica sonaba más deprimente que nunca, con un deje de tristeza en cada palabra pronunciada y por más que sus ojos se ocultaran tras aquellos mechones negros como la misma noche, la pena podía entenderse en su lenguaje corporal: estaba temblando y sus manos no paraban de moverse.

Lynn no pareció interesada en sus palabras en realidad, por el contrario, la irritación se intensificó cuando finalmente habló:

-Maldita sea la hora en la que toda esta casa comenzó a desmoronarse- un murmullo enfurecido escapó de sus labios, un pensamiento más para si misma que para sus hermanas.

Lola y Lana seguían asustadas, las lágrimas habían comenzado a caer como una lluvia repentina y no se negaron a qué sucediera, el miedo y el pánico de la situación estaba comenzando a ser un problema y la única forma de afrontarlo era dejando que todo fluyera a través del llanto.

Lisa se mantuvo anormalmente callada durante toda la jornada, no tenía ningún comentario sarcástico o astuto para el momento.
Tampoco mencionó nada cuando sus manos comenzaron a temblar y las lágrimas se deslizaron por sus mejillas.
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-Ese sádico hijo de... Si llego a verlo, le romperé la cara-

La sala del hospital tenía ese ambiente enfermizo una vez más, un aire incómodo que siempre desencantó a Clyde, incluso a sabiendas que se trataba de un lugar de seguridad, la muerte siempre estuvo de la mano con esas salas blancas y las luces opacas: odiaba los corredores y todas las puertas enumeradas, pero odiaba más el hecho de no saber que estaba ocurriendo detrás de esas mismas puertas.

Con un suspiro poco sutil, dirigió su mirada a la hermana mayor de su mejor amigo, quien le regaló una sonrisa amable como respuesta: Leni siempre parecía estar de buen humor, incluso en aquellos momentos que parecían los más horribles, sus brillantes ojos iluminaban toda la oscuridad del ambiente.
Luna por otro lado, había estado más de una hora soltando cuánta grosería cruzara por su mente y a pesar de interrumpir el silencio en varias ocasiones, nadie pensaba detenerla: sabían que era su forma de afrontar el miedo y no estaban en contra de ello.
Luan...Luan parecía pérdida en su propio mundo.

El ventilador encima de sus cabezas seguía moviéndose con un chirrido irritante, como si estuviera a segundos de caerse sobre alguno de ellos.
Clyde rogaba que fuera él, la situación lo estaba matando.
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-había sangre por toda la sala, fue una maldita locura-

Las palabras de Lori salieron tan rápido como Leni dejó de abrazarla.
Acababa de llegar de la sala médica y a pesar del obvio pánico del momento, sus ojos tenían un brillo de alivio que todos tomaron con un agradecimiento silencioso.
De pronto el ambiente no se sentía tan pesado.