XIII- Lo que somos

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Mis vacaciones de esta historia se extendieron un poco más de lo que esperaba...

XIII

Impaciencia.

Luan Loud jamás había sido una chica muy paciente y todos en su familia sabían eso.
No era sorpresa que se sintiera abrumada por el silencio y el blanco de las cuatro paredes que la encerraban en completa "tranquilidad"...
Tampoco era sorpresa que odiara el silencio...

Brevemente y dejando que su cerebro hiciera algo para entretenerla, recordó la poca experiencia que había vivido conciente bajo los techos del deprimente hospital de Royal Woods, con imágenes borrosas de tubos y cables que habían salvado su vida, sin mencionar las agujas que prefería olvidar.
No sé equivocó al pensar que la sala de espera era muy similar en casi todo sentido a los pasillos mudos de las salas médicas, incluso uno que otro llanto que se escuchaba de las habitaciones por allí sonaba similar a los que pudo escuchar noche tras noche en su estadía internada.

Casi inconsciente y dejando de lado sus malos recuerdos del hospital, Luan bostezó, agotada y casi molesta por su estadía en ese sitio. Con el nuevo minuto que se sumaba en el reloj pegado a la pared frente a ella, se dió cuenta que ya eran 3 las horas en las que había estado sentada allí, mirando una y otra vez los mismos cuadros e imágenes que adornaban la sala.
Se golpeó internamente por olvidar su teléfono.

Pero cuando creyó que su muerte -por aburrimiento- sería en ese mismo asiento incómodo y gastado, la puerta de la sala vecina se abrió, revelando una mirada de cansancio que podía rivalizar con la de ella...
Al menos hasta que sus ojos se encontraron y una pequeña sonrisa apareció en su rostro.

-Lulu- Luan sintió que habían pasado años desde que había visto a cualquiera de sus hermanos...ciertamente exagerada porque había visto a Lori minutos atrás corriendo al baño con Leni siguiendola, ignorando que la mayor parecía un poco desesperada en lo que se veía como una llamada telefónica.
Ignorando ese recuerdo, con un asentimiento saludó a su hermana mayor y una sonrisa se instaló en su rostro.

-Que estás haciendo por aquí?- preguntó, maldiciendo internamente cuando su tono de voz exageró una intriga inmensa a la presencia de su hermana.
Luna, por otro lado, tardó unos segundos en llegar hasta ella sin responder, dejando que su cuerpo se desplomara en el asiento junto a ella cuando por fin la alcanzó.

-Solo pasaba a verte...sabía que estarías sola por aquí- mencionó con suavidad, como si pensara que hablar normalmente y con su tono de voz común podría molestar a Luan.
La menor de las dos soltó una pequeña risa cuando la roquera le guiñó un ojo amigable...

Un sonrojo ligero no tardó en adornar sus mejillas.

-No tenías por qué hacerlo, ahora moriremos del aburrimiento en esta sala mientras esperamos a que mamá y papá terminen de...lo que sea que estén haciendo- murmuró con aburrimiento al final.

-Por que nos trajeron de todos modos?- estando de acuerdo con ella, Luna soltó con fastidio lo último, rodando los ojos de manera tan infantil que provocó otra risa por parte de la menor.

Mantuvieron un silencio de unos segundos antes de que alguna de las dos se animara a decir algo, sabiendo que no podrían ignorar las varias ocasiones que la privacidad las había beneficiado en otros acontecimientos.

Luan pensó en esos momentos que podría decir algo al respecto o incluso...hacer algo...pero sabía que las cámaras solo serían una evidencia más de algo que no estaría bien visto por sus padres ni por el personal de ese hospital, que ya se había familiarizado bastante con toda la familia.

-yo...ya hay alguna fecha para el baile de despedida escolar?- la repentina pregunta captó la atención de Luna, curiosa por el interés de su hermana en ese tema.

-No lo tengo claro, pero supongo que es un par de semanas. Tuvieron que aplazarlo por distintas cuestiones, ya sabes- Habló sin mirar a su hermanita directamente a los ojos, como si se estuviera guardando algo.
Luan no quiso hacer mención de ello pero aún así, no pudo evitar notar que los ojos de su hermana se entristecieron un segundo.

En su boca la pregunta ya estaba formulada: "¿Llevarás a Sam?" Era su primer pensamiento...

-Yo pensé que podría llevarte, ya sabes- murmuró con picardía, ahora mirándola directamente.

La tristeza en sus ojos había desaparecido, como si jamás hubiera estado allí.

Decidió ignorarlo.

Luan se quedó sin palabras momentáneamente, lo que le sirvió para que sus ojos se encontraran con las manos de Luna acariciando las suyas, con suavidad.
No pudo evitar que un pequeño chispazo de exitación produjera un escalofrío en su cuerpo.

-Suena como una buena idea- respondió, casi susurrando, su mente en esos momentos no estaba allí, sabiendo que había sido una respuesta inconsciente.

Luna le regaló otra sonrisa, una intención que Luan pudo descifrar fácilmente detrás de esas perlas blancas.
Los dedos de la mayor siguieron trazando con suavidad sobre la piel de su hermana, acariciando con ternura las manos de Luan.

Casi se sintió prohibido cuando lo empezó a disfrutar y sabía que así era, que estaba prohibido, pero mentiría si dijera que no le exitaba la idea de mantener un romance secreto con la persona que se había robado su corazón, con las persona menos indicada.

Oh, mamá y papá se volverían locos

-Luna...yo- Buscó las palabras para lo que quería decir en esos momentos, pero sintió que su mundo se paralizaba cada vez que mayor acariciaba sus dedos.
No pudo acabar la oración, pero eso a la roquera no le molestó.
Ignorando que la cámara de vigilancia se encontraba encima de ellas, más juzgadora que nunca, Luna besó sus nudillos en un movimiento lento y suave, disfrutando cada toque y sonrojo que venía de su hermana menor.

Una sonrisa rápida atravesó el rostro de la roquera cuando oyó un pequeño gemido proveniente de la comediante.

Luan no supo cómo sentirse, la idea de...bueno...besar a su hermana detrás de las puertas en las que se encontraba la mayor parte de su familia la aterraba, sabiendo que no sería algo tomado a la ligera por ninguno.
De igual modo, se dejó tentar cuando las caricias de su hermana mayor abandonaron sus manos y se enfocaron en...

-HEY-

La voz repentina y demasiado chillona sacó a las hermanas de sus pensamientos y...actividades. Ambas voltearon ante el llamado de quién parecía sonar como una niña molesta, disimulando lo mejor que pudieron...

Ambas reservaron un suspiro de alivio cuando se encontraron con una alterada Lola que parecía molesta por algo más, desinteresada en lo que sea que estuvieran haciendo sus hermanas mayores antes de que pateara la puerta con furia.

-Lola? Que ocurre?-

-Llevamos 15 minutos esperando en el auto a que ustedes se aparezcan!¡La visita a Lincoln acabó hace media hora! 

Luan miró el reloj en la pared.

Era verdad.

El tiempo que había pasado con Luna en esa sala se había sentido como unos pocos pero emocionantes minutos.

-Nos distrajimos viendo un documental en la sala de espera ¿Puedes culparnos?- Luan no ocultó la risa que llegó cuando la mayor, de forma descarada, se levantó sólo para sacudir los mechones rubios de su hermanita menor, con intención de fastidiarla.

Funcionó.

Durante los 3 minutos que duró la trayectoria de las hermanas hacía el estacionamiento (con una Lola furiosa persiguiendo a una burlezca Luna) Luan se permitió soltar un bufido de fastidio.

Le gustaría, en algún momento, terminar lo que había querido empezar ese día en esa sala aburrida, de luces apagadas y colores opacos.
Una espera aburrida había mejorado considerablemente con la llegada de su hermana.

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No Mori, solo... tomé un descanso muy largo.

Leanlo, disfrútenlo y hasta eso, les aviso que quedan pocos caps.
Así que podrían estar llegando en un par de días  o podrían venir después de varios meses, no se.
Depende de cómo me sienta de ganas xD.
Los quiero *carita tierna*

"ERES MI MAYOR CONSUELO''-[Luan x Luna]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora