"ERES MI MAYOR CONSUELO''-[Luan x Luna]

IX- La familia es primero.

1 semana más tarde...

-Luna ¿Estás bien? Te has pasado toda la mañana mirando el suelo...y no quiero sonar mala o algo, pero no luce muy entretenido que digamos...

La nombrada suspiró ante el comentario de su hermana mientras corregía su postura en la silla en la que se encontraba, alzando los ojos para mirar a la chica rubia a su lado. El brillo aplatinado que brillaba comúnmente en su mirada estaba casi muerto.

-No tienes que ver a tu novio, Jazz o algo así? Puedes ir Leni- contestó casi intentando que su tono fuera relajado como lo era en general, pero quiso comerse sus palabras de nuevo cuando la oración sonó con un rastro casi venenoso.
Para su suerte, Leni pareció ignorar esto último justo antes de ofrecerle una sonrisa.

-Toda la vida lo llamé Chazz...debí haber sonado tan extraña- susurró con alegría oculta detrás de sus palabras, un ligero rastro de ironía en sus ojos.
Luna no pudo evitar sonreír de lado ante esta declaración, divertida por escuchar de nuevo ese lado distraído de Leni que tanto habían querido en el pasado.
Suspiró de nuevo, pero está vez sintió que la tensión escapaba con el aire que se alejaba.

-oh Leni...nunca cambies hermana-
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-hey Lincoln!-

Los ojos claros del muchacho se alzaron en cuanto la voz llegó a sus oídos, la música en sus audífonos lo suficientemente baja como para escuchar el llamado de su mejor amigo.

El chico negro se acercó lo suficiente como para chocar palmas con él, típico saludo para ponerse al día.

-hola hermano- saludó el peliblanco, retirando los audífonos para entablar conversación con el chico a su lado.

-no, nada de hola hermano ¿Ibas a dejarme aquí varado?- acusó con falsa molestia en su tono, empujando ligeramente el hombro del otro adolescente -eso no está bien-

-ah, vamos, sabía que te podrías al día si te dejaba atrás- se defendió Lincoln, siguiéndole el juego a su amigo- además, tu hubieras hecho lo mismo o peor, te hubieras ido antes de siquiera darte cuenta de que yo estaba atrás.

Clyde rodó los ojos con una ligera sonrisa tirando de sus labios, pero no contestó. Ambos amigos siguieron su camino directo a la casa del moreno, puesto que habían acordado que para celebrar el último día de clases tendrían que hacer una tarde de videojuegos, bebidas y chicas solo para ellos dos...pero sin chicas, al menos. Ambos eran lo suficientemente consciente de que terminarían ahorcados por sus respectivas parejas si intentaban algo con alguien más.

-Vas a traer a Steph contigo?- preguntó apenas unos segundos más tarde, mirando curioso a su mejor amigo.

-No, no, no, está es una noche de chicos y por más que quiera estar con mí nena ella tendrá que esperar hasta mañana- respondió con el mejor tono de elegancia que tenía, alzando ambas cejas repetidamente para comprobar su punto. Lincoln sólo rodó los ojos con una sonrisa divertida.
Pero pronto una sombra se proyectó tras ellos, bueno, no una sino tres y para nada tenían buenas intenciones.

-Hey, copito de nieve ¿A dónde vas? ¿A besuquearte con el idiota color mierda?- Exclamó la odiosa voz tras ellos.
Clyde bufó fastidiado mientras Lincoln suspiraba con molestia, pero ambos sabían que ahora tenían que lidiar con la rata.

-Hola, Chandler, felices vacaciones a ti también- respondió el peliblanco con sarcasmo goteando de sus palabras, Clyde asintió con la cabeza lentamente para seguirle el juego.

-cállate marica y tu también imbécil- ordenó el adolescente mal intencionado acercándose para enfrentar cara a cara al peliblanco, algo que este tomó con humor puesto que Chandler tenía que ser al menos veinte centímetros más bajo que él y que Clyde, ya que la pubertad no le había favorecido en nada y la presencia de acné en su rostro solo lo hacían lucir más ridículo, pero la porquería al menos tenía la estúpida idea de que era intimidante.
No debían temerle, no, a él no, pero si a los perros que tenía tras él.
Clyde no ignoró esto último y por el contrario de tener miedo, sonrió.