Get Some | MinSung

VI

Kim y Lee se encontraban en la casa de Jisung para evitar que el castaño encontrara una forma de escabullirse y faltar a la fiesta. Si bien, esta no era lo importante, los muchachos no querían dejar que Han faltara a la invitación de Minho porque sabían muy bien que después se arrepentiría de ello.

— Creo que no debería ir, no es un lugar para mí. — Habló Jisung mientras hacía una pequeña rabieta sobre su cama. — No estoy hecho para ir a ese tipo de fiestas.

El australiano se encontraba divertido viendo las pataletas de su amigo mientras Kim rebuscaba en el armario del dueño de la habitación el "outfit perfecto" para esa noche.

— Jisung, sé que te pone nervioso ir allá porque estás más insoportable de lo normal, pero también sé que te vas a arrepentir si desaprovechas esta oportunidad. — Habló Kim con el tono más tranquilo que pudo, casi como si estuviera hablando con un niño pequeño. — Así que más te vale dejar de quejarte o voy a engrapar tus labios.

Han tenía pensado replicar, pero al ver el rostro serio de su amigo decidió mantenerse en silencio.

Una vez el atuendo de Jisung había sido seleccionado Kim pidió permiso para tomar una ducha y cambiarse, algo que sorprendió a Han.

¿Tenían pensado quedarse en su casa hasta que la hora de la fiesta llegara?

Y como si el menor hubiera leído su mente soltó un simple "Felix y yo sabíamos que querrías negarte" antes de salir de la habitación. Vaya que Jisung era bastante predecible ante los ojos de sus amigos.

[...]

Faltaban veinte minutos para las 11 pm y un taxi ya se encontraba en camino para recoger a los muchachos. Jisung seguía tirado sobre su cama tratando de mentalizarse de que ya no había marcha atrás y tendría que ir a la fiesta en casa de Hyunjin.

— Yah, ponte de pie, Han. El taxi no debe de tardar en llegar. — Regañó Seungmin.

El mayor simplemente lo obedeció y a pasos pesados comenzó a seguir a los otros dos hacia las escaleras con rumbo al recibidor de su casa. Los muchachos iban con la intención de instalarse en la sala, pero su camino fue interrumpido cuando la voz de la madre de Jisung resonó desde la cocina.

— Buenas noches, chicos. ¿Dónde van tan lindos? — Preguntó juguetona la mayor.

Ambos muchachos que iban al frente se detuvieron de forma abrupta ante aquella pregunta, pues la mujer estaba al tanto de que los amigos de Jisung habían estado con él toda la tarde, por lo que fue fácil suponer tras aquella interrogante que la mujer no tenía conocimiento de aquella fiesta.

— ¿No le dijiste a tu madre sobre la fiesta? — Preguntó Felix en un murmullo.

— No estaba seguro de ir, así que no pensé que fuera necesario. — Debatió el castaño.

Ante la falta de respuesta por parte de los jóvenes, la señora de la casa procedió a encaminarse hacia donde los muchachos se encontraban, llegando ahí con un pequeño bowl lleno de cereales y una sonrisa dulce.

Los tres seguían sin responder algo a la madre de Jisung, por lo que la fémina soltó una corta risa y repitió la misma pregunta.

— Oh, es que tenemos una fiesta. Pensamos que Jisung ya le había dicho, pero como se resistía a salir con nosotros supongo que no es así. — Soltó Seungmin en un tono bastante suave y ojos brillantes, haciéndolo ver como un pequeño e inocente cachorro.

— ¿Una fiesta? No tenía idea. — La mujer dio una cucharada a su bowl, y tras pasar su comida siguió hablando. — ¿Qué clase de fiesta?

— Es una fiesta normal, no tiene de qué preocuparse. — Agregó Lee con su típica sonrisa dulce. — ¿Está bien que Jisung nos acompañe?

El mencionado observó directamente a los ojos de su madre cuando esta volteó en su dirección, buscando que su progenitora entendiera la llamada de auxilio que pasaba por sus ojos y lo ayudara a salir de aquella situación. Por su parte, la mujer volvió a comer otra cucharada y cambió a una posición más cómoda y relajada.

— ¿Tienen cómo ir hacia allá? — Cuestionó la mayor.

— Claro, pedimos un taxi. — Respondió Felix sin perder la sonrisa.

Otra cucharada al bowl no se hizo esperar, y mientras la comida era masticada su mirada analizaba a los tres chicos frente a ella.

— ¿Tienen cómo regresar? — Volvió a preguntar la mayor.

— Rachel noona pasará por nosotros, así que dormiríamos en su casa. — Contestó Kim sin quitar su mirada de cachorrito.

— ¿La hermana mayor de Felix? — Volvió a preguntar la madre de Jisung, a lo que Seungmin y Felix asintieron con inocencia. — Está bien, pero quiero que Jisung me envíe un mensaje cuando lleguen a casa de Felix.

— Descuide, nosotros nos encargaremos de eso. — Finalizó el autraliano.

Con aquellas palabras la conversación se dio por terminada, y las últimas esperanzas de Han para librarse de aquella fiesta se escapó de sus manos por aquella escalera mientras seguía comiendo su cereal.