Get Some | MinSung

III

La jornada escolar había concluido y los tres amigos se encontraban caminando para salir de las instalaciones del lugar. Jisung le había contado a sus amigos lo sucedido con Hyunjin en los vestidores, por lo que pudieron entender el por qué estaba cabizbajo.

Los chicos iban bromeando y empujándose igual que siempre para tratar de mejorar el ánimo de Han, y como solía suceder, Jisung se apaciguó abruptamente cuando pasaron frente al grupo de amigos de Minho.

Lee estaba sentado en la parte trasera de su camioneta mientras bromeaba con el resto de los muchachos, y de nueva cuenta Jisung conectó miradas con Hwang, haciendo que el castaño se tensara cuando vio que el otro repitió exactamente lo mismo que horas atrás en la cafetería, sólo que a diferencia de aquel suceso, los chicos comenzaron a reír a carcajadas y Minho comenzó a caminar hasta donde Jisung y sus amigos se encontraban.

— Hola, Jisung — Saludó un muy sonriente Minho. — ¿Podemos hablar un momento?

— Em... Sí, sí, claro, pero mis amigos...

— Oh, creo que tenía que mostrarle algo a Felix. — Interrumpió rápidamente Seungmin a su amigo — Nos vemos en la pasada de autobuses.

El más alto tomó el brazo de Felix para salir casi corriendo de ahí, dejando a Minho bastante divertido y a Jisung un tanto avergonzado por la obviedad de sus amigos.

— Entonces... ¿De qué quería hablar, hyung?

El menor sentía que podría desmayarse en cualquier momento debido al nerviosismo, pero aun así mantenía una pequeña sonrisa ante lo de Minho pudiera decirle. Por su parte, el pelinegro sonreía abiertamente y hablaba con total calma, sin saber que cada una de sus acciones, por más mínimas que fueran volvía loco al corazón de Jisung.

— Bueno, es que un amigo... Más bien un chico del equipo. — El pelinegro soltó una leve risa que Han no supo identificar.

Jisung podría jurar que hablaba de Hyunjin, por lo que se sentía demasiado inquieto al no saber que pudo haber dicho Hwang sobre él. Imágenes sobre lo ocurrido en los vestidores se presentaron de forma casi violenta en la cabeza de Han, por lo que estaba comenzando a esperar el rechazo por parte del mayor.

— Este chico me dijo que ibas a los entrenamientos para verme, pero eso no tenía mucho sentido para mí. — Jisung veía al mayor sonreír mientras hablaba, y algo muy dentro de él le decía que tal vez no iba a rechazarlo, pero él no quería arriesgarse a tener falsas esperanzas. — Pero después de pensarlo un poco, creo que sí tiene algo de sentido. Como yo te lastimé en la biblioteca, vas a los entrenamientos para ver si alguien me lastima.

Los ojos del más bajo se abrieron a tope ante aquel comentario. ¿Por qué querría ver que lastimaran a Minho?

— No, hyung. Yo jamás querría que lo lastimaran. — Se apresuró Han para corregirlo.

— ¿No? — preguntó el mayor bastante confundido, a lo que recibió una negación por parte del otro. — Bueno, eso es un alivio.

Un extraño silencio se había hecho presente entre los dos muchachos haciéndolos sentir un tanto incómodo. El castaño no sabía si debía irse ya, pero tampoco quería preguntarle y arruinar lo que hasta ese momento había sido la conversación más larga que había tenido con Minho.

A la distancia, los chicos aún sobre la camioneta de Minho comenzaron a llamarlo, así que Han aprovechó ese momento para despedirse.

— Creo que ya tengo que irme. — Habló el más bajo con delicadeza. — Fue agradable hablar con usted, hyung.

Jisung dio una leve inclinación con su cabeza antes de girarse con intenciones de irse, pero Lee lo sujeto de la muñeca antes de que se alejara, sorprendiendo a Han en el acto.

— Espera, no te vayas aún. — Lee soltó su muñeca y comenzó a rebuscar algo entre sus bolsillos, para segundos más tarde tener entre sus manos un trozo de papel y un lápiz diminuto y comenzar a escribir algo en el primero. Una vez concluida su hazaña le tendió el papel al muchacho de mejillas abultadas. — Este es mi número. Podríamos hablar para, ya sabes, no ser sólo el chico que te golpeó en la cara con un libro.

Jisung sólo asintió para después ver a Minho alejarse con una gran sonrisa en el rostro.

Han comenzó a caminar con rumbo a la parada de autobuses donde sus amigos debían estarlo esperando. Tras caminar unos minutos y ya pudiendo observar a sus amigos algunos metros frente a él, Jisung comenzó a reír y a correr hacia sus amigos. Cuando llegó hasta sus amigos fue directo a abrazarlos, pero al acercarse con bastante velocidad casi taclea a ambos muchachos.

— Jisung, tranquilo. Vas a matarnos. — Dijo Seungmin mientras reía.

El recién llegado no podía creer lo que había pasado, estaba demasiado feliz para tratar de procesar lo que había sucedido. No podía creer que Lee Minho, el chico que observaba todos los días, se había acercado y le dio su número, incluso había olvidado lo ocurrido con Hyunjin en los vestidores.

— ¿Qué pasó? ¿Por qué vienes tan feliz? — La emoción en el rostro del castaño provocó a Felix para preguntar con una sonrisa pícara. Jinsung sin dudarlo mostró el papel donde el número del mayor se encontraba.

— Debes estar bromeando. — Soltó un incrédulo Seungmin. — ¿Cómo sucedió?

Por otra parte, Felix se había dejado caer en la banca de aquella parada mientras se revolvía el cabello un tanto divertido.

— Creo que tendrás hacer lo mismo que Jisung y observar al chico bajito del equipo de baloncesto. — Dijo burlón el más alto de los tres.