v. -» books, memories and nostalgic feelings.

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So take the photographs
And still frames in your mind
Hang it on a shelf
In good health and good time

Tattoos of memories
And dead skin on trial
For what it's worth
It was worth all the while

It's something unpredictable
But in the end it's right
I hope you had the time of your life

Green Day – Time of your life.

La pista de hielo, los patinadores, las luces navideñas, los puestos ambulantes, Hyde Park y la navidad en sí producía una ráfaga de nostalgia en mí; igual que cuando abres un antiguo álbum de fotos.

Ver a padres, madres, hermanos o hermanas todos juntos patinando hacía que el corazón me doliera; porque yo había estado en esa situación en un pasado remoto.

Aún podía escuchar la melodiosa risa de mi madre cada vez que mi padre se caía de morros.

Cariño; al final van a ser las chicas las que te van a enseñar a patinar”, decía siempre su madre, con un deje de burla cariñosa tejiéndole la voz.

Luego su padre se reiría y le diría que si a él se le daba mal a ella se le tendría que dar peor porque apenas patinaba. Y entonces era cuando su madre, a la que le encantaban los retos, se quitaba las gruesas y cómodas botas de invierno y las sustituía por los azules y rígidos patines; y ahí comenzaba el espectáculo.

Finalmente su padre acababa comiéndose sus propias palabras ya que su madre patinaba mejor que ellos tres juntos.

Suspiré y sentí como algo me cosquilleaba la mejilla; una lágrima.

Me la limpié antes de que bajara más por mi pómulo; la gruesa lana de mis guantes recogiéndola entre el tejido.

“Sabía que Hyde Park era impactante; pero no me imaginé que lo fuera tanto” comentó un alegre tono de voz a mi derecha. Sobresaltada, miré hacia dicho lado y vi a la última incorporación a la “alegría de mi huerta”.

Resoplé un tanto frustrada; si le había cogido odio a una cosa durante los últimos años; definitivamente era el llorar delante de las personas. Nadie tenía que saber cómo me encontraba internamente, cuál eran mis debilidades o simplemente darle a la gente la oportunidad de llamarme débil.

Mantuve la vista al frente, pensando que, si tuviera un poco de suerte, se aburriría y se iría.

Pero, siendo Willow Bane eso de “tener suerte” no existe.

“De verdad que me gustaría estar sola un rato” admití; presa del repentino agotamiento que se había apoderado de mí.

Le dirigí una mirada de soslayo y vi cómo alzaba repentinamente el brazo hacia el cielo; como si alguna especie de resorte se hubiera activado en su anatomía.

“¿Ves ese conjunto de estrellas?” me dijo; ignorando completamente el comentario que le había dirigido anteriormente.

De sus enérgicos ojos saltaban chispas; incitadas por la iluminación del lugar.

Alcé la mirada hacia el cielo; negro como la boca de una cueva; asentí levemente, no prestando mucha atención a lo que decía.

“Ésa es la constelación Virgo” explicó.

El vaho que le salía por la boca debido las bajas temperaturas lo semejaba con la exalación de un dragón dormido.

“Se dice que esta constelación representa a la antigua diosa del maíz Perséfone” dijo; su suave tono de voz resonando por la ya desierta pista de hielo.

Escombros. | n.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora