EL POTRILLO GRIS

5. DISCUSIONES Y CONFESIONES

- ¡Johan! ¿Pero a ti que te pasa? -dijo mi madre cuando llegué a casa a las 11 de la mañana, un día después de haberme ido enfadado de casa- Ahora mismo llamaré a Eli para que venga, le debes una disculpa.

- ¿Como que le debo una disculpa? -dije riendo- Ella es quien me debe una disculpa a mi por creerse con el derecho de hablarme como se le de la gana, ¿quién se cree que es? Ya estoy arto de ella. Te lo digo a ti como se lo diré a ella si viene esperando una disculpa por mi parte.

- ¡Johan! Eli es tu prometida y le tienes que tener respeto.

- ¡Deja ya esa idea absurda mamá! -dije dando un golpe a la pared de la entrada- Estoy arto de tanta tonteria. Casate tu con ella si quieres.

- Es tu deber no el mio.

Me reí.

- ¿Mi deber? ¿Mi deber cómo que? ¿Cómo hijo? ¿Cómo persona? ¿Cómo pegaso? ¿Por ser príncipe de este clan? ¿Mi deber cómo que, mamá?

- Tu deber como hijo y como todo.

- Pues te equivocas, mamá. Hablemos de deberes, tu deberías de apoyarme. ¿Acaso me conoces? ¿Sabes porque abandoné mis estudios? ¿Sabes porque me he abandonado a mi mismo? No sabes nada sobre mí y te atreves a decirme que mi deber por nacimiento es casarme con una persona a la que no amo, encima es una niña, tiene 15 años mamá. No quiero seguir hablando del tema. Yo te quiero mamá pero no pasaré por esto. Papá esta estudiando cada día, apenas lo veo y eso que esta en esta casa y todo para que no tenga que casarme con ella. Quiere acabar con esto tanto o más que yo. Y tu viendo como se esfuerza ¿sigues con esa tontería?

- Mi deber como reina de este clan es seguir con esta tradición, yo no conocí a tu padre hasta el día de mi boda. Y esa noche me tuve que quedar embarazada de tu hermano. ¿Crees que yo elegí esta vida? ¿Crees que me gustó?

- No lo creo en absoluto mamá. Pero si tu odiaste pasar por eso porque me haces pasar por lo mismo a mi? Además, mis hermanos no son hijos de mi padre.

- No quería que lo hicieras y por eso Eli y tu estáis juntos desde que ella nació. Así que no te atrevas a hablarme así, yo os lo he dado todo. ¿Quién serías tu sin mi?

- Pero mamá ¿que diferencia hay? Yo no amo a Elisabeth ¿como tengo que decírtelo?

- Aprenderás a hacerlo. Como hice yo, como hizo tu padre y como hacemos todos.

- Celicia.

En medio de nuestra discusión se escuchó una voz grave, muy grave, la voz de mi padre, no le hace falta gritar para que se le escuche, tiene una voz fuerte y firme.

Hacía días que no lo veía, le echaba de menos.

- Papá... Lo siento te he interrumpido, no era mi intención. -dije haciendo una reverencia apollando una rodilla en el suelo-

Mi padre es la única persona a la que respeto.

- Johan... Eres mi hijo, te he dicho muchas veces que no me gusta que tu hagas eso.

No le hago una reverencia porque lo respete como rei. Se la hago porque lo respeto como padre y como persona.

- Celicia... Johan no se va a casar con Elisabeth. Que ese clan se busque a otro. Mi hijo se casara con una mujer a la que ame de verdad. Y no te atrevas a decirle semejante mentira, porque la pregunta seria "¿quien serias tu sin nosotros?" No le he dado el lugar que se merece a la persona que amo, por tu clan, para que no os destierren. Así que tu eres quien nos debe respeto y lealtad.

- ¿Piensas como rei o como padre? -dijo mi madre ya muy molesta porque mi padre le llevase la contraria-

- A diferencia de ti, Celicia, mi deber como padre esta antes que mi deber como rei. Encontraré al ángel de alas blancas que nos de vida enterna.