👑 Rosa. °JackJae° ☀️

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¿Entonces así paso?

—Sí, lo único que hice fue irme corriendo.

—Jajaja, los años pasan y tú no cambias.

Una risa estruendosa llegó a sus oídos y visualizo una vez más esos ojos en media luna y esa sonrisa tan grande que podía alumbrar un camino oscuro.

Su corazón creía que no podía ser más tierno, pero cada vez que llegaba Youngjae tenía la necesidad de protegerlo en sus brazos e incluso cubrir cada una de sus necesidades por más burdas que fueran.

Y debido a ello fue que el menor se dio cuenta de los intereses del mayor, pero no le dijo nada debido a que creyó que sus mejillas sonrojadas eran suficiente para que lo tomará como una declaración de amor.

Los días se convirtieron en semanas, las semanas pasaron a ser meses y este par no podía confesar sus sentimientos, pues creían que no serían correspondidos.

Un jueves de invierno llegó, y una tarde de películas comenzó.

¿Cuál quieres ver hyung?

—Hay una nueva que pusieron en Netflix, era una comedia romántica.

Estaban sentados en el sofá cama, tenían enfrente el gran televisor con un par de cobijas rodeando sus cuerpos, chocolate caliente y un par de bolsas de frituras, el frío (o el estar a solas con su mayor como cada jueves) ya había entumecido parte de las manos del castaño.

Estaban muy cerca el uno del otro, tanto que incluso creían que podían escuchar los latidos del otro.
A pesar de que desde hace años tenían el mismo ritual cada jueves, era como si en esas tardes no pudieran controlar sus cuerpos, y mejillas rojas, manos ligeramente temblando, palmas sudorosas y pies fríos se quisieran hacer presente mientras veían películas... Y esa tarde no fue la excepción.

La película comenzó y ambos estaban envueltos en su propia cobija.

Oye.

—Mande.

—Sigo teniendo frío.

—¿Quieres que te traiga otra cobija?

—No... y sí...

El menor guardó silencio, estaba nervioso; sentía que el frío ya había llegado a su alma.

¿Y sí?

—¿Nos tapamos con la misma cobija?

Jackson abrió sus ojos, su estómago se contrajo pero inmediatamente asintió con su cabeza, tenía algo mejor en mente.

Y así, se quitaron las cobijas y las juntaron, pero justo cuando Youngjae estaba por sentarse a su lado, el rubio lo tomo de la cintura y lo jalo, quedando sentado en el hueco que había formado entre sus piernas. Pasó sus brazos por la cintura del chico de 20 años, mientras ocultaba su rostro en la espalda del pequeño. Este último tenía en sus mejillas un color que siempre aparecía cuando estaba con él, creía que no podía ser más fuerte pero en ese momento podía jurar que estaba alumbrando toda la habitación.

¿Esta mejor así?

Youngjae ya no tenía frío, dejo de sentirlo desde que esas manos lo tomaron por sorpresa. La verdad era, que esperaba tomar la mano de su compañero de 25 años o reposar su cabeza en el hombro de su hyung, pero no creyó que las cosas terminarían así.

No contesto, en su lugar tomo las cobijas que estaban a un lado y las puso sobre sus piernas, una de sus manos acaricio levemente el fuerte y grueso brazo de Jackson, mientras que con la otra dejaba leves palmaditas en su cabello, mientras trataba de controlar su corazón.

Así está mejor.

Jackson levantó su rostro al mismo momento que una mano le daba un golpe en la frente, el castaño volteo de manera preocupada, pues creyó que le había picado un ojo.

Perdón hyung, perdón. ¿Estás bien?

Sus ojos se conectaron y Youngjae estaba seguro que ese sonrojo que veía era aún más fuerte que el de su propio rostro.

Sonrieron, ambos sabían lo que sus miradas gritaban.

El menor cerro sus ojos, el mayor le dio un beso en la frente.

Nunca he estado tan bien cómo ahora.

Y esas tardes de películas, se convirtieron en citas para ese par de corazones llenos de ilusión.


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