Entre Dimensiones I: Un Amor Sin Límites

Arco 1 Capítulo 2

Si ellos dos se conocían de antes era algo extraño que los dos no lograban recordar, pero lo que si sabían era que ese sentimiento era algo que ellos no sabrían explicar ya que al final ¿cómo era posible que se conocieran?

«"Supongo que eso da igual ahora"» pensó

Al final él decidió dejar las cosas así y dejar que el día terminará como cualquier otro.

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Al día siguiente nadie aguantó lo que dijo el profesor, y es que era algo tan maravilloso que todos lo aceptaron.

—Así que espero que todos puedan estar listos para el campamento, y  NO LLEGAR TARDE ¿Me escucharon jóvenes?

—Si profesor— gritó todo el curso

—Me escuchaste Mahover???

Todos los jóvenes del salón lo miraron expectantes.

—Si señor no llegaré tarde se lo aseguro— dijo Mahover

—Muy bien, eso espero así que ya pueden irse.

Todos los jóvenes tomaron sus cosas y salieron del salón, y Mahover no fue la excepción, así que salió del salón con la mochila en su espalda y se fue caminando por los pasillos del colegio, hasta que por un segundo pudo ver a la chica que conoció ayer, a Yumme, que estaba hablando con un chico, o debería decir...

—Lo siento pero no puedo— decía la chica

—¿Pero por qué? ¿Qué es lo que te hace decir que no? Sólo dímelo y me iré sin decir nada más— decía el chico.

—Yo... No lo sé pero lo siento no puedo.

—Vale... supongo que... no podremos serlo.

—Asi es, lo siento— dijo Yumme viendo como el chico se daba la vuelta y se marchaba tristemente.

Mahover viendo esto, y sin saber de donde salió esa opción decidió que justo en ese momento iría a hablarle, total ya estaba justamente al frente.

—Mmm ¿Sucedió algo?— preguntó al llegar allí.

—El... se me declaró pero yo no... lo quiero— dijo Yumme mirando al chico de forma apenas.

—Vaya pobre joven.

—Sí... ¿Si fueras tu que me dirías?

—Mmm... no lo sé eso habría que verlo ¿No?

—Jaja eres tan cerrado a veces...

—Perdón así soy y cambiar es difícil.

—Pero... me agrada, no sé por qué, pero me agrada.

—Eso no es tan raro— dijo mirándola fijamente en sus ojos claros, y fue esa mirada la que les arruinó aquella conversación —Bueno yo ya me voy.

—Ah si vale, bueno mi padre ya viene así que nos vemos ¿Si?

—Vale, nos vemos— dijo caminando fijamente por el frente, y aunque su corazón le decía que se quedará con ella, él no le hizo caso.

Era una sensación tan extraña que ambos no se volvieron a ver hasta el día del campamento.

Y es que esa semana paso rápidamente hasta que llegó el día del campamento.