➸Enamorándose del crimen➸ 《Vkook》

*넷*

Tardaron unos veinte minutos en llegar, pues al paso del Sargento parecía que jamás se acercarían a la puerta.

-¿Sargento Kim?

-Espera... Mis llaves... ¡Agh! ¡¿Dónde dejé las jodidas llaves?!

JungKook suspiró e introdujo la mano en el bolsillo del abrigo en lo que el mayor gruñía molesto. Estaba golpeado, ensangrentado, furioso, resfriado y no encontraba las putas llaves. No era un buen augurio.

-Aquí están.

El mayor observó sus llaves en las manos del otro y se las arrebató, frustrado. Solo necesitaba entrar y tomarse una larga ducha. No quería tener uno de sus ataques de ira en medio de su casa. No quería destruir algo.

Otra vez.

-Pasa, busca si hay algo comestible en la nevera y espérame en el sofá.

Sin más, el pequeño y sucio departamento se sumió en el total silencio. Todo era tan lúgubre y desordenado. Había ropa sucia por todas partes, los potes de ramen y otras sopas instantenas por todo el suelo, libros de todo tipo sobre cualquier superficie disponible y las cortinas que impedían el paso de cualquier tipo de luz.

Pero no olía tan mal, pensó.

Trató de acercarse a la pequeña cocina y verificar si algo de comida se encontraba en el pequeño refrigerador. Al abrirlo solo encontró un trozo de cebolla a la mitad y una que otra cerveza abierta. Cerró sin pensarlo demasiado.

El menor siguió observando desde su sitio, en "la sala de estar", otros detalles que lograran resaltar del lugar. Su mirada se topó con una serie de fotografías en la pared, tres cuadros un poco pequeños que no lograban verse muy bien desde la distancia, por lo que se acercó con un poco de incomodidad por el ambiente.

En la primera que observó había un hombre, de alrededor de treinta años, quien tenía una sonrisa amable y estaba en corbata abrazando a un pequeño y sonriente niño por los hombros. Era una foto de graduación de un chiquillo de no más de ocho años.

Pasó a la siguiente. Una mujer hermosa sostenía una pequeña niña en sus brazos en frente de una casa bastante pintoresca y un chico con sonrisa brillante un poco mayor a su lado. 

Para última, una foto de una boda.

-¿Boda? Pensé que no estaba casado...

Una mujer con un bello vestido blanco sosteniendo un ramo enfrente de una pequeña cúpula.

-Es mi hermana.

JungKook se volteó rápidamente, tragando en seco por ser tan chismoso y metiche, algo que hacía parte totalmente de él y de lo que debía de hacer uso ahora que era policía, empezando en ese momento.

-Se casó hace tres años y es la única foto que conservo de ese día.

El menor asintió sin decir mucho más, esta vez concentrándose en como el sargento se paseaba por la desordenada cocina con una toalla enganchada a sus caderas mientras su pecho se encontraba lleno de heridas abiertas y moretones de todos los colores.

-S-Sargento, alguien debería revisar eso...

-¿El qué?

TaeHyung estaba tomando una de las cervezas abiertas de la nevera con total tranquilidad, como si esos golpes no los sintiera.

-L-Lo golpearon bastante...

El mayor bajó la mirada hacia su cuerpo, como si no entendiera a qué se refería con eso, pero al verlo no cambió de expresión. Sólo alzó sus hombros y continuó con su bebida.