*다섯*

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El mayor soltó un gruñido molesto. El contacto de su piel expuesta con la tela le dolía tanto que se abstenía de producir algún sonido, pues su orgullo de hombre no se lo permitía. 

-¿Podrías ser un poco más cuidadoso? ¡Arde como la mierda!

-Pues si hubiera decidido tratarse en vez de venir a esta pocilga, probablemente no le dolería ahora.

-E-Exacto - dijo cuando sintió un ardor en la piel - "Probablemente" es la única palabra que necesito para no hacerlo.

JungKook rodó los ojos y se colocó de pie.

-Oye, pastelito, ¿a dónde vas?

-¡Que no me llame así!

-Aún debes contarme, n-no creas que dejaré escapar.

El sargento trató de sentarse, pero sentía cada parte de su cuerpo entumecida y le costaba demasiado. El menor suspiró y negó con la cabeza.

-Quédese quieto, no querrá que eso empeore.

-¿Y si eso es lo que quiero?

TaeHyung movió las cejas y el menor fingió una arcada como forma de molestia. No podía creer que ese fuera el pago del mayor por haberlo ayudado, más o menos, además de su propio dinero gastado y sin ápice de agradecimiento.

-Págueme lo que gasté en sus compras, por favor.

Había sonado bastante grosero y altanero con un mayor, pero en ese punto era lo que menos le interesaba. Salir de ahí lo más rápido que le fuera posible era su objetivo, pues él insistía en que le contara lo relacionado con su hermano y no estaba dispuesto, no lo revelaría ni porque su vida dependiera de ello.

-Bien, supongo que es justo... Mi billetera está sobre la mesa de la cocina, toma lo que quieras.

El menor asintió y se encaminó con expresión sería, como solía ser, en búsqueda de la mencionada billetera. La encontró y volvió a la habitación para situarse junto a la cama y, en frente del mayor, contar el dinero justo que había gastado en las compras. Eso, con fines honestos y desinteresados.

-Me iré. No olvide tomar sus medicamentos y limpiarse las heridas.

-Jeon...

El menor hizo caso omiso a su mención, saliendo de la habitación y tomando el abrigo que había dejado en la sala para acercarse a la puerta.

-¡Jeon!

Solo tomó el picaporte y se retiró como si no hubiera escuchado nada.

~🔥~

La mañana se colaba por su ventana, dándole de lleno en su rostro y obligándolo a despertar contra su voluntad. Las últimas pastillas que tomó lo habían adormecido y había caído en cuestión de segundos, pero justo en ese momento se sentía como la mierda.

Tenía todo el cuerpo entumecido y le dolía al más mínimo movimiento, su nariz y garganta estaban congestionadas por el resfriado que se había intensificado y su cabeza no hacía más que darle punzadas dolorosas.

Parecía que ese día debía quedarse en casa.

Se estiró todo lo que su brazo dio y tomó su móvil sobre su mesita, marcando el número que la capitana le había dado al entregarle el dichoso portafolio azul.

-Departamento de investigación de la policía militar de Seúl, ¿en qué puedo ayudarle?

-Capitana Choi. Habla el sargento Kim TaeHyung.

Oh! Kim, buen día. ¿Sucede algo?

-Si, bueno... N-No me encuentro muy bien. Hace poco pesqué un resfriado y... Y ayer sucedió algo que me dejó un poco herido así que...

➸Enamorándose del crimen➸ 《Vkook》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora