03.- Piratas.

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Piratas.

El caribe, 1719.

Naruto vivía una vida de aburrimiento.

Había vivido un largo tiempo como Pirata, pero no estaba satisfecho, quería más.

Era famoso, pero sentía que algo le faltaba, sus hombres le llevaban tesoros legendarios, y los guardaba, pero no llenaba el vacío... Quizá sí, pero sólo un poco.

Decidió desembarcar en New Providence, las Bahamas, y reclutar más gente para irse a buscar más barcos y más tesoros, además de ponerse hasta el fondo con el ron del lugar, aclamado por todos los piratas como uno de los mejores del caribe.

Entró al bar, lleno de barriles de ron, así como de idiotas borrachos que, ante la mínima oportunidad, podrían servir como carne de cañón o como leales grumetes de su tripulación.

-Así que, ¿tú eres el famoso Naruto Uzumaki, el zorro del mar?- dijo una voz seductora a su espalda.

-Sí, soy yo, ¿qué es lo que quieres?- dijo el pirata rubio con molestia.- Sólo vengo a reclutar gente, no a contratar los servicios de una cortesana.

-No soy ninguna cortesana, Naruto- dijo la mujer mientras se sentaba frente a él.

Ojos perlados, piel blanca, una camisa holgada que, por la postura de la mujer, dejaba mostrar sus pechos, unos pantalones de marino negros holgados sostenidos por un fajín y un par de zapatos con un pequeño tacon , más que una cortesana, parecía una niña jugando a ser pirata.

-Entonces lárgate, las niñas bonitas no deberían estar en este lugar de imbéciles buenos para nada- contestó el rubio con fastidio.

-Supongo que tú eres un buen hombre, ¿cierto?- contestó la chica mientras se levantaba del lugar.

-Sólo vengo a darles a estos inútiles algo mejor que hacer, surcando los mares con el apoyo del viento, el destino a nuestra espalda, y con mejor propósito en la vida que ahogarse en ron sin el mínimo esfuerzo.

Dicho esto, se levantó y se dirigió hacia una de las mesas donde estaban tres sujetos, dando una patada a las patas de la mesa, la rompió, haciendo caer a los ebrios.

-Decídanse, sabandijas, seguir ahogandose en ron, o seguirme y dar a sus vidas un mejor propósito- dijo Naruto con soberbia.

-¡¡¡Siempre te seguiremos, zorro del mar!!!

-Mi barco está anclado en el muelle, ¡¡¡SI ALGUIEN MÁS TIENE LA HOMBRÍA SUFICIENTE PARA SER UN AVENTURERO, EL "JINCHURIKI" LOS ESPERA EN EL MUELLE, SI DECIDEN SEGUIR SIENDO UNOS VAGOS SIN REMEDIO, QUÉDENSE EN ESTE BAR!!!

-¡¡¡NO SOMOS VAGOS SIN REMEDIO!!!- gritaron los hombres mientras se levantaban torpemente.- ¡¡¡BENDITO SEAS, ZORRO DEL MAR!!!

Todos los hombres salieron del bar, mientras Naruto sonreía satisfecho.

-Perdí 3 hombres en combate contra la marina, hoy junté veinte hombres, pero si juzgamos su estado etílico, 5 caerían antes de llegar al barco.

-No creo que hombría sea la palabra adecuada para reclutar gente- dijo la mujer mientras le seguía.

-Si necesito diversión, te llamaré, preciosa, mientras tanto, ve a casa con tus papis, deben estar preocupados por ti.

-Mi madre murió cuando era niña, y mi padre murió en un incendio provocado.

-Lo siento, pequeña.

-Si es por mi madre, gracias, si es por mi padre, no lo sientas, el hijo de perra me desheredó.

-¿Acaso no tienes familia?

-Sí, mi marido, un marinero de agua dulce, gracias a él conozco este mundo pirata, pero no he salido en altamar.

El pirata la vió, con el fajín atado a su cintura, podía ver la encantadora figura.

-¿Entonces qué negocios tienes conmigo.

-Quiero unirme a tu tripulación, aunque no tengo "hombría", tengo valor, y eso es más que la hombría, esos sujetos sólo te siguieron porque pensaron con el pene, yo sé lo que quiero, y lo que quiero es salir de aquí.

Naruto suspiró con cansancio.

-El mar no está hecha para ti, mocosa engreída...

-El mar no está hecho para nadie, sólo alguien con suficiente Valor puede embarcarse e ir de cacería.

Naruto se inclinó hacia la chica, mientras sonreía con lujuria.

-Te retaré a duelo, si pierdes, te harás mi amante, pero aquí te quedas...

-Si gano, me voy contigo, y esto- dijo la chica mientras pasaba una mano por su cintura.- Nunca será tuyo.

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Se sentía frustrado.

La mocosa resultó ser mejor de lo esperado para la esgrima, por lo que no pudo concentrarse, además de que, por confiado, pensaba más en hacer suya a esa mocosa.

Pero tenía palabra de pirata, no, Palabra de Hombre, e iba a mantener su honor.

Hinata, como ella se identificó después de unirse a la tripulación, era fuerte, no sólo para pelear cuerpo a cuerpo con hombres de su tripulación, habiendo casi matado a golpes a un hombre que había intentado abusar de ella, sino que tenía autoridad para poder mandar a todos a su antojo.

Pensaron que ella sería la cocinera, por lo que algunos decidieron mandarla para el puesto.

Error, ella los mandó al carajo, es decir, la canastilla del mástil más alto del barco, y ahí quedaron 2 días sin comer.

Era hábil, tenía la experiencia dada por los amigos del esposo de Hinata.

Naruto veía orgulloso a la mujer mientras, en su mente, una loca idea surgía.

-No cabe duda, una mujer tiene los pantalones mejor puestos que muchos hombres de aquí.

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Tras un ataque exitoso, una tripulación fue capturada, y todos los hombres a bordo del barco rival fueron puestos a disposición.

Fue ahí donde Hinata conoció a su mejor amiga, una mujer llamada Tenten, que estaba disfrazada.

Naruto la descubrió, pero por el cambio en sus ideologías, la dejó estar, siendo la amiga más cercana de toda la tripulación.

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-Naruto- dijo Hinata mientras entraba a la habitación del rubio.

-¿Necesitas algo?- preguntó el capitán.

-Te necesito a ti, el tiempo que hemos estado juntos como piratas, peleando juntos, me he dado cuenta que, estoy enamorada de ti.

La chica lo besó con intensidad, mientras el rubio estaba sorprendido.

Por su palabra, había jurado no tocar un pelo a esa valiente mujer.

-Puedes romper esa absurda palabra, porque he decidio entregarme a ti- dijo la chica mientras cerraba la puerta, dejando caer un vestido de dormir.

-¿Estás consciente de que no podrás salir en toda la noche?- preguntó Naruto.

-Eso demuéstralo.

Mes NaruHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora