Mes NaruHina

09.- Sugar Mommy

09.- Sugar Mommy

Sin duda alguna, él era alguien dedicado a los estudios.

Siempre lo había sido, recibiendo becas para estudiar en las mejores escuelas, cuando llegó el bachillerato, decidió que el gasto de sus padres sería netamente para gastos regulares, él pagaría hasta los pasajes de ser necesario.

Pero faltaba un poco para salir...

Había aspirado a la Universidad de Columbia Británica, en Vancouver.

El hospedaje no era problema, el campus contaba con habitaciones.

Las colegiaturas anuales tampoco eran problema, podría pagarlas gracias a ser un estudiante de excelencia en toda su carrera escolar, por lo que la misma escuela lo había becado de forma totalitaria, al menos por tres años.

El problema eran sus documentos.

Debido a que sus padres estaban pasando por una situación bastante precaria, hablando económicamente, no había podido realizar los trámites necesarios para lograr su residencia.

Claro estaba que faltaban seis meses, pero entre tantas cosas que estaban ocurriendo, dudaba mucho si podía lograrlo.

-¿Eso es lo que te molesta?- dijo su novia a su lado.

Bueno, más que eso...

-Sí, Pero dejemos mis problemas a un lado ¿qué tal vas tú con tu trabajo?

-Ah, no me hagas hablar de eso, estoy a nada de renunciar, tal vez...

La mujer a su lado, cabello negro, ojos perlados y una sonrisa encantadora, además de un cuerpo bastante seductor, veía al rubio con ternura.

Ese día habían decidido ver un maratón de películas para distraerse.

-Estoy muy estresada, nunca pensé que, a pesar de tener una carrera con gran remuneración económica, me sentiría de esta forma.

La mujer tenía horarios bastante complicados, así como él, por un curso de preparación para la universidad y el trabajo, por lo que esos días eran los más preciados para ella.

Le puso muy triste cuando supo que su querido "niño" se iría a Canadá.

Le había gustado desde aquel primer día, cuando ella había ido a reclutamiento de personal para los bachilleres.

Cuando él pasó, no pudo evitar quedar prendada en aquel jovencito tan encantador. Definitivamente su tipo, alto, rubio y de ojos azules... Y tenía tan sólo 17 años.

Cuando cumplió la mayoría de edad, ella por fin tomó el valor para invitarlo a una cita. Cosa que él aceptó, pues se habían vuelto extrañamente más cercanos desde que él entró a trabajar como técnico de software.

Cuando él tenía 19 años, se habían vuelto oficialmente novios... A pesar de que ella contaba con 26 años ya.

Y tras un año de relación...

-Querida Hina, tengo que ir a estudiar a Canadá, quiero superarme y dar lo mejor de mí.

Esas palabras rompieron su corazón, él era joven y ella una vieja, ¿cuánto tiempo pasarían antes de que el rubio se fuese de su vida al conocer a una jovencita de su edad?

-Podría irme a Vancouver- dijo la mujer, a lo que el rubio miró con sorpresa.- Tendría que arreglar mis documentos y...

Naruto no podía aceptar nada de lo que ella le ofreciera, dinero, regalos costosos.

A veces los pequeños detalles los aceptaba, pero en cuanto a objetos grandes que él deseara, sólo ahorraba y los compraba... pero ahora era distinto, sabía que era egoista pedirle algo así... pero...

-¿Podrías...?

Las palabras no salían de su boca, se habían atorado justo en su garganta, porque él no podía pedirle algo así, no tan...

-Claro, si es por estar contigo, y salir de esta deprimente y muy exigente vida- dijo la chica con una sonrisa, enfatizando el muy.- Yo encantada de pagarlo.

El rubio suspiró, era la primera vez que su novia le pagaría algo, por lo que a su mente acudió el...

-Sólo espero que el "Sugar Mommy" no pase por tu mente, apenas te supero con 6 años como para que me hagas sentir una anciana.

El rubio sólo reía mientras la jalaba hacia él.

-¿Sabes?, nunca pensé que te sentirías igual que yo... no quería dejarte aquí, y arriesgarme a que me dejaras por un hombre mayor a mi.

Hinata sonrió, era tan tonta si pensaba que él pensaría en dejarla,

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Un año después.

-Hina, ¿estás en el departamento?- preguntó el rubio desde el móvil, mientras estaba en el autobús rumbo a Vancouver.

Las vacaciones de verano habían comenzado, y a ambos se les permitió la residencia, a Naruto como estudiante y a Hinata como trabajadora de reclutamiento en la ciudad.

Habían adquirido un departamento gracias a la división de gastos entre ambos, Naruto trabajando de medio tiempo en su facultad como técnico de mantenimiento de software.

Gracias a ello, podría librar las molestas estancias, por lo que podría dedicarse al ciento por ciento en sus estudios.

Hinata no podía estar más feliz de ver su salario incrementado en el poco tiempo que llevaba. Incluso por la elaboración de proyectos para las nuevas campañas.

Ambos merecían un descanso, por lo que Hinata pidió vacaciones para la semana posterior al inicio de vacaciones de Naruto, su "niño".