Capítulo 3

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Nota: cualquier error de adaptación me lo dejan en los comentarios plis.

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La música pop que sonaba en los aledaños de la piscina era uno de esos ritmos machacones que Naruto consideraba sólo para los muy jóvenes. Como a primera vista no parecía haber nadie, resultaba totalmente innecesaria e incongruente en un sitio tan pacífico. Hasta que encontró la explicación del motivo de tanto ruido en la ropa, el bastón junto a la radio al lado de una de las tumbonas y la cabeza de Daisuke surgiendo del agua azul. Claro que la música sería más que sólo diversión. Probablemente el muchacho la usaba para orientarse y poder encontrar su ropa al salir de la piscina.

Naruto se acercó a la radio y bajó el sonido un momento, para volverlo a subir enseguida. El truco funcionó, porque Daisuke nadó hasta sujetarse en el borde de la piscina, la cabeza ligeramente de lado, intentando adivinar quién estaba allí.

-Soy yo, Daisuke -dijo alegre cuando él se izó fuera del agua-. ¡Qué música más genial!

-¿En serio? Todos se quejan del tipo de música que escucho.

Un cardenal salió como un rayo rojo de una palmera y planeó sobre la casa, su plumaje brillante como la sangre contrastaba con el tejado blanco.

-Creo recordar que le decía lo mismo a mi papá -admitió sincero. Esperaba que la sonrisa se la notara en la voz.

El sutil intento de demostrarle que estaba de su parte lo hizo pensar un segundo.

-Eres más joven que él, ¿no? -dijo mientras se dirigía sin dificultad hasta su ropa y, echándose en la tumbona, comenzaba a frotarse vigorosamente con una toalla. Era alto para su edad y en su joven cuerpo se adivinaba el físico que tendría en unos años.

-¿Quieres decir tu padre?

Daisuke no respondió y su cara reflejó hostilidad nuevamente mientras tanteaba el suelo buscando su camiseta. Naruto estuvo a punto de ayudarlo, pero se contuvo.

-Con respecto a lo que dijiste antes, no soy su novio -porque era verdad, ¿o no?-. Nos conocimos hace mucho, hace realmente mucho. No sabía que yo vendría.

Ojalá le creyera. Por algún motivo, consideraba importante que el hijo de Sasuke sintiera que era su amigo. Él pareció captar la sinceridad de su voz, porque dijo:

-Nunca para aquí. Siempre está trabajando - había una nota de resentimiento en la joven voz.

Naruto dijo con suavidad:

-Es un hombre muy ocupado.

A pesar de la música Naruto lo oyó bufar:

-Antes no lo estaba tanto -tiró de la camiseta para ponérsela.

-A veces las presiones laborales nos roban el tiempo de quienes queremos - intentó explicar.

-Antes no. No mientras mamá vivía -lo sobresaltó, mientras buscaba con los pies las chanclas-. Soy yo...

-No seas bobo -Naruto empujó una zapatilla silenciosamente para ponerla a su alcance.

Cuando el muchacho explotó otra vez, deseó haber sido más cauto.

-¡Y tú qué sabes! -lo acusó, calzándose de una vez-. ¡Debí imaginar que te pondrías de su parte! -agarró la radio y la toalla y se fue con sorprendente rapidez a la casa.

Cuando Naruto volvió a la casa, oyó el sonido de la radio otra vez, aunque no tan alto, que provenía de la habitación de Daisuke. Decidió dejarlo solo de momento y se dirigió a su habitación a deshacer la maleta.

The Wedding BetrayalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora