Capítulo 7

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nota: cualquier error en la adaptación déjenlo en los comentarios :)

Naruto llegó sin aliento al sitio desde donde Daisuke había caído. Se acercó con cuidado al borde y se asomó. ¡Gracias al Cielo no se había caído al agua! ¿O era eso peor? Daisuke yacía boca abajo en un saliente de roca. Tenía una postura extraña.

-¡Dai!

El muchacho permaneció inmóvil a pesar de su grito consternado y Naruto se cubrió la boca con las manos, los ojos oscurecidos por el miedo. ¿Y si estaba malherido? ¡Y si...? Hizo un esfuerzo por mantener la calma y buscó la forma de llegar a él, pero sus pies resbalaban por las desparejas rocas cada vez que intentaba descender, hasta que aceptó que no podría hacerlo y que tendría que buscar ayuda.

-¡No te preocupes, Daisuke! ¡Traeré ayuda! - gritó otra vez, rezando para que estuviese bien y pudiese oírlo-. ¡Enseguida vuelvo!

Tenía que encontrar a Sasuke, pensó desesperado mientras corría hacia la casa, su mente un torbellino de pensamientos caóticos. Pero Sasuke no estaba, se había ido la noche anterior y no había vuelto. Podía traer a Simon, pero era un hombre bastante mayor y no muy ágil. Mikoto tampoco serviría de gran cosa. ¿Que debía hacer? ¿Pedir una ambulancia? ¿Llamar a los guardacostas? Remontó el sendero hacia la casa y subió los escalones de la galería, mirando brevemente hacia atrás, hacia donde se hallaba Daisuke, cuando chocó con algo sólido y cálido.

-¡Sasuke! -jadeaba tanto que apenas si pudo decir su nombre. Los pulmones le ardían por el esfuerzo.

-¿Qué sucede, Naruto? ¿Qué pasa? -la preocupación le marcaba profundas arrugas en la cara, oscurecida por la barba de un día. Tenía el pelo revuelto, despeinado por el aire-. ¿Qué pasa? -su mirada recorrió el rostro angustiado y sus dedos se clavaron en sus brazos cuando casi lo tuvo que sacudir para que dijera algo.

-¡Es Dai! -nunca se había puesto tan feliz de ver a alguien. Deprisa, entre entrecortados jadeos, lo puso en antecedentes. Ahora que él estaba allí, podía manifestar su frustración. Él tomaría las riendas del tema-. Mikoto dijo que estaba en la galería. No sabía que iba a irse caminando así. ¡No lo sabía, Sasuke!

-¡No te preocupes ahora!

Todavía llevaba la camisa de la noche anterior, pero la consternación que había sufrido por su revelación fue dejada de lado temporalmente, porque la situación era más perentoria y requería acción inmediata. Comenzó a bajar los escalones.

-¡No, por ahí no! -lo llamó cuando el rubio se dirigía al acantilado-. ¡Si vamos por ahí perderemos un tiempo valioso!

Por supuesto que él sabía, pensó naruto, deseando tener su velocidad y presencia de ánimo mientras corría detrás de él hacia el muelle. Cuando llegó hasta él, Sasuke lo ayudó a subir a la motora.

-¿Qué vas a hacer? -jadeó.

-Tratar de llegar por abajo, en vez de por arriba -respondió sobre el súbito ruido del motor-. ¡Por el amor de Dios, siéntate!

Naruto obedeció, con el corazón en la boca. Ya se alejaban de la pared del muelle y se acercaban a la masa rocosa. ¿Cómo estaría Daisuke? ¿Consciente? ¿Vivo? No había caído mucho, pero dependiendo de la caída y de la fuerza del impacto, podría haberse hecho poco daño, grave, o fatal. El corazón le seguía latiendo a la misma velocidad, su bombear sólo impulsado por el miedo, cuando Sasuke acercó la lancha al promontorio de rocas y la ató a un árbol.

-Quédate aquí -ordenó mientras sus capaces manos daban un fuerte tirón a la cuerda para asegurarla.

-No -lo desafió, poniéndose de pie cuando él estaba por salir de la barca. Después de todo, necesitaría toda la ayuda posible-. Voy contigo, así que no trates de detenerme.

The Wedding BetrayalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora