Capítulo 10

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Nota: cualquier error de adaptación déjenlo en los comentarios:)💜



Naruto lo miró incrédulo, y él volvió a repetirlo.

—No soy tu hermano. ¿Crees que la atracción que sentimos sería tan poderosa si lo fuéramos?

Naruto logró recuperarse y se soltó de sus manos, apoyándose en la mesilla de Temari, pintada de un estridente color rojo.

—¡Es por el pasado! ¡Por lo que creíamos que podíamos lograr! ¡No puedes hacer como que tu padre mintió así como así!

—¿Que no puedo? —una oscura emoción le endureció las facciones—. Pues lo hizo.

—¿Hizo qué?

—Mintió.

Naruto lanzó una amarga carcajada.

—¿Y lo puedes probar?

—Ya sé. Es de risa, ¿verdad? —estaba enfadado ahora. Realmente enfadado—. Que una persona pueda manipular tantas vidas por su propio y egoísta interés. Pero eso es lo que hizo, Naruto. Al margen de lo que pensase de ti, quería la fusión con los Haruno por encima de todo, y mi boda con Sakura era parte de esas ilusiones que venía alimentando hacía tiempo. La única persona con quien su hijo se podía casar era con la hija de los Haruno. Luego llegaste tú y le arruinaste los planes, hizo sus averiguaciones y cuando se enteró de que no sabías quién era tu padre, fue coser y cantar. Hizo todo lo posible por separarnos y asegurarse de que tú desaparecerías para siempre. ¡Y lo logró!

—¿Qué quieres decir? —¿Por qué hablaba así? ¿Adónde quería llegar?

—¡No soy tu hermano! —repitió por cuarta vez—. Puede que papá tuviese una aventura con Minato, tu papa, quizás no mintiese con respecto a eso. Pero aunque hubiese sucedido, nunca podrías haber sido mi hermano.

El rubio cabello de Naruto enmarcaba un rostro pálido y serio.

—¿Qué dices?

—Mi padre era estéril —dijo Sasuke escuetamente. Naruto no dijo nada, hasta que por fin, logró asimilar la información.

—Pero... pero te tuvo a ti —le recordó.

—Mi madre me tuvo a mí —corrigió él. Naruto lo miro azorado. Dudó. ¿La distante y correcta Mikoto Uchiha había tenido un romance clandestino?

—Quieres decir...

—No, no es lo que piensas —le aseguró Sasuke, leyéndole el pensamiento—. Cuando se enteraron de que no podía tener hijos, mi madre se puso en contacto con una clínica para poderme engendrar. Mis padres acordaron que cualquier descendiente que tuvieran tendría que ser hijo de al menos uno de ellos, en vez de adoptado. No sé quién fue mi padre. Un estudiante de medicina. Probablemente alguien con el correcto calibre mental y físico. ¿No es eso lo que se busca?

Naruto se quedó anonadado, apenas consciente de la música de la fiesta, de los coches que pasaban por la calle. Levantó la vista hacia él. ¿Era verdad? ¿Era todo verdad? Porque si lo era...

—¿Quién te lo dijo? ¿Mikoto? —preguntó, sin atreverse a creerlo, a creer lo que ello significaba.

—¿Quién, si no?

—¿Pero, por qué? —la incredulidad cedió ante sus emociones—. ¿Y por qué no nos lo dijo aquella noche en la biblioteca? Defendió la historia de tu padre —la rabia surgía ahora de la sorpresa que hasta ese momento le había bloqueado los sentimientos—. ¿Por qué, Sasuke? Sabía lo que sentíamos, ¿no? ¿No fue por eso que insistió en que yo me fuese?

The Wedding BetrayalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora