23:59:55
23:59:56
23:59:57
23:59:58
"Ya es hora, todo lo que construimos no será más que recuerdos". Pronunció una voz desconocida, profunda y resonante con autoridad y poder.
Pero no habia nadie para comentar referente a eso.
Nadie que realmente pueda comprender la profundidad de sus palabras.
23:59:59
"Adiós, Ainz Ooal Gown". Dijo con total pesar, un ser desconocido dándole una última mirada a todo lo que él, y sus compañeros, construyeron. Antes de cerrar los ojos, y despertarse en su asquerosa y patetica vida normal a la que estaba condenado a vivir.
Sus únicos testigos, fueron las creaciones de sus compañeros. Sus hijos, en otras palabras. Que ahora desaparecen con todo lo que construyeron juntos.
O eso es lo que se esperaría.
00:00:00
00:00:01
00:00:02
00:00:03
"... ¿He?". Abriendo los ojos nuevamente, Momonga esperaba encontrar su triste y solitario departamento, pero envés de encontrar una triste recámara de una sola persona.
Encontró cortinas de tela blanca rodeándolo, un techo de piedra gris que se elevaba unos metros sobre él. Se encontraba acostado en una cama de sábanas blancas, una cama de hospital, si es que tiene que adivinar, pero. ¿Por qué estaba aquí? En primer lugar.
Antes de que Momonga pudiera seguir cuestionando su cabida en ese lugar, una voz femenina y llena de preocupación lo sacó de sus cavilaciones.
"¡Arthi!". Momonga volteó hacia la derecha, a tiempo suficientemente para ver a una mujer de cabellos rubios, ojos azules y vestida ropa antigua, como lo haría la nobleza Humana en Yggdrasil.
Antes de poder registrar lo que pasó, la mujer desconocida le da un gran y aplastante abrazo, abrazo que amenazaba por asfixiarlo, si no fuera por sus grandes resistencias físicas.
"Mamá ... ". Pronunció Momonga de manera inconsciente, casi instintivo en este momento donde su mente está en estado de desconcierto.
La misma solo responde apretando aún más el abrazo.
Momonga solo cierra los ojos mientras corresponde al abrazo y disfruta del calor familiar, se quedaron así durante un rato, uno que Arthas disfruto en su corazón.
"¡Arthi!". Llamó una voz infantil, interrumpiendo el abrazo.
Una chica, una pre-adolescente. Entró en la habitación y se auto incluyó en el abrazo de manera repentina.
La mujer la acepta felizmente en el abrazo, Momonga de manera un poco más precavida, algo que ni la chica ni la mujer notaron o sintieron.
Se quedaron así hasta que otra voz interrumpe el momento.
"Es bueno ver que estés despierto, hijo". Llamó una nueva voz, la de un hombre ya adulto.
El abrazo termina, entristeciendo un poco a Momonga. La mujer y la chica lo sueltan y se ponen a cada lado de la cama de de Momonga, el hombre se acerca a paso firme.
Solo siendo capaz de ver cómo el hombre se acerca, en cualquier otro momento, Momonga se habría puesto en guardia y preparado algún hechizo. Pero, algo dentro de él le dijo que no hacía falta, que el hombre no le haría daño.
ESTÁS LEYENDO
Un Señor Supremo en Azeroth
PertualanganAl finalizar el juego, y como un homenaje al tiempo y al esfuerzo que conllevo la construcción de Ainz Ooal Gown. El actual y último líder del gremio, quiere despedirlo como se lo merecía, pasando los últimos minutos en el lugar que tanto esfuerzo c...