One-Shots/Two-Shots GonKillu (GonxKillua)

Aquél chico en el lago.

Cada 07 de Julio, a las 7:00PM un chico va al lago del bosque cercano a su casa. Es albino, de ojos azules, y lo sabe porque puede ver su reflejo desde lo alto del árbol en donde acostumbra pescar. Lo ha visto crecer.
Con decir que lo ha visto unas cinco veces te das una idea de cuántos años lo ha observado. Con 12 años de edad, Gon por fin reúne el valor de hablarle.
Por eso está tan ansioso en su pupitre, son las 5:15PM, y su profesora parece no dar por terminada la clase. El moreno realmente quiere acelerar el tiempo, quiere que marquen las 6:30PM para poder ir a casa, cambiarse, e ir al bosque tan rápido como puede. — Saquen sus libros en la página 42. — No, no quiere leer, mucho menos exponer. Lo que quiere es ir al bosque, y esperar paciente al chico albino, con la esperanza de ser deleitado con su bella voz, pues solía hacerlo tras haber pasado un par de minutos viendo al vacío.
Dejó de escucharlo cantar a la edad de 9 años, fue allí cuando la voz y melodía fueron retenidas, y se quedaban en silencio. Probablemente, sin que el chico supiera de su existencia.
De hecho sabía su nombre, o parte de el. Una señora de ropas extravagantes lo gritó fuerte, y claro, en la lejanía, cuando tenía 10 años. — ¡Killu! ¡Killu! — Y el albino reaccionó rápido.

( . . . )

Pero no estaba, Gon no lo entendió en su momento. Ya son las 7:00PM, ¿Dónde estará?, pensaba inocente.

Comenzaba a dudar de que apareciera, realmente tenía esperanzas. Cada año venía sin falta, ¿Porqué ésta vez sería diferente?

Y acertó, porque a las 7:43PM su rebelde cabellera fue lo que logró captar su atención.

A paso lento se sentó en la orilla del lago, como solía hacerlo. Y Gon se asomó con cuidado entre las ramas, para toparse con los ojos azules cristalizados.
Killu estaba triste, y lo demostraba en pequeñas lágrimas que se deslizaban por sus pálidas mejillas.
Gon ese día estaba determinado a lograr su cometido, pero aquella diferencia en la rutina fue lo que convirtió su plan en pedazos. Porque realmente quería hablarle, e iba a hacerlo hasta que sintió la vergüenza inundarle. ¿Realmente le hablaría a un chico que ni sabe de su existencia? Pero no es nada anormal. Si se dijera eso cada vez que va a un sitio diferente no tendría nuevos amigos. Por alguna razón, ese chico era la excepción.

Killu desvió su mirada a alguna parte del lago, y sonrió suavemente. Con sus manos se limpió lo mejor que pudo el rostro, y dejó escapar una suave risita. — Ey... ¿Estás allí, no? Siempre lo estás. — Gon jadeó sorprendido, intentó pasar desapercibido, pero a los segundos supo que era inútil.

Así que con pequeños saltos, y apoyándose en las ramas, llegó a tierra. Nunca antes lo había visto desde tan cerca, y aunque era solamente su espalda Gon se sintió de las personas más afortunadas del mundo. De hombros pequeños, y con ropa holgada, como supuso el chico era un poco más alto que el. — Siempre me observas como un acosador — se sonroja. —, ¿Porqué ahora tienes miedo de sentarte a mi lado? — El chico gira el rostro para verlo mejor. Era la primera vez que se veían cara a cara, y nunca olvidaría ese momento. — Soy Killua.

— . . . Y yo soy Gon. —- Gon siempre estuvo concentrado en el reflejo del contrario, y cuando tomó asiento, grande fue su sorpresa, cuando el árbol en donde solía observarlo, también salía reflejado.

( . . . )

Todos sus cumpleaños, desde los 7,  Killua va al lago que está cerca de la casa de su madre. Cada 07 de Julio a las 7:00PM, Killua va al lago cercano a su casa, y ve desde el reflejo del agua a un chico en la cima de un gran árbol. Es azabache, de ojos miel. Puede decir que lo ha visto crecer, a pesar de que solamente ha visto sus ojos, y cabello.

Gon y Killua son mejores amigos, y cada cumpleaños del segundo, van al lago para conmemorar su amistad.

Gon y Killua son novios, y cada cumpleaños del segundo, van al lago para conmemorar su amor.