La Leyenda -Fantasía-

653 71 0
                                    

Resopla y sacude su blusa que se ha pegado a su cuerpo, mira hacia todos lados y apresura el paso para llegar a su destino.

Sonríe al escuchar el ruido del agua cristalina, baja con cuidado la pendiente que la llevará al rio, donde se sumergira en sus deliciosas aguas.

Suelta la cola que ata su cabello, se cerciora que es la única que está en el rio y comienza a desnudarse, siente los rayos de sol acariciando sus senos desnudos, termina de desnudarse y camina hacia el río, con cuidado se va sumergiendo en sus aguas cálidas.

Su cuerpo empieza a refrescarse, cierra los ojos mientras deja que su cuerpo flote, adoraba bañarse en el río.

Sintió un escalofrío que recorrió su cuerpo, abrió los ojos y miró alrededor, no había nadie. Se encogió de hombros pero igual se movió de lugar, nado hasta las raices de un viejo árbol subió a ellas y se recosto totalmente desnuda sabiendose sola.

Escuchó el chillido de un ave que alzó vuelo, el escalofrío la volvió a recorrer, esta vez sintió miedo, miró alrededor pero no había nada, no se escuchaba ninguna rama quebrarse con el peso de alguien.

Su mirada se poso a la orilla donde estaba su ropa, maldijo por lo bajo al ser descuidada, no debió nadar hasta el otro lado.

Se incorporó con cuidado y decidió meterse al agua, tomaría su ropa y se marcharia pero fue ahí cuando se detuvo, escuchó como si algo se había tirado al agua, miró una vez más pero no había nada.

Se abrazó a si misma mientras el miedo se apoderaba de ella, sentia un nudo en la garganta, las palabras quedaban atoradas.

Las piernas le temblaban, pero con dificultad se puso de pie, fue ahí cuando pudo ver que las aguas se revolvian, cómo si algo nadaba.

Llevó una mano para cubrir su parte íntima y la otra sus voluptuosos pechos.

Su corazón temblaba de miedo.

—¿Quién anda ahi? —murmuró pero no recibió respuesta alguna, levantó la mirada al escuchar el revuelo de las aves en los árboles, los animales estaban inquietos, eso le daba más pánico.

Fruncio el ceño al ver que de las aguas se asomaba una cola, empezó a temblar, sentia que iba a desfallecer. Si era una serpiente, ella seria su cena. El árbol en el que ella estaba, se encontraba casi en medio del río, se encontraba atrapada.

Queria gritar pero se contuvo, ella no podía hacer ruido, no llamaria la atención de la serpiente, ella no queria morir. Tenia tantos sueños, uno de ellos era casarse y tener seis hijos. Era huérfana y deseaba tener una familia.

Sabia que nadie en el pueblo visitaba el río, la mayoría estaba absorto en sus asuntos y el río no era uno de ellos. No, con la leyenda que existía el lugar no era visitado, salvo en comitivas que formaban y sus visitas no eran más de dos horas.

Las aguas se tranquilizaron, miró hacia todos lados y su corazón casi se detuvo al observar el ser gigante que iba saliendo, llevó su mano a su boca para no gritar, ese ser iba arrastrándose en la otra orilla del rio, se detuvo y vio que se irguio sobre su cuerpo liso, juraria que su mirada se poso en ella, tragó grueso y sintió que de su cuerpo escapó la orina. ¡La habia visto! La iba a devorar y nadie sabría lo que le habia pasado, la gran serpiente era una leyenda, su cuerpo brillaba por la luz del sol, no supo cuánto tiempo pasó, ambas viendose pero si se enteró que la serpiente volvió su cuerpo a la tierra y se alejó de ahi, lejos del río y de ella...

Cuando estuvo segura que no estaba se tiró en el agua y busco su ropa, odiaba los largos vestidos que usaban asi que en rebeldia hacia el mundo se había colocado los pantalones de su padre pero sabia que si la gente del pueblo la veian asi, serian capaces de apedrearla y hasta de acusarle de bruja.

Historias de amor y algo masDonde viven las historias. Descúbrelo ahora