Cap 1; Feliz cumpleaños Dan!

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Cap 1: Feliz cumpleaños Dan!

Apresuré mi paso, era el cumpleaños de Dan y ya tenía un montón de mensajes de Matilda en mi celular indicando que iba atrasado –como sí no lo supiese–. Decidí cruzar por el centro del Hyde Park, el cual parecía más expedito que la avenida principal.

Un montón de personas se encontraban amontonadas, intente que la curiosidad no me ganará y seguí mi paso no sin antes de escuchar armoniosos acordes provenientes de una guitarra acústica. Casi corriendo divise el apartamento de Dan para dar unos leves golpes en la puerta y encontrarme con su rostro.

-          Enhorabuena eh!– Le abrace cortamente dándole leves golpecitos en la espalda.

-          Disculpa, he tardado más de lo pensado viejo– Conteste separándome.

-          No tienes por qué pedir disculpa… Aunque tu chica esta como una bestia– Esto último lo murmuro. Lance un bufido y este río.

Quite mi abrigo para dejarlo colgado en la entrada y así, entrar a saludar a todos los amigos que habían venido. Quite mi gorro para luego menear mi cabeza y secarlo un poco.

-          Uhg que me mojas!– Gruño la ojiceleste.

-          Cómo estas amor?– Prensé mis labios con los de ella sin recibir mucha respuesta.

-          Pues cómo crees?... Llegue aquí a las 8 esperando verte y no estabas!– Exclamo.

-          Tranquila Matilda, deja al chico respirar– Río Tristan.

-          Cuando lo hago es que me deja esperando como dos horas!– Chillo indignada.

-          Perdóname bebé– Acaricie su pierna y está la quito.– Qué ocurre?.

-          No es nada J– Dijo sonriendo.

-          Vale… Hoy luces hermosa– Le sonreí.

Traía un vestido un poco más arriba de su rodilla, no era tan ceñido lo que hacía ver no tan delgada. Como siempre ella no llevaba maquillaje, lo detestaba y supongo que entre más natural mejor. Amaba a las chicas al natural.

-          Claro que me veo bien– Bufo.

-          Que modesta– Gruñí no queriendo seguir el tema.

Entre cerveza y cerveza Matilda perdía cada vez más la compostura soltando palabrota que existiese a colación.

-          Yo amo este hijo de puta– Chillo tomándome desde el cuello. Yo solo fingí sonreír.

-          Son tan lindos– Agrego Dan ya ebrio.

Debo admitir que en un principio me encantaba que fuese una chica grosera pero había algo de mi empedernido enamorado que extrañaba y era, lo romántico. Matilda no sabía tener aquella mezcla, siempre caía en lo primero, solo decía graserías y Dios!, cuando discutíamos ella no sabía controlarse y solo resolvía los problemas golpeándome o golpeándose a ella, lo cual detestaba.

Hacía tiempo que ya estábamos mal pero no había podido terminar la relación porque a pesar de todo sentía que la quería demasiado como para dejarla sola en aquel momento que estaba pasando. Y es que la separación de los padres afecta a cualquier edad y yo no podía ser tan insensible como para romper con ella cuando más me necesitaba.

-          En qué piensas hermano?– Resonó la voz de mi mejor amigo.

-          No es nada Dan… Hey sabes pasaba por el Hyde Park y oí a alguien…

-          Alguien hombre o mujer?– Cuestiono Matilda en un segundo.

-          No lo sé Mat… Y la guitarra sonaba de una forma…

-          Cómo es que no sabes sí es hombre o mujer– Insistió mientras se soltaba uno que otro hipo.

-          Dios! Deja terminar al pobre hombre– Acoto Dan y yo lo agradecí.

-          Solo estoy preguntando… No es así bebé– Se recostó en mi hombro haciendo un
leve puchero. Acaricie su rostro y bese sus labios.– Te amo.

Le sonreí tiernamente no pudiendo responder, y el hecho que estuviese pasada de trago hizo que no se percatará para luego seguir hablando con Liz, su mejor amiga.

-          De qué hablan chicos?– Pregunto Tristan entregándome una cerveza.

-          Aún no ha terminado de hecho– Río Dan.

-          Le contaba a Dan que oí a alguien tocar muy bien la guitarra por Hyde Park– Dije sorbiendo la cerveza.

-          Ah!– Exclamo– Toca espectacular, eh

-          Sí… aunque no he podido escuchar mucho, vine muy apurado a aquí– Conteste.

-          Además que es una chica muy linda– Agrego Tristan.

-          Una chica?– Pregunte.

-          Sí, no la has visto?

-          Como decía no me dio tiempo– Aclare.

-          Siempre que vengo para acá la escucho unos minutos– Comento– Siempre se pone cerca de las 8 pm hasta las 10 pm pero ahora que ya ha empezado a nevar pensé que dejaría de ir.

-          Vaya! Tengo a Hyde park… Está al lado y nunca la he escuchado– Río con hipo.

-          Estas tan ebrio Dan– Le acuse divertido.

-          Culpable– Río.– No todos los días se cumplen 27 años.

-          Así es viejo, salud– Los tres brindamos para luego beber de la cerveza.

A cuesta lleve a Matilda a mi auto, su estado era deplorable había vomitado por lo menos 6 veces y me rogaba que le sostuviese el cabello sino lo pagaría caro. Yo solo la miraba fastidiado, suelo tener bastante paciencia pero desde que estaba como Matilda sentía que ella intentaba probarme hasta qué punto la soportaría y aquello me estaba cabreando.

-          Dios J creo que he bebido demasiado– Balbuceo.

Decidí no responder nada mientras la tomaba de la espalda y piernas para así entrar a su apartamento. Me encontré con unos reconocibles ojos azules mirándome apenada.

-          Dios! Mat has bebido de nuevo!– Exclamo su hermana acercándose a ella.

-          Solo un par de copitas no es así idiota mío?– Acaricio mi mejilla pero yo la solté de golpe en su cama.– Pero que tengas cuidado puto!– Exclamo enfada.

-          Matilda– Le regaño su hermana.

-          Qué?... no ves cómo me ha tirado!– Gruño.

-          Nos vemos Matilda– Dije tomando las llaves de mi auto y largarme.

-          J– Me llamo. Me voltee levemente– Te amo.

No dije nada  y seguí mi camino a la salida mientras escucha los gritos de Matilda llamándome para que me devolviese.

-          Eres un hijo de puta!– Chillo.

Cerré la puerta de golpe tras de mí, no queriendo hacer mayor escándalo pero sonó jodidamente fuerte y es que la cólera me invadía, estaba harto.  

You found me (Jamie Campbell Bower)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora