You found me (Jamie Campbell Bower)

Capítulo 6: Fiebre.

 

Me devolví a casa con mayor energía, me sentía renovado debido a que ella sabía quién era y pareció no importarle.

No es que fuese una estrella mundial pero el hecho de tener una banda activa y algunas fans por aquí y por allá te hacia dudar acerca de las verdaderas intenciones, lo que a ella le parecía ser lo más cotidiano del mundo.

Entre rápidamente a mi apartamento encontrándome con Matilda sentada en el sofá viendo televisión, llevaba una camisa mía y comía desinteresadamente cereales.

-          Hey– Llame su atención temiendo que estuviese enojada.

-          No compraste leche?– Me miro extrañada.

-          No, por qué?

-          No queda– Siguió viendo la tele– Te ha llamado Dan, dice que el ensayo será temprano porque tiene cosas que hacer en la noche

-          Me acompañaras?– Pregunte mientras me quitaba el abrigo y sacaba un tazón para servirme cereales.

-          Ug no… Sabes que me aburre eso, además tengo una fiesta hoy en la noche.

-          En dónde?– Fruncí el ceño.

-          Con los de Top shop, algo sencillo– Dijo como sí nada.

Luego de desayunar Matilda se fue rápidamente, beso mis labios para luego golpearme en el pecho y lanzarme su dedo corazón. Aquello que tanto alguna vez me gusto, ahora lo detestaba.

Ensayamos durante tres horas para luego detenernos porque nuestro estomago exigía más y ya es sabido el dicho que los hombres no podemos trabajar sin comer o dormir, agregaría también follar pero no falta el bicho raro.

Lleve a los chicos al local donde atendía Charlotte,  rogando en que estuviese ella y así poder atendernos. Para asegurarme les indique que nos sentáramos en donde la primera vez que fui.

-          Debo admitir que cuando dijiste que tenías un lugar exquisito me imagine un restaurante súper caro–Dijo divertido Dan mientras veía la carta plástica.

-          Aquí las hamburguesas son deliciosas– Adule.

-          Eso espero, porque muero de hambre– Agrego Dan.

La campana de la entrada sonó, atrayendo solo mi atención y como sí fuese obra del destino ahí estaba ella quitando su abrigo para luego intentar secar algo su cabello debido a que afuera llovía condenadamente fuerte.

Bufo malhumorada cuando se le acercó un hombre más mayor que ella y él mismo que la había regañado días atrás.

Puso los ojos en blanco para luego asentir con la cabeza, sus mejillas se notaban sumamente coloradas como sí hubiese corrido una maratón mientras que sus labios…

-          Jamie!– Exclamo Tristan asustándome y haciéndome verle con los ojos como plato.

-          Joder, me asustaste!– Exclame.

-          Estas en otra galaxia hermano– Me acuso Dan.

-          Deja de pensar en Mat– Me regaño Tristan.

-          No pensaba en ella– Bufe.

-          Eh que vas a querer, la chica lleva esperándote…– Comento Dan.

Y era verdad, los ojos verdes de la chica me miraba atenta y con un cierto interés al darse cuenta de quién era, podía reconocer cuando las personas lo hacían ya que abrían los ojos como plato en conjunto a su boca. Pedí la misma hamburguesa que la primera vez y luego de esto la chica se dispuso a retirar las cartas de plástico, acaricio descaradamente mi mano y guiñarme el ojo.

-          Jamie tiene tanta suerte pero está comprometido– Bufo Tristan.

-          Claro que no– Reí divertido ante las bromas que me lanzaban los chicos.

-          Esa chica me gusta– Apunto Dan. Me voltee disimuladamente y no se trataba ni más ni menos que Charlotte, algo en mí se revolvió.

-          Hamburguesa parmesana–Anuncio su reconocible voz.

-          Aquí– Indico Tristan el cual estaba en la punta de la mesa, lo que hizo que ella se le inclinará levemente acercándose un poco más a mí. Deposito la hamburguesa para luego tambalearse a mí lado.

-          Per-perdón– Murmuro poniéndose algo más estable. Le mire extrañado pero ella pareció no reconocerme– Hamburguesa doble de queso.

-          Yo!– Exclamo Dan.

Dejo la hamburguesa frente de esté para luego dejar el último plato frente a mí sin si quiera mirarme. Veía como los chicos comían entusiasmadamente por lo que les dije que iría al baño a lo cual ellos asintieron mientras seguían comiendo y lanzándose bromas.

Camine dudoso por la infraestructura del local intentando buscarla, resignado me dirigí verdaderamente al baño.

-          Disculpa– Le pedí a la persona que había golpeado– Charlotte.

-          Oh… Hola– Murmuro con su vista al suelo.

-          Qué hacías en el baño de chicos?– Le mire mal. Me revolvía el estómago pensar que estaba con un chico y en las cosas que podía estar haciendo.

-          Antes de que te pongas a crear ideas en tu cabeza, este local solo tiene un baño para el personal y tú estabas a punto de entrar – Dije pausadamente mientras me veía.

-          Hey… Luces fatal– Murmure aun tomando su brazo entre mis manos.

-          Gracias?– Ironizo.

-          No, ósea tu eres linda… ósea digo que, ósea– Bufe y ella río haciéndome sonreír.

-          Sí tengo fiebre… He estado enferma toda la semana pero hoy me ha pegado más fuerte– Comento.

-          Has ido al médico?– Deslice mi mano por su frente– Tienes mucha fiebre.

-          Ya… tranquilo– Quito mi mano para tomarla con la suya y me gustaba como se sentía– Ahora debo seguir trabajando pero… el baño de clientes está al otro lado– Me sonrió para luego soltar mi mano.

-          De qué va todo esto Charlotte?– Pregunto furioso el mismo hombro que la rato hace unos minutos.

-          Perdón yo me he perdido y ella me indicaba donde ir– La excuse.

-          Oh! Pues por allá– Apunto y yo asentí– Y tú vete a trabajar– Le ordeno.

Pese a que odie la forma en que le había hablado Charlotte pareció ignorarle porque no hubo ningún gesto facial más que asentir con la cabeza. Aquel hombre paso perdiéndose en el restaurante de comida rápida.

-          A qué hora sales?– Susurre.

-          Por qué quieres saber eso– Fruncí el ceño y ella río– Tranquilo machote, a las 11.30 pm… Aun me queda un largo día– Suspiro.

-          Te vendré a buscar– Sentencie. Ella me miro extrañada.– Tienes que ir al médico.

-          Jamie no encontraremos un medico a esa hora– Bufo divertida.

Había dicho mi nombre y fue como la gloria, aquello parecía denotar un símbolo de confianza entre ambos.

-          Si lo haremos– Agregue– A las 11 pm estaré afuera.– Me miro unos segundos para ver si era broma pero luego de unos segundos suspiro y asintió.

-          Sí… nos vemos– Dijo mientras que se ponía su delantal y se disponía  a tomar pedidos.