Capítulo 2: Ojos de avellana.

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Capítulo 2: Ojos de avellana.

Me levante de forma perezosa mientras tomaba un atuendo con el cual combinar, un chaleco café junto a unos skinny era mi elección, tome una prolongada ducha en donde trataba de olvidar todo el espectáculo que había hecho Matilda en la fiesta de Dan. Menos mal eran amigos, sino de seguro me hubiese echado de su casa y no lo juzgaría por ello.

Joder mi rostro en el espejo lucia fatal, y es que trasnochar siempre me dejaba unas horribles ojeras y mis ojos un tanto rojizos. Vestí rápidamente para luego ponerme unas gafas de sol y mi abrigo.

Siempre tomaba la avenida principal para llegar a la casa de Dan pero esta vez opte por tomar Hyde park en busca de la chica con la guitarra. La nieve era cada vez más espesa, decían que pronto vendría uno de aquellos temporales que no te deja ni salir de casa.

Al adentrarme en el parque pude escuchar los acordes de la guitarras que sonaba con parsimonia, aquella melodía me hacía automáticamente sentirme identificado con la letra y como no, sí la canción que tocaba era get your guns.

I’ve got a message and there’s no time to lose, so listen closely, tonight we’ll find out the truth…Let’s do this quickly, just take the money and run… My car is waiting, we are still sheltered from sun…

Las personas se comenzaban a amontar alrededor de la artista que deleitaba a todos con una canción escrita por mí. Me abrí paso por entre medio de la gente cuando logre divisar a una chica que tan solo llevaba un chaleco rojo encima y sus dedos se movían extremadamente rápido por el mango de la guitarra mientras entre cada respiro una capa de vapor blanco se desprendía de su boca.

Get your guns our time is up, come on … Cause now it’s time to run, We gotta make it out tonight…

Sus ojos estaban cerrados, mientras que sus mejillas estaban rojizas por el frío y sus labios, en donde salía aquel perfecto Cover de nuestra banda estaban un tanto morado. Su tez era blanca y su cabello tenía una extraña mezcla de colorin y rubio, aquel estaba trenzado hacia la izquierda. La intensidad con la que cantaba hacia que se me erizada todo dentro de mí

La gente a medida que escuchaba como cantaba le iban depositando pequeñas cantidades de dinero encima de un pañuelo negro, me impresiono ver la cantidad de dinero que recaudo en unos minutos y como, cuando termino la canción fue ovacionada por algunos.

Ella sonrió agradecida mientras guardaba la cantidad en un bolso que tenía.

-          Esa canción la has escrito tú?­– Pregunto un señor mayor y ella negó con la cabeza mientras le sonreía.

-          Ojala hubiese sido yo… pero no, es de un grupo de aquí– Su voz era un tanto ronca y me sorprendió que conociera mi banda.

-          Deberías de concursar en estos programitas de canto no crees?–Insistió el hombre.

-          No es para mí– Negó mientras guardaba la guitarra y las ganas del saber por qué me invadían.

-          Y por qué no?–Insistió una chica que estaba al lado mío. La mire de vuelta y ella suspiro.

-          Porque para mí la música es como respirar… No busco hacerme famosa, solo busco sentirla– Y aquello me dejo totalmente sorprendido.

La gente poco a poco se empezó a mover para seguir con sus camino por lo que me dispuse a alejarme un tanto de ella mientras la veía disimuladamente. Puso el estuche de la guitarra sobre sus hombros y se fue alejando poco a poco mientras tarareaba una canción que no logro identificar.

Los días que siguieron fueron bastante similares, antes de ir a la casa de Dan para ensayar me tomaba unos minutos para poder escucharla. Por lo general escuchaba todo su repertorio pero siempre manteniéndome muy por detrás de las demás personas.

Escucharla me hacía tener la curiosidad de conocerla y es más, me animaba más de lo normal para ir a ensayar.

*

Quite mi abrigo y sacudí mi pelo para ambos lado quitando la nieve que se había colado en mi cabeza.

-          Eh rubio– Me llamo Dan.

-          Eh!– Le sonreí mientras tomaba la guitarra.

-          Matilda te ha dado una buena noche?– Inquirió divertido y yo negué riendo.

-          No, claro que no– Afine la guitarra.

-          Y a qué se debe esa sonrisa de hijo de puta feliz?– Apareció Tristan.

-          No es nada… Practiquemos get your guns– Dije animado.

Por un momento pensé en contarles que en este último tiempo había ido a ver a la chica que me habían comentado pero quise evitar problemas, ya que sabía cómo se ponía Matilda con sus celos y más ahora que comenzaría a rodar la segunda parte de cazadores de sombra con mi ex. Lily Collins.

Al día siguiente me levante algo desorientado al sentir pitear incesantemente mi teléfono, era Matilda.

-          Sí?– Conteste aun adormilado.

-          En qué habíamos quedado J!– Dijo furioso.

-          No sé de qué hablas amor– Bufe para restregarme los ojos.

-          Joder, siempre que te vas a tomar con los chicos te levantas olvidando que tienes novia y me jode que siempre sea lo mismo.

-          Matilda no te he olvidado–Conteste cabreado.

-          No?... Te he llamado desde las 6 am y no me has tomado el teléfono hasta ahora que son las 3pm­–Chillo.

-          Y qué te hace pensar que estaría despierto a esa hora Mat– Le cuestione ya cansado.

-          Pues mínimo que para la novia puedas hacerlo, no?– Pregunto irónica.– O es que acaso es que estas con alguien ahora?– Aquello me colmo la paciencia.

-          Joder–Corte el llamado.

Aquello no traería buenos resultados, así que tome una prolongada ducha mientras intentaba bajar la rabia de la situación. Mire por la ventana y el cielo estaba completamente nublado, estas eran las fechas próximas a navidad y yo no hacía más que discutir con Mat.

Salí rápidamente de casa con mi abrigo en busca de un glorioso café para mi resaca, aun no comía nada y mi estómago pronto me pediría comida. Inevitablemente –o quizás no– pase por aquel parque en donde se encontraba la chica, esta vez ya no estaba. No había nadie en aquel lugar donde ella se ponía lo que me hizo suspirar decepcionado.

-          Disculpa– Soltó una chica luego de haberme golpeado el hombro.

-          No, no tienes por qué hacerlo yo he estado algo despistado– Le sonreí. Mis ojos quedaron como plato al ver de quien se trataba.

-          Eh… bueno ya me voy, que tengas un buen día– Sonrío para luego seguir su camino.

Nuestras miradas debieron cruzarse en una fracción de segundos, pero aquello no pudo evitar que quedara atrapado en sus ojos avellanas. Unos hermosos ojos avellana.

Vuelvo a recalcar que las prox escena son brutalmente explicita... ya le he puesto restringido :)

M.xx

You found me (Jamie Campbell Bower)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora