Capítulo 4: Borrachera.

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La semana paso asombrosamente rápida, hoy por la noche tendríamos un show en vivo en donde estaba contemplado que asistirían unas mil personas. 

Estuvimos ensayando toda la semana sin parar, por lo que pude ver a la chica de los ojos avellanas dos o tres días de los siete días en total, lo que me tenía algo decaído.

-          Jamie termina de arreglarte– Me despertó Dan.

-          Sí… si­– Medio murmure.

Tome una musculosa negra, amarrando una pañoleta blanca en mis pantalones para tener un poco de estilo. Agarre mi guitarra eléctrica blanca para luego comenzar a afinarla, siempre que las transportábamos se soltaba las cuerdas, así que me dispuse a apretarlas un tanto.

-          Chicos, les toca– Anuncio un hombre de negro.

Los tres nos abrazamos brevemente para luego dar paso al escenario, en donde efectivamente había demasiada gente. El lugar estaba repleto y el bullicio era aún peor, me dispuse en frente al micrófono y tome un gran suspiro para luego solo dejarme llevar por la música. Aquella música que había compuesto yo y los chicos con tanto esfuerzo, aquella música que me hacía olvidar mis problemas pero más que nada aquella música que me hacía olvidar que era Jamie Campbell Bower para solo ser un integrante más de The Darling buds.

El sudor se desprendía por mi frente y mi cuerpo, y el sentimiento de transmitir la satisfacción a otros era asombroso. Los cuerpos se mecían al rock de nuestras canciones, lo cual era motivador.

Cerramos con el Cover “Hurt”, en un comienzo melodioso pero que luego se transforma en el descontrol mismo. Siempre mi cábala en todo los shows es permanecer más con los ojos cerrados que abiertos, por lo que cuando di una gran bocanada de aire mi voz se congelo.

Al ritmo de las guitarras eléctricas y batería su cuerpo se mecía en conjunto de la masa que tenía al frente de mí, sus ojos estaban completamente cerrados, su pelo castaño no estaba recogido como de costumbre sino que estaba suelto y el sudor por su frente le hacía lucir jodidamente excitante.

El calor se cernía por su cuerpo –y es que, este lugar esta jodidamente en llamas al igual que yo al verla– traía una falda corta con una camisa blanca con el logo de nirvana, esta no era como las tradicionales ya que le dejaba ver su torso desnudo provocándome cada vez más. Me fue inevitable no relamerme los labios ante ella pero todo cambio cuando otra chica que estaba al lado de ella se atravesó impidiendo que la viera.

Los aplausos invadieron el recinto y los agradecimientos no cesaban, salimos por tras bambalina para luego ir a los camerinos.

-          Dios Jamie ha sido genial! –  Fruncí mi ceño extrañado– Eso de dejar en último momento a publico cantar– Me felicito Dan.

-          Oh sí!, eso hizo que ovacionaran más– Agrego Tristan.

-          Sí, ha sido un puto buen show– Sonreí ante sus halagos, pero para mí estaba claro que aquello no había sido premeditado.

El show había terminado cerca de las once y media de las noche por lo que llegue a casa a eso de las tres de la mañana y no porque nos quedáramos escuchando otras bandas sino que con los chicos decimos ir a pasar a beber algo a un bar y como me vieron cara de conocido, el dueño del bar nos regaló tres botellas de ron –No sin antes de exigirme una foto con él, la cual pose sacando la lengua y levantando el dedo corazón–.

Estaba ebrio, ebrio pero feliz. Por obra y gracia del destino pude abrir la puerta de mi apartamento, me adentre en la oscuridad para por fin llegar a mi habitación, al encender la luz me encontré con una llamativa sorpresa.

You found me (Jamie Campbell Bower)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora