Este sera un recopilatorio de one-shots sobre los dioses de tierra uno, historias que me interesan contar pero que no son lo suficientemente largas como para hacer una nueva historia por cada una. Espero disfruten.
Esta historia comienza con una de las típicas aventuras carnales de Zeus, esta vez con una mujer llamada Alcmena, a la que engaño al hacerse pasar por su marido, Anfrition rey de Tirinto, dejándola embarazada. Al poco tiempo de la partida del dios, el verdadero Anfitrion regreso a su hogar, teniendo relaciones con su esposa, razón por la cual pensó que el hijo de Zeus era suyo.
Después de nueve meses, Hércules llego al mundo, demostrando desde sus primeros días una fuerza descomunal. Helios, dios del sol y quien todo ve, no tardo en notar al niño, deduciendo por sus rasgos y su poder que debía tratarse de un semi-dios, un bastardo de Zeus sin lugar a duda. La deidad solar informo a Hera, quién decidió eliminar al niño antes de que su padre se percatara de su existencia.
La vengativa diosa envió a una serpiente al hogar de Anfitrion, donde espero que el bebe se quedara dormido y solo en la cuna, momento el cual aprovecho para reptar por la estructura de madera, siseando ante de lanzar una mordida al infante. Pero, para sorpresa de Hera quien se encontraba observando la escena, los colmillos de la víbora terminaron rotos al ejercer fuerza sobre la piel del niño, consiguiendo únicamente despertar a este último, el cual tomo al reptil del cuello, destrozándolo sin esfuerzo alguno. Ese día marcaría una especie de tradición, pues Hera jamás pararía de atentar contra la vida o suerte del bastardo de su esposo.
Años después, Heracles se convirtió en un héroe para los griegos, enfrentando a ladrones, bestias y monstruos. Una de las hazañas que le dieron fama fue su batalla contra un Centauro, que se desencadeno cuando uno de estos híbridos hombre-caballo ingreso a una taberna, exigiendo el mejor vino que allí hubiera. El centauro termino bebiendo dos barriles repletos de vino disponiéndose a irse del lugar una vez acabo, pero el cantinero le exigió un pago por la bebida. Esto desato la ira del monstruo, el cual destrozo el lugar, matando a muchas personas en el proceso, y atacando la villa una vez el establecimiento quedo en ruinas. Hércules se encontraba caminando por la ciudad cuando escucho el alboroto causado por la bestia, no dudando en ir a ver que sucedía.
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Cuando llego al lugar, el centauro se hallaba corriendo, en dirección para embestir a una mujer con dos niños. El héroe griego salto y se coloco entra la familia y el atacante, el cual acabo por embestirlo a él, logrando arrástralo unos tres metros hasta que su avance fue frenado, momento que Heracles aprovecho para sujetarlo del abdomen y lanzarlo a un costado.
-¿Quién se atreve a desafiar al gran Motaro?- pregunto el centauro una vez logro reincorporarse.
- Mi nombre es Heracles y te ordeno largarte y dejar a estas personas en paz- dijo el semi-dios apuntando con su dedo al furioso Motaro.
- Un humano no es rival para mi, pero disfrutare rompiéndote los huesos- dijo mientras se tronaba los nudillos, para posteriormente correr hacía el héroe con los puños alzados, conectando un derechazo al rostro del hombre, quién salio disparado por la fuerza del golpe, sumada a la velocidad acumulada por la carrera. Hercules se estrello contra un casa, recibiendo una patada que lo hizo atravesarla una vez trato de levantarse. Motaro se adentro en la residencia, levantándose en sus patas traseras para aplastar a su enemigo con las delanteras. Hércules esquivo el ataque girando a un lado, parándose velozmente y arremetiendo contra el monstruo, saliendo ambos de la casa. Una vez afuera, ambos juntaron sus brazos y comenzaron a ejercer fuerza para que el otro retrocediera, viendo Hércules rápidamente superior, arrastrando a Motaro hacía atrás a pesar de que este tenía sus cuatro patas postradas firmemente en el suelo.
