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"El cambio no es siempre intencional, pero siempre es seguro"

El sombrerero de cabellos pelirrojos respiró hondo, ignorando por completo todo lo demás, como si estuviera en su propio mundo interno solo mostrando una sonrisa sorda y un eco enfermizo en ella.
Parecia que la situación no llevaba a nada en concreto, las personas a sus alrededores seguían en shock, y hundidos como la representación de confusión.
Se incluía a si mismo dentro de ellos.

Los malos presentimientos rodeaban el lugar.

Parecía que más de uno, mirando con pánico al ojiverde que opacaba todo lo demás, estaba a punto de escapar.

Hasta que la voz reciente volvió.

-Como ustedes, mis caballeros- dijo serio señalando con su bastón elegantemente negro- ya sabrán, hoy vienen para reunirse como familia, y llenar ese... Ese pequeño gigante vacio que los atormenta.-

Hasta el momento, nadie se notaba calmado, y las palabras que estaba a punto de pronunciar, tampoco ayudaban mucho.
A pesar de que pocos estaban asustados, la otra gran mayoria parecia no estar interesada en ninguna palabra más.

-Somos tan diferentes siendo tan iguales de los demás... Y no se los digo yo.- sonrió otra vez.- Basta, con que den repaso a sus dolores enterrados y cerrados bajo llave.-las luces se esparcieron hasta quedar equitativas con los demás.

-El pasado puede ser duro y lo se... Yo también lo sufrí.- una mirada proyectando tristeza dio bienvenida para que la plataforma comenzara a bajar.-Aunque... Por esa misma razón hoy estamos unidos aquí...-bajó completamente- Este es su presente, pero es solo decisión suya, si van por la felicidad de inclusión con todos y con ustedes mismos también, o... Quieren quedarse en la soledad y exclusión donde están.- cerró con una sonrisa, apagandose las luces por completo, en un parpadeo llenarse todo el lugar de nuevo con luz, desapareciendo la presencia del desconocido.

No fue por demás el que cada uno de ellos se vieran entre si, cada quien fijando su punto de interes en el otro.

El peliblanco no tuvo oportunidad de preguntar nada más para su acompañante, puesto que la sorpresa de aquel acontecimiento no le había permitido recordarlo.

Todos se quedaron quietos pasando unos cuantos segundos, pero sus almas pidiendo a gritos estar con algunos dentro de la carpa... Algunos, que ni siquiera conocían, pudieron con sus voluntades.

El ojirojo respiró agitadamente, las lagrimas se abalanzaban contra sus pupilas al notar como ese compañero de hace tanto tiempo alejado se acercaba a él con dolor en su mirar.

Retrocedío, llevando sus manos al rostro lleno de lagrimas y ojeras notables, intentando cubrir la expresión culpable que no lo abandonó desde aquel día.
Todos sus miedos volvían...no les importó el que la persona más importante en su vida lo viera y se sintiera de la misma forma inmunda por sus acciones.

El chico de ojos bicolor y pólera blanca avanzó rápido expresando la preocupación profunda en sus ser por ese que lloraba sin cesar...
Se colocó a un lado, abrazándolo fuerte para acogerlo entre el cariño que había estado guardado en su pecho desde años atras, cuando lo perdió...

Inconsolable, devolvió el abrazo, ahogando la pesadez en su corazón entre la fragancia nostálgica del mayor.

-Luzu...- parecia que el castaño no sería el único en desatar lagrimas.- L-Luzu... Te extrañé tanto...- intentaba no mostrarle su dolor, pero le fue imposible.
-Auron... Perdóname... Yo...- el llanto que antes se calmaba, volvió intensamente- Y-yo... Yo solo quería protegerte... Yo se que fuí una mierda cobarde... Pero lo hice por ti...- cerraba los ojos con mucha fuerza, respirando repetidas veces, aferrándose al cuerpo que lo sostenía.

.°^FREAK SHOW^°.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora