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"Conocer nueva gente siempre trae algo bueno, aunque la mayoria de veces, no logras identificar que es"

-Yo soy Kristina- se señaló a si misma suavemente sacudiendo su melena dorada, y las lentejuelas amarillas pegadas a su traje verde, que dejaba ver sus piernas completamente.

-¡Yo soy Nieves!- dijo otra, dando un saltito y uniendo sus manos con alegría, dedicando una sonrisa inocente, esta vistiendo una falda negra de pliegues, con una camisa ajustada de color blanco y botones dorados. Un pequeño broche en forma de copo de nieve en su cabello anaranjado brillante hecho dos trenzas, que combinaban perfectamente a sus ojos azules encima de unas pecas.

-Yo soy Akira- afirmó con un tono elegante y una mirada atrevida, vistiendo un vestido blanco y largo con una abertura que dejaba ver su pierna izquierda, cinturón dorado lleno de joyas violetas al igual que sus ojos, de piel blanca e cabellos rubios claros.- Y ella es mi compañera, Monica- señaló la chica a su lado.

-Que hay.- dijo la pelinegra lacia con expresión seria, portando la misma ropa que Akira, pero de ojos azules y diadema dorada bajo un zafiro central.

Detrás de ella, una rubia vestida a rayas negras y blancas, chaleco oscuro, y con maquillaje del mismo color en su rostro, salió sonriente, mostrando un letrero de cartón.
"Lana" al lado, una diminuta cara feliz dibujada.

-Soy Dulce...- saludó, hasta el final del círculo, tímida, de traje tipo vestido corto, color gris claro reluciente, cabello castaño, ojos azul marino y botas largas color blanco.

-Si que lo eres, cariño- respondió una más, de melena negra corta, piel color cacao, pupilas marrones, sonrisa ladina, y baja estatura.
Su blusón turquesa de mangas blancas se movió para elevar un brazo en forma de saludo.
-Soy Alexa.-

Los chicos sonrieron al terminar de presentarse, pero instantáneamente las chicas voltearon a ver a alguien más que parecia, aún no se presentaba.

La mencionada miraba fijamente a otra de sus compañeras, Nieves.
Tras sus lentes se podía notar el brillo de sus pupilas color gris al admirar la belleza de la chica pelirroja, unos cuantos cabellos negros sobre su rostro y el carmín en sus mejillas la delataban.
Ella no se veía como las demás, puesto que no llevaba vestido, tampoco un traje corto; llevaba un pantalón y chaleco azules grisaceos, conjunto con rodilleras y protecciones en sus codos, pecho y espalda.
Casi se podía creer que estaba sacada de la guerra.

Pero eso no quitaba el hecho de que fuera encantadora y tímida.
Igualmente, por eso sus amigas tenían que ayudarla en casi todo.

Ruby!- La ojiazul que hace unos momentos era observada aclamó.

Ruby dio un salto del susto, y por poco gritó, pero la detuvo su conciencia.
Miro a todas partes, observando a la cantidad de ojos que se posaban sobre ella.
Totalmente agobiada, se hizo pequeña y encojío sus manos en un autoabrazo.
El color de sus mejillas se hizo mucho más notable.

-P-perdón...- tartamudeó, sintiendo unos nervios inmensos.

Las chicas solo la miraron serias, mostraban la costumbre que les había enseñado muchas cosas, incluidas, el que Ruby se comportara de esa forma.

Dando por terminada la presentación, todas fijaron de nuevo su atención en lo importante.

Con una sonrisa se colocaron paso frente a los recién llegados, estando Kristina lista para explicar como al inicio.

.°^FREAK SHOW^°.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora