MARTES

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Jimin no comprendía los pasos a seguir ese día, pero, se repetía el 99% de efectividad cada vez que una de esas cosas en la lista le parecían erróneas o exageradas

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Jimin no comprendía los pasos a seguir ese día, pero, se repetía el 99% de efectividad cada vez que una de esas cosas en la lista le parecían erróneas o exageradas.

La noche anterior pensó en cómo podría lograr que su hyung le protegiese tal y como decía la lista, así que nuevamente recurrió a su buen amigo Internet, por lo que ahora llevaba en sus manos aquel frasco de pepinillos.

Había llegado un poco tarde a clases ese día por lo que tuvo que correr con este hasta su salón en donde Taehyung ya estaba sentado, desafortunadamente sus asientos ya no eran cercanos porque los maestros se quejaban de que hablaban mucho, pero el profesor no había llegado aún, por lo que Tae estaba sentado en el puesto de al lado y el dueño de ese puesto en el de Tae mientras tanto.

-¿Qué es eso? -. Tae no dio un saludo alguno, pues sus ojos se fueron al frasco en las manos de Jimin.

-Pepinillos -. Se limitó a decir.

-Lo sé, pero, ¿por qué lo traes al colegio? -.

-Porque no puedo abrirlo -. Y vaya que fue tarea difícil lograr que no se pudiese, duro más de dos horas en el supermercado viendo cuál de todos esos frascos era el más difícil de abrir.

-¿Quieres que te ayude? -. Pregunto Tae intentando tomar le frasco de vidrio, pero Jimin lo alejo con rapidez.

-No, hyung lo hará -.

-¿Trajiste un frasco de pepinillos desde tu casa sólo para que Yoongi hyung lo abra? -. Jimin asintió orgulloso. - Cada día me preocupas más amigo ¿Por qué no sólo vas y te le declaras y ya? -. Jimin iba hablar, pero entonces la respuesta se hizo antes sus ojos.

-Por eso -. Dijo mientras señalaba la imagen de Yoongi fuera de su salón con una chica frente suyo la cual estiraba fervientemente una carta y lo que parecían ser una caja de chocolates, una imagen que Jimin había visto varias veces ya y a la cual le seguía teniendo un poco de repudio y celos para él.

Jimin sentía envidia de esas chicas, no por el hecho de querer estar con Yoongi, sino por tener el valor de declararse cuando todas sabían el final que obtendrían, y aunque, si, Jimin había recibido una o dos invitaciones salir, luego de que las rechazara de la manera más amable, estas frenaban, pero era diferente con Yoongi, pues este seguía recibiéndolas a pesar de que él no era nada amable con esas personas.

- Me gustas -. Escucho Jimin a la chica hablar.

Era triste porque ahora su salón y el de Yoongi estaban con sus ojos en ellos dos, Jimin quiso ir allí y pedirle a su amigo que no fuese tan rudo, pero simplemente se quedó allí, curioso de su respuesta, porque a pesar de todo temía que algún día alguna chica llamara la atención de su hyung.

Yoongi si había tenido una cita en el pasado, pero había sido un hombre, cuando Jimin se enteró de ello no lo comprendió, ¿Cómo podía salir con un chico y no una chica? Eso no era lo "normal", claro, él tan sólo tenía 11 años en ese entonces, por lo que la homosexualidad no le era muy bien conocida para él, hasta que su hermano llego una navidad y dijo que era gay. Jimin recordaba como sus padres habían dejado los cubiertos pues cenaban en ese momento, su madre se mantuvo en silencio al igual que su padre, pero fue ella la que hablo al final.

Manual para conquistar en 6 días (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora