Cuando el dormía

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Percy habia quedado tendido en el suelo después del ataque que recibiera de parte de estos dos dioses. Su espalda había golpeado contra la puerta de la cabeza diez, su cabeza había rebotado y su libro había quedado en algún lugar por ahí olvidado y quizá destruido.

Aunque eso no era del todo cierto pues uno de los dioses lo había tomado entre sus brazos antes de que le pasara algo y vio que eso le sería de mucha ayuda con su plan.

-¿Sabes por qué estamos aqui Percy Jackson? -pregunto una voz joven al oído de Percy, él solo hizo una mueca -Alguna vez me presente con Nico Di' Angelo y tu tuviste que ver demasiado con ese encuentro

-Eros -logro murmurar Percy sus ojos apenas podian estar abiertos, sus manos no tenían fuerzas y su dolor de espalda no hacía más que aumentar con la mano del Dios en ella.

-Si y lamentablemente no pude verte antes de este dia -hizo un puchero mirándole mientras su mano pasaba por su espalda despacio.

-Yo también tenía ganas de verte, conocer al grandioso hijo de Poseidón -murmuró el otro dios que comenzó a pasar su mano libre sobre la espalda de Percy haciéndole más débil.

-¿Qué hacen? ¿Qué está pasandome? -trato de moverse pero estaba demasiado débil para hacerlo.

-Estamos aquí no solo por ti ¿Por qué los semidioses hacen mi trabajo tan dificil? -se quejó Eros terminando su trabajo en la espalda de Percy.

-Y todavía peor el mío, mira que hacerme venir por ellos cuando solo necesitan hablar -se quejó el otro dios.

-El amor correspondido debería ser algo fácil pero lo complican todo -Eros se puso de pie, Percy podía sentirlo aún cerca.

-Si y es cuando sacan lo malo de mi -decia el otro Dios. Percy comenzó a pensar en lo que dijeron, él no recordaba a la mayoría de dioses menores y mucho menos a los que tenían que ver con el amor. Le bastaba con saber de Afrodita que le había hecho creer que amaba a Annabeth, pero era evidente que solo se querían como amigos.

-Anteros -logro susurrar antes de que perdiera la conciencia totalmente.

Cuando pudo recuperarla un poco solo podía oír los gritos de Jason y luego lo sintió sobre su cuerpo, después todo fue oscuridad una vez más.

-¿Percy? -los ojos azules de Will fue lo primero que vio cuando una vez más abrió los ojos.

-¿Dónde? -sentía la boca seca y el vientre caliente, tal vez había pasado por una trituradora y nadie le habia avisado, porque su cuerpo comenzó a doler como el infierno.

-Intenta no moverte, estás bastante lastimado -Will le acomodó las cobijas mientras tomaba su brazo y al parecer cambiaba su vendaje.

-Will, Quiron te necesita -entro Lou Ellen, Percy se la quedo mirando hasta que ella se sintió observada -Percy -le sonrió y se colocó a su lado -Al menos has despertado -

-Tú y Jason salieron verdaderamente heridos en esa batalla -informo Will -Pero solo tu has despertado -Percy intentó sentarse.

-No puede hacer eso, estás herido Percy -Lou Ellen lo volvió a acostar.

-Tranquilizate todo estará bien -intento asegurar el rubio pero por su voz Percy no le creia demasiado.

-¿Cuánto? -fue todo lo que pudo preguntar Percy.

-Solo unas horas, así que estarás bien y él también, no hay de que preocuparse - le sonrio pero el azabache podía sentir que algo estaba mal.

-Bebe un poco, te hará sentir mejor -Lou Ellen le alcanzo un vaso lleno de ambrosía. Percy lo bebió todo, espero que los dos se marcharan de la habitación para sentarse en la cama. Todo le dolía demasiado, en especial la espalda.

☆~El cuento es un castigo~☆ [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora