¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En Gotham estaban pasando sucesos más extraños de lo normal, y mirad si es difícil, todos los imitadores y vigilantes de Gotham eran asesinados, y no por policías corruptos o mafias si no por un grupo de personas sigilosas, Batman y Gordon investigaban el caso aunque les era bastante difícil, el Joker aveces también los cazaba pero era para burlarse de Batman y grabarlo pero este grupo solo mataba, y no de tiros o maneras macabras, solo con golpes cuchillos, katanas, sais y más armamento ninja.
Ahora mismo Bruce patrullaba la ciudad en busca de estos imitadores para intentar protegerlo y por suerte encontró a uno, se postró en una cornisa de una azotea varios metros a distancia de el, pero algo no le gustó, un ninja estaba peleando contra el imitador e iba perdiendo, Batman saltó hacia el y le dió una patada por la espalda.
Vete de aquí — dijo Batman —
No, puedo ayudarte — dijo el imitador, era joven, de unos 25 años y con buena forma física —
Ahora no, esto es grave — respondió tajante —
Esta bien — dijo a regañadientes —
El ninja recién se levantaba y sacó uno de sus sais, lamentablemente para el imitador otro ninja vino y le hizo un corte limpio en la garganta.
Bruce sacó dos de sus batarang y se puso en posición de combate, los dos ninjas saltaron a la vez hacia Wayne, el ninja de sais fue golpeado por Batman de una patada en la cara, el otro le logró hacer un corte en el brazo pero por suerte hoy tenía placas en estos, las chispas rebotaban cada vez que sus dos armas chocaban contra las otras, en un rápido movimiento el murciélago dio una pirueta hacia atrás y lanzó los batarangs clavándose en la clavícula de estos, ellos se estremecieron del dolor pero acabaron quitándose lo, Bruce aprovechó este momento para darle al del sai un gran derechazo en la nariz dejándolo en el suelo, el siguiente dió un espadazo pero Bruce se agachó para esquivarlo y contraatacar con un gancho en la mandíbula y un rodillazo en el estómago.
Cuando derrotó a los dos se giró para mirar al del sai pero ya no estaban, de volvió a girar y tampoco estaba.
Al día siguiente Wayne durmió hasta las cuatro de la tarde, Alfred no estaba ya que se fue a Gran Bretaña con su familia, Bruce se preparó un café mientras veía televisión viendo el último caso de asesinatos seguramente por el joker o los ninjas, pero ahora habían interrumpido la transmisión por una noticia de la periodista más atractiva de toda Gotham, Vicki Vale.
Interrumpimos las noticias de hoy porque nos han informado que metrópolis está siendo atacada por robots gigantes, el Detective Marciano y Superman están allí ocupándose, aunque no sabremos si podrán con ello solos — dijo Vale —
Bruce no se preocupó, sabía que esos Aliens podían con ello y si no iría otro héroe como Tony o Jay, las horas pasaron y la noche se hizo, y obviamente Batman fue a patrullar la ciudad.
En un bar de mala muerte una mujer pelirroja con un vestido negro y fino salía de este, mala su suerte que se topó con un grupo de maleantes.
¿Oye guapa, donde vas sola? — dijo uno de los tres —
Los otros dos la cogieron de los brazos.
Dejadme — gritó dándole un codazo a uno —
Maldita zorra —
Los tres sacaron navajas y fueron a por ella.
Vamos a violarte —
Igual que yo a tu puta madre — dijo la mujer —
Ella era Kate Kane, ella iba al ejército pero fue expulsada por amar a otra soldado y ahora ahogaba sus penas en alcohol.
Uno de ellos la empujó tirándola al suelo, pero en un momento su cara de seriedad cambió a una de miedo.
¿Tienes miedo? — dijo el líder del grupo —
Si, de mi — habló una gruesa y grave voz —
Los maleantes se giraron rezando y con pis en los pantalones, Batman los dejo sangrantes y con huesos rotos en el suelo.
¿Estas bien? — preguntó Batman —
S-si — respondió asustada —
Batman agarró gancho y lo disparó a un edificio.
En otro bar de mala muerte todos los hombres allí insultaban o piropeaban de mala manera a la camarera de allí.
¿Oye zorra, quieres venir con nosotros a pasarla bien? — preguntó uno negro junto a su amigo de mostacho y pelo rubio —
Ese traje nena, me pone mucho — dijo el de mostacho —
La mujer era rubia, de uno sesenta y cinco, tenía un antifaz negro, un traje escotado negro y ajustado, unas medias que llegaban hasta sus glúteos y unas botas negras hasta la tibia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ella ignoraba pero era todo el bar, y cuando iba a darle alguna bebida a uno los manoseos eran presentes en todo su cuerpo y eso había llegado a su límite.
¿Oye y tú... — el negro iba a preguntar algo —
Dinah era el nombre de la mujer, y ya harta les dió una gran patada a los dos volando dientes y sangre.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Esa noche todos los del bar recibirían una gran golpiza por parte de Dinah.
