Indiana se había quedado sola. No se había movido ni un centímetro desde que Fred había cerrado la puerta del compartimiento. No sabía qué hacer. ¿Debía ir tras él y obligarlo a llevarla con sus primos? ¿Debía esperar allí hasta que alguien en su misma situación entrara por aquella puerta y, mágicamente se convirtiera en su mejor amigo? O tal vez sólo debía saltar del tren. Indiana quiso echarse a reír. De todas las opciones, la tercera era la menos viable, así que la descartó al instante. Apreciaba demasiado su vida como para hacerlo.
"Definitivamente no quedaré en Gryffindor", se dijo mientras pensaba que no había sido lo suficientemente valiente como para responderle a Fred en su momento.
Cuando Indiana ya se había resignado a no tener más amigos en Hogwarts que un par de libros, una niña pequeña, de cabello rubio abrió la puerta del compartimiento. Indiana esbozó una sonrisa al ver que el baúl era mucho más grande que ella.
—¿Me podrías ayudar? —preguntó la recién llegada.
Indiana se levantó rápidamente de su asiento y la ayudó a arrastrar el gran baúl hasta donde se encontraba el suyo. Se preguntó por qué los magos usaban aquellos grandes baúles imposibles de mover cuando podrían utilizar valijas. Estas eran mucho más livianas y hasta tenían ruedas. Pero tal vez les gustaban las cosas rústicas; Indiana no lo sabía, pero para ella no tenía sentido.
Una vez que pusieron el baúl en su lugar, ambas niñas se sentaron enfrentadas. Luego de permanecer en silencio durante largo rato, la niña soltó una risa.
—Gracias por la ayuda —sonrió—. Soy Nova Vasilisova.
—Indiana Greeley —respondió ella con una gran sonrisa. Tal vez eso de hacer amistades no le iba a ser tan difícil—. ¿También empiezas primer año?
Nova asintió.
—Sí, estaba en el compartimiento con mi hermana y sus amigas —contó—, pero empezaron a decir tal cantidad de tonterías que tuve que irme. Arrastré ese baúl infernal desde la cola del tren hasta aquí —dijo con una mueca. Luego siguió hablando—. Mi hermana está en sexto curso y como no conocía a nadie me quedé con ella. Pero cuando vinieron sus amigas la situación me resultó exasperante. No dejaban de hablar de chicos y hacer comentarios estúpidos. Mi hermana no es tonta, ¿sabes? Pero me pareció que intentaba imitarlas para poder encajar en aquel grupo.
—Nadie debería cambiar su forma de ser para que las personas lo acepten —dijo Indiana a modo de comentario.
—¡Exacto! —exclamó Nova haciéndola sobresaltar—. Mi hermana es mucho más inteligente de lo que aparenta ser. Hace un rato la escuché decir que obtuvo sólo Aceptables y un Supera las expectativas en los TIMOs —Indiana no tenía ni idea a qué se refería—, pero cuando llegó la carta en vacaciones la oí gritar por toda la casa durante horas que había conseguido sacar todos Extraordinarios. Sospecho que lo hace para agradarle a esa chica Weasley. Victoire creo que se llama. Por lo poco que la conozco parece bastante tonta —Indiana recordó la breve conversación que mantuvo la prima de Fred con los señores Weasley. En ese momento no le había parecido nada tonta, pero se abstuvo de discutirle a Nova. No quería discutir con su nueva amiga a los dos segundos de conocerla y tampoco quería mencionar que conocía a Fred, así que sólo se limitó a asentir—. ¿Y tú? Cuéntame algo sobre ti.
E Indiana habló acerca de su familia, de cómo venía de una familia muggle y que había estado muy sorprendida al averiguar todo acerca de la magia. Omitió completamente a los Weasley ya que, por cómo la había tratado Fred hacía menos de una hora no le parecía bueno mencionarlo.
Nova pareció muy interesada por las costumbres y tecnología muggles. Le preguntó varias veces cómo era el funcionamiento de los teléfonos celulares y cómo hacían para poder llamar a las personas aunque estas estén a cientos de kilómetros de distancia. Indiana tuvo que admitir que no tenía idea, nunca se lo había cuestionado. La niña rubia, en vez de mostrarse decepcionada, se echó a reír, confundiéndola un poco.
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Strangers || Fred II Weasley
FanfictionSi algo molestaba a Indiana era la indiferencia y, si esta venía de parte de alguien a quién ella quería mucho, esa persona se ganaba un lugarcito en su lista negra. Sin embargo, Fred Weasley no se dio cuenta de esto.