𝙹𝚞𝚜𝚝 𝚂𝚊𝚢 𝙸𝚝 ∥ J͟A͟C͟K͟S͟T͟A͟B͟O͟ +18 || ᵍᵗᵃ ᵛ ʳᵒˡᵉᵖˡᵃʸ

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Los segundos pasaban y el lugar dónde el viejo apretaba comenzaba a doler, pero, lo más extraño, es que esa sensación de dolor hizo que mi cuerpo se estremeciera por completo, enseguida me moví tratando de alejarlo del agarre —... Podría sholtarme, me eshta lashtimando —dije con cierta dificultad.

Casi enseguida el viejo me soltó con la misma rapidez con la que me había tomado, carraspeo un poco y se acomodo la corbata, me pareció extraño la actitud que había tomado, desvío su mirada por completo y dijo: —Si sigues haciendo el gracioso en mi comisaría, te degradó a policía-alumno de nuevo ¿¡Me escuchaste capullo!?

—Joder, pero si sólo quiero pasar un buen rato, en ningún lado dice que no pueda buscar a mi media naranja.

—¡Puedes hacerlo pero no en mí comisaría, una más, una más y te voy a reventar! ¿Quedó claro?

—10-4 —dije torciendo los ojos.

—Bien, ahora sal de aquí y vete a patrullar que tengo mucho que hacer.

Noté como es que el viejo se dirigía a su escritorio a tomar unos papeles que estaban en el, alcé los hombros saliendo del lugar mientras cerraba la puerta tras de mí, mi corazón estaba latiendo con fuerza a lo que solo pude poner ambas manos en el pecho, era estúpido ponerse así, lo sabía bien, pero, había tenido tantas emociones en tan poco tiempo que era casi imposible no hacerlo.

( . . .)

Nuestro turno de trabajo había terminado, estaba ya en mi casa junto a Horacio quién había notado mi cansancio por lo que ese día no insistió en que fuéramos a trabajar con Emilio —Pero que dices tío si esas palabras del viejo suenan como cualquiera de sus típicas amenazas —dijo mientras recargaba un poco sus manos sobre la mesa.

—Ya, pero entonces ¿Cómo me explicas tú ese cambio de actitud tan extraño.

—Yo que sé ¿Intimidación tal vez?...Gustabo ya no te comas más la cabeza, si de algo estoy seguro es de que el viejo jamás en la vida sentiría atracción por alguno de nosotros.

—¿Y si...por muy pequeña que sea, existiría la posibilidad de que sí?

Horacio quedó pensativo ante la pregunta, apartando sus manos de la mesa y tomando una mejor postura en sobre la silla obtuve su respuesta —Ostia... ahí me has pillado —se quedó en silencio por unos segundos, hasta que de nuevo hablo —¿Y tú de verdad crees que sea él?

Suspiré resignado —...No lo creo tío, pensándolo bien, a lo mejor solo sería el aura del ambiente que hizo sentirme de esa manera.

Horacio alzó los hombros —Bueno, solo hay una solución para salir de la duda.

—¿De qué hablas?

Horacio me miró divertido —Sigue con el plan, pero no con toda la malla ahora solo enfócate en el abuelo, ya sabes, sube al siguiente nivel.

—¿Cómo? —le mire extrañado.

—Sí tío, agáchate de forma absurda o coqueta delante de él, sonríele más seguido, guíñale un ojo de vez en cuando y dependiendo de cómo lo notes sabrás si realmente es él, eso si, fíjate en todos los movimientos que haga.

—Pero que está mi puesto en juego cabrón.

—Gustabo por favor, cuántas cosas no le hemos hecho ya al viejo y mira dónde estamos —Horacio enarcó una ceja divertido.

En eso tenía razón le habíamos hecho ya tantas putadas al abuelo que había perdido la cuenta y sin embargo ahí seguíamos, lo pensé por unos segundos, era muy tentador; además quería divertirme así que sin más vacilación respondí —Vale, lo haré, suena interesante.

—Eso, dale ahí —dijo con orgullo Horacio —Además, si ves que eso no hace ningún efecto dejas de hacerlo y ya está.

—Y luego el manipulador soy yo, joputa —dije mirando a Horacio quién solo me guiñó un ojo divertido.

«No sé si realmente seas tú la persona quien me ha estado acosando estos últimos meses, pero lo descubriré a toda costa, hasta la fecha me han conocido como "el pico de oro" y no estoy dispuesto a soltar ese apodo.
Sé perfectamente que me estoy metiendo en arenas movedizas, pero, después de lo que pasó con nosotros, no puedo dejar ir la oportunidad, así soy yo y eso deberías saberlo, no me rindo hasta que consigo lo que quiero. Y tal vez, solo tal ve,  si al final de todo esto algo resulta entre nosotros, yo estaré dispuesto a hacer cualquier cosa para atraparte y que al fin sepas qué conmigo tampoco se juega...»