02• Ensayar.

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Siento unas ligeras patas subiendo por mi pierna debajo de las sábanas. Froto mis ojos mientras me adapto a la luz que entraba por la ventana. Había olvidado guardar mi tarántula y seguro había dormido conmigo.
Me siento con cuidado mientras la busco con la mano para llevarla a su caja.

Consideré seriamente si seguir durmiendo un poco más o desayunar. Mi estómago empezó a rugir y lo tomé como una señal.
Me dirijo a la cocina para hacerme unas tostadas con aguacate.

Lillie sale del baño con una toalla envuelta en su cabeza y me sonríe falsamente.

-Buen día.- la saludo.

-Para ti serán.- contesta de espaldas a mi tomando la licuadora para hacerse un smoothie de frutos rojos, su desayuno por excelencia.

-Acabo de despertar y ya me estás  atacando.- bromeo a la defensiva.

-Me despertaste con el sonido de las alarmas de casa,- se encuentra con mi cara en completa confusión y sigue,- no has puesto bien la contraseña y ha hecho un pitido que me despertó.

-Lillie, no he salido a ningún lado. Acabo de despertar.- repito dándole una mordida a mi tostada.

-Como sea.- da por finalizada la pequeña discusión y enciende la licuadora para no seguir charlando, se levantaba siempre con un mal genio y aún peor si la despertaban.

-Pensé que estarías de mejor humor ya que faltan pocos días para... ya sabes.- su cara se torna completamente roja.

-¿Cómo dices?- ladea su cabeza incrédula mientras le da un sorbo a su smoothie.

-¿Ya lo has olvidado?, Lillie que memoria.- río mientras esta abre la boca sorprendida.

-Pensé que había sido un sueño.- se da pequeños golpecitos en la cara.

-Es real y saldrá todo más que bien.- le doy ánimos, mientras esta distraída le doy un sorbo a su desayuno sin que se dé cuenta.

Mamá se adentra con unas bolsas de supermercado y nos deposita un beso a ambas en la frente.

-Las estuve llamando.- nos reprocha mientras suspira exageradamente como símbolo de cansancio.

-Estamos desayunando.- responde obvia Lillie.

-No celulares en la mesa.- imito su voz mientras me dirijo a lavarme los dientes.

-No sé que han hecho pero tuve que esperar un tiempo para intentar colocar la contraseña, la han puesto mal tantas veces. ¿Aún no la recuerdan?.- nos da una mirada exigiendo una repuesta a ambas.

-Billie.- responde mi hermana rápidamente.

-¡Que no fui!.- cierro la puerta del baño y me dispongo a hacer mis cosas.

•••

Llevábamos toda la tarde encerradas en mi habitación. Lillie revolviendo mi armario y haciendo caras de disgusto, era absurdo ya que la mayoría de ropa ella también tenía, es decir, muchas veces nos hemos comprado la misma ropa.
Era lógico para nosotras, ya que no íbamos a tenerla encerrada en un sótano bajo llave, ella tenía su vida normal dentro de todo. Sólo que si salíamos juntas ella debía taparse un poco más de lo común o si íbamos a eventos ella se vestía tal cual como yo, así pasábamos desapercibidas.

Mi hermana no estaba satisfecha con ninguna prenda, no teníamos un estilo parecido. Habían fotos "filtradas" de mi adolescencia con otro estilo de ropa, pero la realidad es que era ella, sólo que la gente pensaba que se trataba de mi, al poco tiempo Lillie por decisión propia cerró sus redes o lleva otro nombre.

-Billie me queda fatal todo.- resopla frustrada y se lanza a mi cama.

-Estás diciendo que a mi también me queda fatal.- arrugo las cejas y hundo mi cara en la almohada.

-Indirectamente,- rie burlona,- preguntame algo.

-¿Mmh?- levanto la cabeza de la almohada para recostarme mejor y así poder escucharla.

-Como si fuera tú. Entrevistame.- responde obvia.

Debía pensar que me podrían decir, así Lillie se quedaba tranquila si sabía cómo responderlas. En teoría me haría autopreguntas, fingiendo una entrevista a alguien que no soy yo.

Así es como pasamos la otra mitad de la tarde, ya estaba oscureciendo y entraba un pequeño frío por la ventana, pero ninguna de las dos quería levantarse a cerrarla. Ya lo estábamos haciendo por diversión, Lillie me conocía demasiado como para equivocarse.

-¿Qué otro pasatiempo destacas en ti?.- finjo una voz gruesa y acerco a su boca un micrófono imaginario.

-Mmh...- queda pensativa unos segundos observando la habitación,- ¿cuidar tarántulas?.

-Baile Lillie, me encanta el bailar.- suelto una gran risa y ella se contagia.

Lillie para y como si se tratara de algún can con gran audición recorre la habitación. Toma una almohada y me la arroja para que me calle.

-¿Puedes callarte?,- susurra en mi dirección,- otra vez el pitido.

Limpio las lágrimas que salían producto de la risa, no oía nada.

Una alita de pollo frito entra por la ventana y ambas gritamos. Noha ríe del otro lado y nos entrega una caja con comida desde fuera.

-Hola amores.- nos lanza un beso mientras rodea la casa para entrar.

Ambas nos tocamos el pecho sintiendo nuestro corazón. Noha entra tomando una almohada y sentándose en el suelo.

-Parecen haber visto un fantasma.- rie burlona, le damos una mala mirada.

-Mi salvación,- habla Lillie,- debemos ir de compras, la ropa de Billie lo pide a gritos.- dice tomando una alita de la caja.

-Así será.- responde Noha chocando su pollo frito con el de Lillie, yo niego la cabeza divertida.

🕷🕷🕷

Billie en multimedia.




 𝑆𝑖𝑙𝑒𝑛𝑐𝑒 | 𝐵𝑖𝑙𝑙𝑖𝑒 𝐸𝑖𝑙𝑖𝑠ℎ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora