One shot Jercy

Ramé.

Se que todo lo que ves ahora es un caos, pero atrévete a seguir mirando, porque pronto verás surgir universos.

<<Mágoa>>
Andrea Valbuena.

El era sin duda alguna el opuesto de Jason, mientras él era calma, paz, disciplina y buenos modales, Percy era Caos, destrucción y romper reglas era su pasión. O al menos así lo veía Jason, pero no sólo era Caos, también era la hermosura en persona, Eros debía tenerle envidia.

Sus ojos verdemar traviesos te hacían querer ir detrás de él y disfrutar de esa locura que estaba pintada en ellos, su cabello rebelde hacia querer que lo despeines más, querer verlo aún más revuelto con el viento revoltosos que soplaba cuando surcaba los cielos en el lomo de Blackjack y ni hablemos de su sonrisa pícara que prometía problemas.

Jason quería ser parte de esos problemas.

Parte de esa hermosura en el Caos que era Percy Jackson.

Jason Grace quería, no, adoraba, no, amaba lo que Percy Jackson era y sería siempre.

Si es que había una palabra que podía describir a la perfección lo que Percy era eso era Ramé: Que significaba algo que es hermoso y caótico al mismo tiempo.

—¿Puedes dejar de verlo? No traje mi bote para tus babas —Se burlo a uno de sus lados Piper.

—Lo siento ¿que? —Jason salió de su burbuja de pensamientos y de observar —Acosar— a Percy.

—Que dejes de verlo señor Rayo —Leo llego a sentarse a su otro lado —Estas siendo demasiado evidente —Jason se puso rojo.

—Yo no lo estaba viendo —Sus amigos le vieron con una ceja alzada.

—¿Ah no? Pues cualquiera creería que lo estabas desvistiendo con la mirada.

—Tu mirada casi lo atravesaba.

—Ya sólo te falta llevar un letrero que diga "Soy tuyo Percy ven y tomame"

—¿Ven y Tomame? Noooo, uno que diga "Yo soy la tuerca de tu tornillo" si sabes a lo que me refiero Pipes —Leo le guiñó un ojo a ella.

Y Jason, bueno el podía ya trabajar de semáforo, o de alguna fruta roja, quizá de la muleta de algún torero.

—¡Suficiente! —Jason se levantó entre enojado y avergonzado —Con ustedes es imposible —

—¡Jason! —Esa voz hizo que Jason se detenga, sus amigos seguían riendo a sus lados.

—El amor de tu vida ya esta aquí Jasy —Molesto por lo bajo Piper y Jason deseo poder desaparecer con el viento.

—Cállate —Mascullo entre dientes completamente petrificado ante la cercanía de Percy, lo malo es que no venia solo.

Así que dudaba que sus fantasías donde el venía corriendo a confesarle su amor se hicieran realidad.

—Vamos Percy déjalos, parece que ya estaban en algo —Annabeth a su lado tironeo de él.

Y si a Jason se le olvidaba que se hermoso Caos, ya tenía alguien que lo controle: Annabeth, la domadora de la hermosura caótica que era Percy. Su vergüenza lo abandonó, para dar paso a la tristeza.

—Pero... bueno —El hizo un puchero viendo a la rubia.

—No estábamos en nada —Se apresuró a decir Leo —Jason sólo se sacudía el pantalón —

—Si, eso —Piper sonrió triunfante y los ojos de Percy parecieron brillar con intensidad.

Algo que casi hace que el corazón del hijo de Júpiter se le salga por la boca. Se veía tan lindo.