Capítulo 1: Negocio Familiar

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Un grupo de criminales, vestidos de forma elegante, se encontraban sentados en una mesa redonda

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Un grupo de criminales, vestidos de forma elegante, se encontraban sentados en una mesa redonda. Detrás de ellos, varios hombres de físicos prominentes y con armas escondidas entre sus ropajes.

—Esta guerra entre bandas nos está afectando a todos —exclamó un hombre obeso y con pelo negro.

—Todos sabemos eso, Maroni —respondió un hombre de apariencia más anciana

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—Todos sabemos eso, Maroni —respondió un hombre de apariencia más anciana.

—Mi idea es que se maten entre ellos —afirmó Maroni—. Dejemos que Falcone y el búho se maten entre ellos. Y, nosotros nos repartimos el pastel.

Para sorpresa de ambos hombres, un objeto metálico se clavó en la mesa donde estaban. Aquel objeto, parecía un búho metálico con las alas extendidas.

—¡Es él! —gritó Maroni al dar un salto por el temor.

El búho provocó una pequeña explosión, la cual destrozó la mesa. Las luces del almacén se apagaron, y las balas comenzaron a volar en varias direcciones. Uno de los matones fue sujetado de la muñeca, recibió un golpe bajo el codo que le saco el hueso de la piel, y al gritar su garganta fue cortada. Más balas fueron disparadas, siendo estas las únicas luces que alumbraban el lugar. Sin embargo, varios criminales comenzaron a caer por disparos que ellos no hacían, y que no producían ruido alguno. Algo corrió en la oscuridad, dio un salto y le conectó una patada voladora en el cuello, rompiéndolo en el impacto. Maroni, corriendo a ciegas, no pudo evitar caer al sentir un objeto metálico clavarse en su tobillo.

—Dime, Maroni. ¿Has visto como se pela a un cerdo?

—¡Dejame tranquilo! —gritó con desesperación el obeso mafioso.

—Se los mete en agua hirviendo, entre 140 a 150 grados Fahrenheit. Se los deja así varios minutos para que su pelaje se ablande y así pueda cortarse.

Maroni, desesperado y aterrado, empezó a ponerse de pie. Pero, para su desgracia, recibió varios disparos en la rodilla que lo hizo volver a caer. Tras eso, recibió una patada en la boca que le rompió la mayoría de los dientes. 

—¿Prefieres que mate rápido, o que te pele como a un cerdo?

Maroni intentó buscar un arma entre sus ropas, pero un búho metálico se clavó en su mano y le atravesó hasta el estómago. El mafioso escupió algo de sangre, antes de recibir una patada en el pecho que le hizo caer de espaldas al suelo.

Owlman: Lord of CrimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora