Gótica es un ciudad gobernada por el crimen organizado. La familia de mafiosos más poderosa responde a un hombre conocido como Carmine Falcone. Sin embargo, una nueva amenaza se ha alzado para hacerle frente. Un violento vigilante vestido con una ar...
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Owlman pareció sorprenderse un poco al escuchar como Bullseye decía su nombre, lo que provocó la sonrisa del asesino.
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—Me costo, pero finalmente descubrí quien eras. Ahora que lo pienso, era obvio. —Bullseye empezó a caminar alrededor de su presa, la cual lo seguía con la mirada—. Falcone obtuvo todo esto después de matar a Thomas padre. Por lo que escuche en rumores, él era el verdadero capo mafioso que gobernaba Gótica, Nueva York y Metrópolis. Como lo dijiste, viene por lo que es tuyo.
—¿Terminaste? Porque yo también te conozco: Shelton Pendergrass.
—¡Yo no respondo a ese nombre! —gritó el asesino con violencia—. Soy Bullseye.
—Eras un abogado militar, y no disparaste una sola bala durante tus años de servicio, o eso dicen los registro, Shelton.
—¡Mi nombre es Bullseye!
Bullseye sacó dos pistolas y empezó a dispararle a Owlman, que se cubría con su capa mientras se movía de un lado al otro. El búho de Gótica no se quedó atrás, y empezó a disparar con sus muñequeras, impactando una bala en la clavícula izquierda del asesino. Shelton apretó los dientes y sacó una granada, la cual arrojó hacia su enemigo mientras retrocedía. La explosión le dio el tiempo suficiente para correr hacia una de las habitaciones del lugar, más específicamente a donde sabía que encontraría algo que le sería de utilidad.
Bullseye finalmente llegó a la habitación, la cual se encontraba repleta de armas. Allí tomó dos ametralladoras de mano y se quedó apuntando a la puerta de entrada. Una pared del costado explotó pero el asesino solo apuntó una de sus armas hacia esta, empezando a disparar sin despegar su mirada de la puerta. Como había predicho, Owlman entró velozmente por la puerta, siendo recibido por las balas. El vigilante se movió a la mayor velocidad que pudo para esquivar la balacera, y arrojó un owlarang que se clavo en el suelo, debajo de su enemigo.
—¡Mierda! —gritó Bullseye al ver la luz roja del búho metálico.
Shelton saltó hacia atrás e intento correr, pero la explosión logró alcanzarlo y tumbarlo. Owlman de escondio detras de un escritorio y notó que una bala había logrado atravesar el costado izquierdo de su armadura; más precisamente bajo una costilla.
