Sex teacher - Hyunin♡

𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 21.

HyunJin se movía lentamente, pero sin cesar en ningún momento, no era agresivo pero lo hacía como si de eso dependiera su vida en ese momento, aquello lo mejoraba todo y era totalmente imposible evitar que cada acción que este realizara no me provocara gemidos, ya lo hacía sin pensarlo, su nombre tan solo salía de manera espontánea, al igual que los gemidos, él sonreía al escucharme, mientras entraba y salía de mi, en bajos gemidos decia:

-Eres delicioso.

Era fantástico, todo un genio, sin duda alguna acostarse con el debía ser contado como las siete maravillas, ahora podía entender por qué el desespero de esos chicos. Tal vez esto que diga esta mal, pésimo, atroz, pero creo que no hubiese habido nadie mejor con quien perder mi virginidad, ni siquiera con BangChan.

-HyunJin.

-¿Sí?

-Continúa así, un poco más rápido.

-Uhmm... -musito sin acelerar mucho el paso.

-¡HYUNJIN!

-¿Ah?

-¡HyunJin, por favor sigue! -exclame rodeando su cintura con mis piernas, por alguna razón la excitación aumento.

Tan solo conseguí que se detuviera por completo, claro estaba que quería oírme pedirle que siguiera y no lo pensé dos veces.

-¿Qué demonios HyunJin?

Por impulso retiré mis manos de su espalda, colocandolas en su trasero de inmediato, empujando hacia mi para hacer que entrara nuevamente, haciéndome gemir algo.

Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro, beso la comisura de mis labios y siguió de una manera mil veces mejor, aumentando su paso y soltando gemidos seguidamente.

Joder ¿he mencionado antes que su voz me vuelve loco?

Tal vez alrededor de unas cincuenta veces.

Todo lo relacionado al sexo con este chico es perfecto.

-¿Sientes... algo... especial? -preguntó con dificultad, he oído que usualmente no habla mucho durante el sexo, pero que para mi estaba perfecto que el hablara.

Me quedé en silencio pues además de estar muy agitado, no sabía que responder. Si sentía algo, sentía que incluso la respiración estaba por faltarme.

No quería que se detuviera, deseaba que siguiera cada vez más rápido, una descarga de adrenalina subía y bajaba por todo mi cuerpo en ese momento.

Pero no sabía cómo describirlo y tan solo asenti.

-Perfecto -hizo una pausa -llegaremos juntos... te gustará.

Y dicho eso, aumento las embestidas, pero no era salvaje, al contrario fantástico.

-¡Oh por Dios! -exclame cerrando mis ojos.

-Si bebé... ya casi amor... -dijo continuado con las embestidas.

A penas sentía la necesidad de respirar, una fuerte corriente recorrió mi cuerpo.

Magnífico.

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