La tensión se calmó por unos segundos pero, cuando ella pasó de sus manos a su hombro, todo volvió explosivamente. Él se levantó muy enojado y gritando.
¡Me cago en la ostia, no me toques, no me toques! ya te dije que tengo bellaquera, pon al llorón ese en la cama y avanza, o ¿es que va a ser más importante que yo? no me jodas.—. Dijo en tono fuerte mientras se levantaba bruscamente.
Cuando ella intentó decirle que esperara a que el bebé se durmiera, ya era tarde. La agarró por el pelo, la tiró al suelo y comenzó a gritarle, a patearla y a darle puños. Ella solo le gritaba que parara, que por favor no siguiera, aún tenía el niño en brazos y podía hacerle daño.
Él comenzó a decir cosas sin sentidos y a la misma vez decía que ese niño no era de él, como si hubiera perdido el sentido de la realidad, pensaba que era de otro; entonces se lo quitó de las manos diciendo que si no era de él tampoco sería de ella y salió directo por la puerta de atrás.
María estaba ensangrentada, casi no podía ver y moverse; solo gritaba por su bebé. ¿Cómo es posible que un padre mate a su hijo recién nacido? Ella probablemente debió haber muerto por dentro, solo pudo arrastrarse por la otra puerta y salir huyendo pidiendo a gritos que le salvaran. Anduvo horas por las calles y la pensaban loca; tenía una expresión de alma muerta, pensaba que eso debía sentirse morir pero a la misma vez no podía hablar. Su ropa sucia, su cara con golpes y sangre seca, caminaba moribunda sin destino mientras la miraban sin empatía o con asombro, algunos le hablaban pero ella seguía caminando sin rumbo y sin hablar, solo mencionaba la frase ‘‘tiene que morir el amor’’.
Martes 20 de marzo, 9:00pm Local El Alba.
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Los mandamientos de las 5 hijas de p*ta
AcakCinco hermanas muy peculiares: la que mandona, la religiosa, la bruja, "la promiscua" y la "marimacha". Mujeres que te guiarán para que aprendas a valorarte y a darte a respetar. No cabe duda, son unas hijas de p*ta.
