LUISITA
Antes de subir al coche me aseguro de que llevo todo lo que necesitamos para pasar el día en el campo. Al ver que está todo, arranco el coche y antes de ir a recoger a Amelia, me paso por El Asturiano porque mi padre está empeñado en prepararnos unos bocadillos.
A punto de llegar al bar, busco aparcamiento, pero tengo que dar un frenazo por culpa de una moto que se cruza delante de mí.
- ¡Serás gilipollas! - le grito prácticamente a nada porque la moto se ha ido dando un acelerón. - ¡Anda y métete la moto por el culo!
Después de aparcar, entro al bar y veo a mi padre metiendo cosas en una bolsa de tela encima de la barra. Aunque no pueda ver lo que hay dentro, intuyo que ha preparado demasiada comida para dos personas.
- Buenos días, hija. - la sonrisa se le cae al ver mi cara. - Pero bueno, ¿y esa cara de mala leche?
- Mala leche no, papá. Mala hostia es lo que tengo. ¿La gente dónde coño se saca el carné de conducir? ¿Lo dan en una tómbola o qué pasa? - cuando miro a mi padre veo que está apretando los labios para no reírse. - No te rías, eh.
- A ver, cariño, admite que te sofocas demasiado cuando conduces.
- Mira, vamos a dejarlo.
- Venga anda, alégrate, que mira lo que te he preparado. - abre la bolsa y, como ya intuía, está llena de comida.
- ¿Qué he hecho yo para tener el mejor padre del mundo? - le digo mientras le beso la mejilla.
- Lo sé, tú y tus hermanos tenéis mucha suerte de tenerme como padre. - dice con chulería.
Le saco la lengua en forma de burla y me despido de él dándole las gracias por la comida. Vuelvo al coche y me dirijo a casa de Amelia. Cuando llego a su calle no hay aparcamiento así que le envío un mensaje para que baje rápido. En apenas unos segundos aparece con ropa cómoda y una mochila colgada de su espalda.
- Buenos días, preciosa. - me saluda con un beso en la mejilla después de dejar la mochila en el asiento de atrás.
- Buenos días. - no necesito verme la cara para saber que se me pone una sonrisa tonta cada vez que la veo. Hasta con unos leggings y una camiseta básica está guapísima. - ¿Todo listo? - Amelia asiente. - Pues vámonos.
- Oye, ¿tienes otras gafas de sol por casualidad? - Me pregunta al ver las que llevo puestas. - Que con las prisas se me han olvidado las mías.
- Sí, ahí en la guantera tienes otras. - me da las gracias y se las pone. - Por cierto, mi móvil está conectado al coche, puedes cogerlo y poner la música que quieras.
- Dime qué quieres escuchar y lo pongo. - coge el móvil y espera a que le diga algo.
- Pon algo tú y ya te diré alguna.
- Que no, Luisita. - al ver mi confusión agacha la cabeza. - Es que me da un poco de vergüenza, la música que suelo escuchar no encaja precisamente con nuestra edad.
- Si no me dices qué música es no puedo opinar.
- Te vas a reír. - al ver que yo insisto por fin lo dice. - Coplas. Me gusta escuchar coplas. - cuando empiezo a reírme la expresión de su cara es un cuadro. - ¿Lo ves? Si es que es ridículo.
- Que no, Amelia. Me río porque a mí también me gusta.
- Tampoco hace falta que mientas para que no me sienta mal.
- Que te lo digo en serio. - no puedo parar de reírme. - Anda, entra en mi lista de Spotify y lo vas a comprobar.
- Qué fuerte. - dice riéndose cuando comprueba que es verdad.
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Komorebi
RomanceDesde dos puntos de vista diferentes, el de Luisita y el de Amelia, este fanfic está escrito por dos chicas que son pareja y cada una ha escrito un punto de vista. Amelia empieza a trabajar en la misma serie que Luisita y las dos empiezan a formar...