—Lamento que mis hijas los presione, no se donde le enseñaron a comportarse así.
— Yo quiero saber porque me preocupa. Y porque quiero otra razon para molestarlos.
—Buen punto.
—Si no quieren decirlo entonces hablen de algo entretenido, parece la hora del te de mi abuela.
—No es un tema de niños.
—¿Perdona? No soy una niña.
—Tienes como nueve años.
—Pero soy mas madura que tu. Seamos honestos, y lo mas triste es que no piensan en su hijo.
—En eso tiene razón.
–¿Tu que sabes de tener hijos?.
—E, ella se refiere a que solo piensan en sus problemas no en Freddi.
—Niños dejenos solos por favor, ¿Han pensado en lo que quiere Freddie?.
—Tienes razón, pensaremos en Freddie y dejaremos esto en el pasado.
—No lo hagan por el, háganlo por ustedes.
—Dios, M, acabo de recordar algo, es de tu padre.
—Pero no puedo decirlo aquí.
—Para eso tengo una idea.
—Se se exactamente lo que estan pensando.
—Yo llamare a Jay.
—Sera una gran noche, y llevaremos a las niñas.
—Sera genial.
—Supongo que sera una pijamada entonces.
—Ustedes si que me conocen.
—Tendras mas tiempo para tu novela.
Al dia siguiente
—¿Que sucede Jay?.
—Nada, es solo que, todos ustedes son felices con alguien y yo no, y estoy muy feliz por ustedes.
—Jay, ¿Bromeas cierto?.
—Nosotros estamos felices porque has demostrado que no necesitas alguien.
—Pero tu hasta esperas un bebe. Ese siempre fue mi sueño, formar una familia feliz.
—Ven aquí, tu eres una persona increible, y estoy segura de que encontraras a alguien. Basta de tristesa y veamos una pelicula.
—¿El diario de la princesa? ¿O radio rebel?.
—Eres radio rebel.
—Todas somos radio rebel.
—Yo quiero ser radio rebel.
—Tengo una idea, transformemos a Jay en una diva antes de ver la pelicula.
—Pero antes, debi hablar con Mal.
[...]
Años despues, en llamada
—Hola Lucy, lo lamento mucho, se lo mucho que se amaban.
—Es muy dificil perder a una madre.