🪞Capítulo 2🪞

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Los dos ahora miembros del personal de Night Raven, se dirigieron hacia la calle principal de la academia para comenzar a  trabajar. No habían estudiantes cerca debido al horario, cosa que Anne agradecía.

—¡Así que esta es la calle principal! — Grim caminaba emocionado a lado de la azabache, ni parecía recordar la razón por la que estaban ahí —Ayer no le presté mucha atención, por lo que no noté estas estatuas. 

—¿Siete estatuas? — murmuró para si misma la ojinaranja, observando dichos objetos con interés, reconociendo las figuras —Ah...ellos son....

Las siete estatuas se encontraban separadas en la derecha y izquierda de la calle principal.  Cada una representaba un villano de las historias que vió hace tiempo: la Reina malvada, Scar, Malefica, Úrsula, Jafar, Hades y la Reina de corazones.

Grim se acercó a la última, fascinado por su pose. La Reina de Corazones le interesaba.

—¿Que piensas de esta mujer aquí? ¡Parece bastante importante!

—No sé si puedas considerarlo así...

—¿No conocen a la reina de corazones?

Un chico de cabello naranja se acercó a ellos, llevaba la uniforme de los estudiantes de la academia, así que probablemente se estaba dirigiendo a clase. Anne iba a responder, pero Grim le precedió.

—¿Reina de corazones? Entonces sí es una persona importante.

—Era la reina que vivía en el laberinto de rosas. — este asintió a sus palabras, deteniéndose frente la estatua —Era una persona estricta, no permitía algún tipo de desorden entre sus caballeros o en el reino. Todos tenían que seguir unas reglas específicas que ella misma había impuesto. Suena algo loco, pero al final, todos la respetaban. ¿Saben porqué?

—Porqué ella cortaba la cabeza a cualquiera que estuviera en su contra. — respondió la ojinaranja recordando la historia.

—¡Bingo! ¡Veo que sí sabes de la reina!

—Da un poco de miedo...

—¡Yo la encuentro genial! Osea, nadie va a seguir las órdenes de una reina muy amable, ¿no lo creen?

—Oh, sí que lo harían. — soltó de instinto la chica, recordando cierta reina que en su mundo fue tan apreciada cómo respetada por su amabilidad y fuerza. Tanto que cuando murió, muchos presenciaron su funeral, aún si eran de otros países.

—¿Que? — el pelinaranja parecía confundido.

—Nada, nada.

El chico levantó una ceja analizando a la azabache, quien solo le dejó hacer mientras calculaba lo que él había dicho. Si lo que decía era verdad, entonces los villanos ahí sí eran los "heroes" de la historia.

—Por cierto, ¿cuál es tu nombre? — preguntó regresando al ver el de tatuaje de corazón bajo uno de sus ojos.

—¿Yo? Soy Ace, Ace Trappola, ¡primer año! ¿Y ustedes?

—¡Yo soy el gran Grim y ella es mi ayudante, Anne!

—No soy tu ayudante. — habló levantando una ceja divertida —Pero sí, me llamo Anne.

Ace abrió la boca en una "o", indicando la azabache con gran interés y algo más que ella pudo jurar era diversión.

—Eres la chica de la ceremonia...la que no tiene magia.

—Así es. Por ciertas circunstancias me quedaré aquí. — se encongió de hombros sin darle mucho peso —Pero bueno, Ace, ¿que me dices de Jafar? ¿Que piensas de él?

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